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Robinhood, la app de trading 'millennial' que enganchó y dejó tirados a miles de pequeños inversores con GameStop

Los fundadores de la app Robinhood

Analía Plaza

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Alexander Kearns tenía 20 años cuando se suicidó. Fue el pasado 12 de junio en Naperville, una ciudad cercana a Chicago. Como tantos otros jóvenes, Kearns había empezado a invertir desde su móvil durante la pandemia. Lo hacía gracias a Robinhood, la popular aplicación estadounidense de trading que promete “democratizar” la inversión.

Una captura de pantalla con la evolución de la cartera de Kearns compartida por su padre tras su muerte muestra un balance negativo de 730.000 dólares. “¿Cómo es posible que asignen casi un millón de apalancamiento a un joven de 20 años sin ingresos?”, decía su mensaje de despedida. “Pensé que solo arriesgaba el dinero que tenía. Si miran la app, la opción de margin investing [invertir pidiendo dinero prestado a la app] ni siquiera estaba encendida. Una lección dolorosa. Al carajo, Robinhood”.

El saldo negativo que vio Alexander no era del todo real. Según explicó la revista Forbes, es probable que el joven hubiera comprado opciones de acciones —un producto derivado que implica la posibilidad de comprarlas en un futuro— y que esos 730.000 fueran una cifra temporal mientras se ajustaban las cuentas. Robinhood prometió cambiar el diseño y aumentar sus recursos educativos. “No creo que él cometiera un error. Es un fallo de interfaz, tienen interfaces muy fluidas con confeti estallando todo el rato”, declaró el padre. “Intentan gamificar el trading y venderlo como inversión”.

Las palabras del padre de Alexander resuenan esta semana, en la que la viralización de un valor —el de las tiendas de videojuegos GameStop— catapultó las descargas y el uso de Robinhood en Estados Unidos. El día 27, cuando la historia de cómo unos foreros de Reddit estaban en guerra contra grandes fondos de inversión saltó a medios y redes sociales, la app superó las 120.000 descargas y fue número 1 en el ranking de la App Store, según datos de Apptopia. No hizo demasiado ruido, pero el padre del joven fallecido expresó su preocupación.

“No es la semana más divertida para mí. Todo lo que pido es que la gente no olvide lo que le pasó a Alex. Y, cuando lo recuerden, por favor piensen en quien pueda necesitar ayuda. Si la cuenta estalla, ayúdenles. Díganles que no entren en pánico”.

Robinhood es una app de inversión para no profesionales que permite comprar y vender acciones sin pagar comisión. “Estas apps lo pusieron muy fácil para perderle el miedo al trading y al final es algo adictivo. Te dan ganas de seguir indagando y no cerrar”, comenta Paula Vivas, usuaria desde 2018 en Estados Unidos.

“El enfoque de estas apps es parecido a una casa de apuestas. Fomentan mucho el trading a corto plazo: gamifican, no te cobran comisiones”, explica Asier, inversor particular y autor del blog Invertir mis Ahorros. “Además, en muchas no compras la acción como tal, sino un CFD [contrato por diferencia], una especie de derivado financiero con el que obtienes su rentabilidad por un período de tiempo. Eso permite que compres trozos de acción”.

La posibilidad de comprar trozos de acción y la ausencia de comisiones son el gancho perfecto para atraer a los más jóvenes. En brokers más profesionales y bancos necesitas comprar acciones completas y además pagas una comisión que te hace pensártelo más. “Si la acción de Amazon está a 3.198 dólares, necesitas ese dinero para entrar”, continúa Asier. A partir de ahí, por poner dos ejemplos, los brokers del Santander o de ING te cobrarán 20 euros por la operación.

Robinhood es el tercero en discordia en la saga de GameStop. El relato gira en torno a una lucha de clases entre el pueblo —miles de inversores particulares reunidos en WallStreetBets, un subforo de Reddit— y la clase dominante —los fondos de inversión bajistas que apostaron contra la maltrecha compañía. Tras conseguir disparar el precio de la acción y que uno de esos fondos bajistas retirara su posición, foreros e inversores minoristas unidos a la fiesta se toparon con un enemigo no previsto: Robinhood, que irónicamente es la app gracias a la cual llegaron hasta aquí.

La mitad de los usuarios de RobinHood tienen dinero metido en GameStop. Y en plena euforia alcista, la compañía suspendió la compra de acciones de esta y otras empresas viralizadas (los cines AMC, Nokia y BlackBerry).

La reacción generalizada fue la de pensar que, entonces, el mercado no es libre. Que Robinhood no cumplía su promesa de permitir a la gente operar en paz y se ponía del lado de los fondos. “La respuesta a un mercado volátil no es parar la compra o venta cuando le venga mal a unos y bien a otros. Si es mercado libre, es libre. No 'no te dejo hacer esto por si luego lo pierdes'. Ya decido yo”, continúa Vivas. “Wall Street no dice 'el mercado es volátil, mejor no hagas esto' a los fondos que deciden ponerse cortos en una empresa. Para mí, Robinhood no está siendo del todo transparente”.

Más allá del enojo de los usuarios, las consecuencias fueron notables: el precio de la acción de GameStop cerró el jueves con una caída del 40%, varios inversores iniciaron una demanda colectiva y políticos tan populares como Alexandria Ocasio-Cortez declararon que era “inaceptable”. “Necesitamos saber más sobre la decisión de Robinhood de bloquear a los inversores minoristas mientras los hedge funds tienen libertad para operar”, tuiteó.

¿Por qué Robinhood suspendió la compra de ciertos títulos?

En una carta enviada a sus usuarios y en una entrevista del CEO en televisión, la empresa explicó que bloqueó la compra de trece títulos concretos (no su venta) porque necesitaba aumentar sus depósitos de garantía para cumplir con la regulación. Más tarde limitó la compra de esos títulos a cinco acciones.

“Como broker, hemos de cumplir muchos requisitos financieros. Uno de ellos es tener dinero en las clearing houses [entidades liquidadoras]. Estos requisitos fluctúan. Y en un momento de gran volatilidad, la fluctuación puede ser importante. Para proteger a la firma y a nuestros clientes, limitamos la compra”, dijo el CEO, Vladimir Tenev, a CNBC.

“No sé si ha sucedido alguna vez, pero no es normal. Entiendo que el broker ve movimientos anormales y decide proteger a su cliente. También puede ser que vean en riesgo su posición: hay clientes que operan a crédito y no pueden responder si un valor se mueve mucho más de lo que está protegido por las garantías depositadas”, valora Nicolás López, director de análisis de renta variable en Singular Bank. En brokers profesionales, añade, sucede con productos derivados. “Son contratos de futuro muy apalancados. El cliente tiene que tener un depósito de garantía suficiente para cubrir la fluctuación normal. Si hay mucho movimiento, le puedes decir: o me haces una transferencia o te cierro la posición”.

La entidad liquidadora asume el riesgo del broker, así que en este caso Robinhood necesitó depositar más dinero para cubrirse las espaldas ante los vaivenes del mercado, en parte provocados por la propia app.

El broker holandés Degiro, que aumentó su actividad estos días, no restringió la compra de acciones de GameStop y otros títulos virales, pero sí la redujo a órdenes limitadas. Consisten en comprar diciendo el precio máximo que puedes pagar. “Con una orden de mercado, pones el número de acciones que quieres y se ejecutan al mejor precio en ese momento. Pero si la acción está subiendo tanto, puede que en el momento justo de comprar no tengas dinero suficiente. Con las limitadas evitas ese problema”, explica Armando Platero, responsable del negocio en España.

Robinhood gana dinero gracias a los fondos

Eso por un lado. Por otro, está la naturaleza del negocio de Robinhood y quiénes son los terceros que se benefician de él. La empresa no cobra comisiones pero solo en el segundo trimestre de 2020 ingresó 190 millones dólares (el doble que el trimestre anterior). ¿Cómo lo hace? A través de los market makers, unos brokers intermediarios no habituales en el mercado español.

Cuando un usuario compra una opción en Robinhood (recordemos: un producto derivado y no la propia acción), su orden se envía a un market maker para que la ejecute. Los market makers ofrecen mejores precios que las Bolsas porque utilizan algoritmos de alta frecuencia para comprar acciones antes que el usuario final. Estos actores pagan a Robinhood una comisión por cada orden que les envía, que además es una valiosa información. “Pueden usar esos datos para hacer más órdenes. Al final, compran y venden con su dinero. Es el saldo de esas operaciones lo que les da un resultado”, explica López.

El principal market maker de Robin Hood, el que más se beneficia de ejecutar órdenes y más ingresos le proporciona, es Citadel. Citadel se benefició de la euforia de los minoristas estos meses. Al mismo tiempo, Citadel es uno de los inversores que metieron 2.000 millones para salvar de la quiebra a Melvin Capital, el fondo bajista que apostaba contra GameStop y que Reddit quiso derrotar. De ahí que los usuarios de Robinhood ataran cabos y sospecharan que la restricción de comprar acciones tenía otras razones detrás.

Si bien este modelo de negocio es legal en Estados Unidos, la SEC, el regulador estadounidense, ha dicho que investigará la decisión de restringir la compra de títulos por parte de Robinhood (y otras apps). El pasado mes de diciembre, la SEC multó a Robinhood con 65 millones de dólares por no dar información clara a sus usuarios sobre la procedencia de sus ingresos a través de los market makers.

Alexis Goldstein, una exprofesional de Wall Street que el jueves estuvo en directo con Alexandria Ocasio Cortez, resume así la situación. “Wall Street trabaja muy duro para saber qué hacen sus competidores. Con Wall Street Bets, no tiene que trabajar. Todo se hace en abierto. Así que los traders de Wall Street conocen el plan de miles de pequeños inversores. Al mismo tiempo, Citadel [gracias a ser un market maker de Robinhood] tiene aún más datos que eso. Esto no va de fondos contra individuales. Va de fondos contra fondos”. En otras palabras: no es David contra Goliat, sino Goliat contra Goliat.

El viernes, la traca final

En el momento de escribir estas líneas, la acción de GameStop cotiza a 282 dólares, un 46% más que en la apertura pero menos que el pico de 470 dólares del jueves. La idea de la legión de redditors era volver a comprar en masa para subir el precio de nuevo. Entre algunos pequeños inversores corría la idea de comprar cuanto antes y vender en el momento que subiera. “Tengo mis últimas treinta acciones con orden de venta cuando llegue a 500”, explica un inversor italiano a elDiario.es. “Hoy es el gran día. Si compras en apertura, puedes doblar lo invertido en cuestión de minutos”, aconsejaba otro de origen español. “Pero tienes que soltar rápido también”

¿Dónde nos lleva todo esto? Como contábamos el otro día, a que a los últimos en salir les explote un petardo en la mano. “La narrativa de ir contra los grandes ya no se sostiene. Ahora que subió el precio, pudieron entrar otros diciendo: aquí podemos sacar tajada”, concluye el director de análisis de Singular Bank. “Una vez el bajista cerró sus posiciones cortas, no tiene sentido que el precio se mantenga mucho más. No tiene la más mínima lógica. Tarde o temprano volverá al precio de antes, porque es especulación pura y dura que acabará en llantos”.

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