Massa cerró su campaña en una fábrica y planteando una dicotomía con Milei
En el Establecimiento Gráfico Impresores, en Fátima, partido de Pilar, con bobinas de fondo y en el centro de una ronda con operarios, el ministro de Economía, Sergio Massa, cerró su campaña presidencial antes de la primera (¿y única?) vuelta. Quiso dar así un mensaje del país industrial al que apuesta, en contraposición del estadio Movistar Arena donde culminó su raid Javier Milei y mientras Patricia Bullrich finalizaba en Lomas de Zamora, la tierra del escandoloso ex jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde. Pero el candidato de Unión por la Patria (UP) optó por centrar la elección como una dicotomía con el libertario. Ni mencionó su propio mayor escollo: la inflación.
“El domingo definimos presidente para los próximos cuatro años”, planteó al final Massa, que al inicio de su discurso contó que a los 6 años ya dijo en la escuela que quería presidir el país. “El domingo a la hora de votar decidimos por un país donde el que trabaja tenga derecho a la indemnización y vacaciones pagas o donde el que trabaja sea simplemente un esclavo que tratan como mercadería”, disparó contra un Milei que quiere eliminar la paga por despido. “Decidimos si tenemos un sistema de educación que mejore y abrace a nuestros pibes, pero que sea gratuito, o si vamos al país donde solamente pueden educarse los que tienen plata”, atacó sin nombrar la idea libertaria de entregar vouchers a los estudiantes para que vayan a una escuela pública o un colegio privado, donde además deberán pagar una cuota. “El domingo decidimos si construimos un país federal con una mirada de nación con distribución de recursos con más coparticipación o si abandonamos a la buena de Dios a las provincias”, advirtió sobre el proyecto de La Libertad Avanza (LLA) de recortar fondos a los gobernadores.
“Decidimos si lo que tenemos es un proyecto de desarrollo en el que nuestros recursos del campo del petróleo, del gas, de la minería, nuestros recursos del talento de cada argentino en la economía del conocimiento, nuestros recursos turísticos, nuestras bellezas naturales las hacemos valer o las rifamos y dejamos que vengan de afuera y las usen como quieran”, planteó frente a quienes ni mencionan la industria como valor, ya sea en LLA o en Juntos por el Cambio. “Decidimos si elegimos un país que defienda su proyecto de desarrollo con convicción frente al Fondo Monetario Internacional o si vamos de rodillas al almacén con el manual del almacenero a rendirnos y a hacer lo que nos impongan”, apuntó así tanto a Milei, que dijo que haría un plan de más ajuste que el pedido por el FMI, como a Bullrich.
“El domingo decidimos si honramos la memoria de nuestros héroes de Malvinas o cambiamos las islas por vacuna, como ellos plantean, o se las regalamos a los ingleses”, dijo Massa. Al rato se acercó un veterano de la guerra de un centro de Pilar a abrazarlo y darle una remera de su agrupación. “El domingo decidimos si amamos nuestra bandera o no”, se refirió quizá a la adopción del dólar, que plantea el postulante de LLA, aunque también la de JxC habla de bimonetarismo. Así terminó su alocución.
“Me enoja mucho cuando escucho a quienes quieren gobernar la Argentina decir que somos un país de mierda. Somos un país maravilloso, que lo que necesita es ponerse de acuerdo”, dijo al comienzo. Después sostuvo que el camino pasa por acuerdos básicos sobre cinco o seis asuntos. “Tenemos que promover el trabajo y ayudar a aquellos que están en la economía popular o en el trabajo informal porque el Estado los abandonó y los tenemos que ir a abrazar. Tenemos que mejorar salarios y mejorar el poder de compra de la gente porque perdimos poder de compra sistemáticamente porque el Estado no tuvo lugar firme y presente en la puja distributiva. Tenemos que animarnos a un sistema tributario más progresivo, más justo, que además nos permita establecer un blanqueo. Necesitamos una economía en blanco para todos y además, a medida que vamos blanqueando, ir disminuyendo el peso de los impuestos en la actividad económica, en la vida y en los precios de la gente.”
“Necesitamos que nuestros jóvenes se sientan parte e integrados en nuestro país. Necesitamos cambiarles el sistema educativo. Los pibes se aburren en el colegio. Tenemos que resolver el tema de alfabetización para que sepan leer. Tenemos que ponerle matemática, programación, robótica, carreras cortas en la universidad porque la Argentina lo que necesita es que los pibes salgan de estudiar y entren a trabajar en un mundo que va a seguir demandando talento y trabajo argentino”, planteó. “Yo sueño con un país que venda el valor agregado argentino, que en lugar de exportar trigo, o harina, exporte fideos, porque es más empleo, que en lugar de exportar nuestra leche en polvo, pueda vender queso, productos elaborados, porque generan trabajo con buenos salarios y tenemos con qué hacerlo, somos un país que tenemos con qué hacerlo.”
Insistió con una idea que planteó en el debate de candidatos sobre desigualdad salarial de género: “Las mujeres son las grandes protagonistas de este siglo y sin embargo hoy en el mercado del trabajo, por el mismo trabajo, cobran un 23% menos en promedio. Vamos a imponer la idea de la igualdad en remuneración por la misma tarea”. “Los centros de desarrollo infantil, las unidades de desarrollo infantil, lo que conocemos como jardines maternales, nuestros promotores comunitarios tienen que estar ahí, ahí cuidándolos y abrazándolos, porque son chicos que necesitan educación y cuidado para que la mamá pueda trabajar tranquila.”
Después fue el turno de la universidad pública, como la que acaban de crear en Pilar, y el boleto de colectivo y tren subsidiado, que apareció en el final de la campaña: “Definimos un punto y medio del PBI argentino en universidades porque queremos a nuestros hijos en la universidad pública, gratuita, de calidad, inclusiva. Y acá sí le quiero decir a cada mamá de la Argentina, el domingo lo que está en juego es eso, es si su hijo va a la universidad gratis, o ella y su marido tienen que empezar a pagar la universidad. Es si cuando toman el colectivo pagan un boleto bonificado o les sacan el subsidio y pagan una fortuna”.
“Están hablando de un país en el que haya libre venta de armas”, apuntó otra vez a Milei, en forma recurrente. “La seguridad es una responsabilidad nuestra. Yo como presidente voy a hacer lo mismo que hice como intendente. A mí no me correspondía como intendente, y me hice cargo, y puse cámaras, y puse móviles, y puse botón de pánico. Y desde el 10 de diciembre como presidente en cada ciudad de más de 50.000 habitantes voy a hacer lo mismo. Porque en definitiva yo quiero que los pibes de hoy tengan la suerte que tuve yo, que podía andar en bicicleta dando vuelta a la manzana”, planteó el ex intendente de Tigre, que recordó a su padre con una pyme y a su abuelo, ambos italianos, con su carpintería. Ahora sólo le queda esperar el veredicto de las urnas, después del tercer puesto en el que quedó UP en las primarias, a un punto de JxC y a dos de LLA.
AR/JJD
0