Las reservas caen en picada, pero Pesce asegura que podrían “recuperarse parcialmente” este mes

La llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía reseteó al Gobierno y generó entusiasmo a los mercados, pero no logró todavía terciar en uno de los grandes problemas de fondo. Ayer el Banco Central vendió otros US$84 millones y sigue sin poder acumular reservas, que se encuentran en un nivel que algunos analistas identifican como “de emergencia”. 

En lo que va de agosto, el Banco Central ya se desprendió de US$784 millones y viene de un mes malo, que cerró con un saldo negativo. Según cálculos de la consultora LCG, el BCRA perdió en julio US$4.500 millones, de los cuales US$1.300 millones se explican por la compra-venta de divisas en el mercado. 

Sin embargo, esta mañana Miguel Angel Pesce, presidente del Banco Central, aseguró que podríamos “terminar agosto con una situación de empate o recuperación parcial de reservas”. De todos modos, señaló que este mes todavía serán necesarios cerca de US$2.000 millones para pagar las importaciones de energía, antes de que amaine el frío y descienda un poco el nivel de consumo.

“Julio terminó con US$2.400 millones (en importaciones de energía). Estamos esperando que las importaciones de agosto queden por debajo de los US$1.800 millones y ya septiembre se ubique por el orden de los US$900 millones como ocurrió en el mes de abril”, agregó en diálogo con El Destape radio. 

Si bien el funcionario no detalló la cantidad de reservas remanente “porque esa información los bancos centrales no la revelan”, señaló que los niveles actuales “son apropiados para afrontar las obligaciones que tiene el Banco Central por delante”. “Hemos estado con niveles de reservas más bajos que éste y pudimos afrontar la situación, y lo mismo va a ocurrir en los próximos meses”, subrayó.

Asimismo, confirmó que ya se está utilizando el swap de monedas con China. “Tenemos un procedimiento para activar el swap cuando vemos que las importaciones chinas o el déficit comercial crece. Estamos en esa tarea en ese momento”, detalló.

Las reservas brutas rondan los 37.300 millones (6,2%) del PBI, según cálculos de LCG. Sin embargo, esta cuenta incluye dólares que no se pueden tocar o disponer inmediatamente, como por ejemplo encajes bancarios, fondos de organismos internacionales o, justamente, el swap con China. Las reservas netas no llegan a los US$1.000 millones, apenas un 0,1% del PBI.

“Es una situación que muestra que al ritmo que viene perdiendo reservas el BCRA no alcanza la caja para mantener los pagos del próximo mes. De alguna forma va a tener que revertir la tendencia de las últimas semanas porque ya no hay disponibilidades”, señala a elDiarioAR Guido Lorenzo, director de LCG. “Es un nivel de reservas que no permite siquiera afrontar la estacionalidad del comercio de bienes con el exterior”, suma. 

En efecto, en el segundo semestre la estacionalidad no ayuda: suelen entrar más bienes de los que salen. Por eso es clave haber acumulado reservas durante la primera mitad del año, en la época fuerte de la liquidación de la cosecha, algo que este año no sucedió. 

En sus declaraciones radiales Pesce indicó que existe una “demora en la liquidación del sector sojero” que se espera que se “recomponga en los próximos meses” de la mano de “las obligaciones de pago en pesos”, la “necesidad de vender” de las plantas procesadoras y los “costos de la nueva siembra”.

Pesce estimó el retraso de la liquidación “en el orden de los US$2.000 millones, US$2.500 millones” y que el nuevo instrumento de estímulo (el “dólar soja”), que permite colocar el 70% de los ingresos de las ventas en un depósito con retribución diaria en función de la evolución del Dólar Link responde a los planteos de los productores.

“Nos plantearon que el productor no tiene dónde invertir los pesos que obtiene de la venta y por eso hemos creado este mecanismos que replica la cobertura que le da el stockeo del grano”, aseveró el titular del BCRA, e indicó que los bancos “están poniendo a punto sus sistemas informáticos” para que “esté en funcionamiento en breve”.

Para Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria, tener las reservas netas por debajo de los US$1.000 millones es “el principal talón de Aquiles” del Gobierno. “Es una situación crítica. En el corto plazo tiene que haber un cambio significativo porque si sigue así vamos a ir a un escenario de reservas netas cero. Se está vendiendo a razón de US$1.000/ US$1.100 millones cada 10 días hábiles, un número que en los últimos dos años y medio no habíamos visto”, agrega. 

Las reservas son un indicador de la capacidad del Estado, de su fortaleza, frente a distintas situaciones clave. Por ejemplo, cuando debe saldar algún vencimiento en dólares o cuando necesita intervenir en el mercado para sostener la paridad cambiaria (el llamado “poder de fuego”) o al menos moderar la suba de la cotización del dólar. 

Si el Estado no tiene dólares suficientes para controlar el dólar se vuelve más fuerte la necesidad de devaluar la moneda, lo que genera una suba de precios brusca y un empeoramiento de las condiciones sociales. O puede, por otra parte, ajustar más el cepo, lo que trae aparejado recesión y también puede darle un impulso a los precios (por la dificultad para acceder a insumos, por ejemplo). 

En su primera conferencia de prensa, Sergio Massa anticipó que en los próximos 60 días recaudarían US$5.000 millones en concepto de adelanto de exportaciones de las cadenas de valor de la pesca, del agro, de la minería y otros, que irían directo a engrosar las reservas. Algo que, según aseguró, ya tenía comprometido y que se basaría en una ampliación de los beneficios otorgados con el “dólar soja”.  

Además, anunció un desembolso por US$1.200 millones de organismos internacionales por programas vigentes y un nuevo programa con la CAF por US$750 millones adicionales. Sin embargo, de estos casi US$7.000 millones comprometidos, el Banco Central recibió hasta ahora poco y nada. Consultado por este medio sobre el avance de estas medidas, la entidad que conduce Pesce no dio información.

El ministro dijo también que tres instituciones financieras internacionales y un fondo soberano hicieron “cuatro ofertas de Repo para fortalecimiento de reservas y recompra de deuda soberana”. Esto es: el BCRA le vende bonos a una entidad extranjera, recibe los dólares, y se compromete a recomprar esos bonos en un plazo determinado con una prima.

“Respecto a las medidas para fortalecer las reservas internacionales, no hay que perder de vista que los préstamos y repos no son reservas netas (salvo una parte específica que el FMI permite contabilizar como reservas internacionales netas), por lo cual el gran desafío es impulsar las exportaciones y las medidas en este sentido aún no fueron claras”, apunta Lorena Giorgio, economista jefa de Equilibra.  

Como medida positiva, ayer el Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un crédito de US$80 millones para aumentar la productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas del país. 

DT/MG