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Inflación vs. salario: una ecuación en la que los trabajadores siguen perdiendo

El sueldo de un trabajador asalariado no alcanza a igualar la inflación

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Si la inflación continúa al mismo ritmo que tuvo durante los primeros cuatro meses de este año, cuando termine 2022 los trabajadores habrán perdido 1,4 salarios mínimos adicionales, sin importar que sus sueldos hayan aumentado en la misma proporción que los precios. Esa es la conclusión a la que llegaron los especialistas del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag).

De acuerdo a un estudio que difundieron hoy, “por más que el salario en algún momento termine ‘alcanzando’ la inflación, en ‘el mientras tanto’ los trabajadores acumulan una pérdida de ingresos que suele ser despreciada, pero que resulta muy significativa en contextos de inflación alta”.

El último “reporte ejecutivo” del Celag va a contramano a la idea de que un aumento salarial similar a la inflación redunde en un beneficio para los trabajadores. Ayer, durante una conferencia de prensa en París, el presidente Alberto Fernández, se había sincerado al reconocer que en su Gobierno no están “conformes ni contentos con el índice de precios”.

“Estamos creciendo mucho en la economía -dijo el Presidente-, estamos generando muchos nuevos trabajos formales, pero nos está costando mucho corregir la distribución del ingreso. Y en eso tiene mucho que ver la inflación. Y aún cuando nosotros alentamos que las paritarias resuelvan ese problema, haciendo que los salarios estén por encima de la inflación, tenemos que trabajar seriamente en todas las causas que son causantes de la inflación”.

El informe del Celag va en ese sentido: “Se cree que si el salario crece hasta igualar el avance de los precios el trabajador no habrá perdido poder adquisitivo. ¡Esto es un error!”, dice.

La razón, argumentaron, es que desde que asumió Fernández, el salario mínimo aumentó 10 veces en los primeros 27 meses de Gobierno (a abril de 2022), aumentando 131 %, por debajo del aumento del 150 % de la inflación acumulada hasta abril. Esto implicaría un retraso salarial del 19 %.

Pero esta disparidad no es propia del oficialismo. Lo mismo ocurrió en la gestión anterior ya que durante los últimos dos años de Mauricio Macri, el salario mínimo también quedó rezagado y los trabajadores acumularon una pérdida de sus ingresos equivalente a 131 mil pesos a valor actual, esto es 3,4 salarios mínimos al valor de abril de este año. “Con el macrismo los trabajadores acumularon más pérdidas que durante la pandemia”, agrega el estudio.

La situación pareció modificarse durante la gestión actual, ya que a lo largo de 22 meses, desde la asunción de Alberto Fernández hasta octubre de 2021, el salario mínimo alcanzó la inflación que se había generado al comienzo de la nueva gestión. Pero lo cierto es que “la pérdida acumulada de ingresos representó 94 mil pesos a valor actual, 2,4 salarios mínimos al valor del salario mínimo vigente a abril”.

Y si a ese cálculo se le suman los datos del último semestres, de noviembre de 2021 a abril de 2022, la ecuación es aún peor: la pérdida acumulada trepa a los “21 mil pesos adicionales a valor actual, más de medio salario mínimo. Así, desde que comenzó el Gobierno hasta abril, los trabajadores acumulan una pérdida de ingresos equivalente a 3 salarios mínimos”.

El reporte fue realizado por Guillermo Oglietti, Mariana Dondo y Alfredo Serrano Mancilla, quienes concluyeron que las perspectivas tampoco a futuro tampoco son buenas: El adelanto del aumento salarial mínimo que se resolvió el 10 de mayo pasado, que genera aumentos en junio y agosto de 3,3 mil y 2,3 mil pesos respectivamente, implica una mejoría, pero no es suficiente para permitir la recuperación del salario al nivel de inicio del Gobierno de Alberto Fernández, y menos para compensar a los trabajadores por los ingresos perdidos.

Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), dio a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que arrojó una inflación del 6% para abril y de 58% para los últimos doce meses. Se trató del peor porcentaje en 30 años.

Frente a ese escenario, el pronóstico del Celag parece imposible de alcanzar: “para que los aumentos de salarios programados para junio y agosto gracias al nuevo adelanto impidan que los trabajadores sigan acumulando pérdidas, -dice el reporte- la inflación tendría que ser igual o menor al 2,1 % a partir de mayo”.

Y agrega que “con este nivel de inflación, el ajuste salarial que en agosto permitiría alcanzar la inflación, tendría que ser del 58 % respecto al salario vigente en marzo, muy superior al 45 % concedido tras el adelanto del pasado 10 de mayo”.

Por último, el reporte concluye que para “compensar las pérdidas acumuladas de ingreso real entre octubre de 2021 y diciembre de 2022, los restantes 7 meses del año los salarios tendrían que ser, en promedio, un 20 % mayores a los salarios ya otorgados con los adelantos del 10 de mayo. Hacia diciembre el salario mínimo tendría que alcanzar alrededor de los 65 mil pesos para que no perdiera poder adquisitivo frente a la inflación”.

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