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Entrevista

Sebastián Maturano, de la Juventud de la CGT y La Fraternidad: “No sé si hacer un paro cuando hay una nueva ministra tratando de llevar cosas adelante”

Sebastián Maturano, secretario general de la Juventud Sindical de la CGT

Alejandro Rebossio

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Sebastián Maturano es hijo del histórico líder de los maquinistas de La Fraternidad, Omar Maturano. De 36 años, es secretario gremial de ese sindicato y conduce la Juventud Sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT). Recibe a elDiarioAR en su despacho, entre fotos de Juan Domingo Perón y del papa Francisco.

¿Cómo ve la situación política y económica?

La veo realmente con una gran preocupación debido al incremento en la pobreza, al incremento en el desempleo, al incremento en la informalidad. Yo, como secretario de Juventud, veo los índices de los jóvenes de 18 a 25 años, el 47% son pobres. Si son pobres quiere decir que hay varias circunstancias y varias variables que repercuten en eso, porque también hay que ver cómo viene la familia, la educación, si terminó el secundario o no. Hay un gran porcentaje que no termina el secundario y ellos caen en el desempleo o en la informalidad o en la precarización laboral. Van directamente hacia la pobreza. Entonces ahí vemos que hay que buscar herramientas de integración para esos jóvenes, que cada vez van creciendo en los índices.

¿Y cómo ve la coyuntura de las últimas semanas?

Muy revolucionado. Y aparte de la crisis económica, hay una gran crisis política. Ver que no se pueden poner de acuerdo en la Casa Rosada, en el Congreso de la Nación, desde el partido que es oficialista, el Frente de Todos, genera una incertidumbre, no solamente a los que legislan y conducen el país, sino que repercute hacia abajo, para todos los sectores. Todos caen en una incertidumbre. El ministro de Economía no puede hacer esto. El ministro de Trabajo no hacer aquello. El Ministro de Transporte no puede llevar a cabo política de transporte porque dicen que no hay dinero. Yo soy conductor de trenes del sindicato de La Fraternidad y está ese desconcierto. Eso preocupa porque no hay una planificación, solamente vemos un gobierno que puede llegar a atacar soluciones temporarias, no permanentes. Y vos cuando tenés tantos problemas emergentes, no podés planificar y ver de qué manera apuntar tus políticas para sacar el país adelante.

¿Cómo ve el plan este que lanzó el lunes Silvina Batakis?

Un plan bastante medio repetitivo. Mantiene el acuerdo con el FMI, mantiene el tema para que los ahorristas no apunten al dólar, piensan aumentar la tasa de interés de los plazos fijos, están pensando en una reforma administrativa financiera. Quieren reducir el gasto público, no quieren tomar más empleados del Estado. Es algo más de más de lo mismo, más de lo que se estaba haciendo. Pero no podemos juzgar a alguien en una una semana en la función pública, más con la agresividad del dólar. Creo que fue un mensaje a los mercados para ver de qué manera se sale adelante. Esto tiene que salir adelante entre todos, el Estado, el sector trabajador, el sector empresario, una gran mesa donde se pueda debatir y llegar a un consenso. Que esto no termine en una crisis. Porque si cada uno no se hace cargo de los problemas que surgen en cada sector o cada uno toma decisiones sin consultar, va a terminar en mal puerto, como está pasando ahora.

¿Y cómo está el gobierno de Alberto Fernández?

Lo veo debilitado. La oposición y el oficialismo son todos oposición. Tienen un gran poder sobre los medios, eso incide sobre la sociedad, que en 2023 va a votar de nuevo. Veo un gobierno debilitado ya desde cómo asumió. Imaginate un país con toda la deuda externa y lo que influye en la economía argentina. Y después viene un gobierno que mal o bien llevó bien el tema de la pandemia y después lo que repercute la guerra entre Rusia y Ucrania. Es un momento excepcional que le pasó a la Argentina. No sé en cuántos años a qué presidente le pasó todo esto. Pero además de eso, veo una gran fractura en el Gobierno, y eso desestabiliza cualquier planificación política que se pueda llegar a tener desde el Frente de Todos.

Esta medida de que no se incorporen más empleados públicos, ¿afecta también a las empresas ferroviarias estatales?

Sí, afecta.

¿Y cómo ve a esa medida?

La veo mal porque nosotros consideramos que el transporte es totalmente necesario para la logística que hace un país tan extenso y ancho. En 1948, con el peronismo, la mayor cantidad de toneladas y de pasajeros se transportaba en tren. Eso hoy no es una realidad. Se están reactivando diferentes ramales, se está invirtiendo en algunas partes que hacen al corredor de cargas y se están recuperando trenes de pasajeros, pero es poco. Y para que todo eso comience a ser efectivo, necesitás empleados. Entonces yo pienso que esa referencia que hace la ministra de Economía debe estar basada en la administración pública. A pesar de que hay muchos ferroviarios que son de empresas del Estado, no creo que esté apuntando hacia eso. Pero, bueno, eso irá en una discusión de la planificación que tiene que tener con el Ministerio de Transporte para ver cuántos ramales quiere abrir, de pasajeros y de cargas, para ver con qué cantidad de personal ese recorrido puede llegar a ser eficiente.

¿Hay que reabrir las paritarias o es mejor repartir una suma fija por decreto ante tanta inflación?

Nosotros firmamos desde abril de este año hasta octubre un 45%. Nosotros pronosticamos que la inflación iba a ser de un 5% cada mes. Si vemos que la anterior fue un 6%, después un 5,1% y ahora un 5,3%, ya las cuentas no nos están dando, pero tenemos una cláusula de revisión en octubre, luego conocer la inflación de septiembre, para sentarnos a discutir y ver cómo evoluciona. Pero nosotros tenemos las paritarias libres, podemos discutir y después pensar desde octubre hasta marzo cómo va a ir avanzando.

¿Por qué le cuesta tanto a la CGT decidir si marcha o no?

Se debatió si se va a hacer un paro, si se va a hacer una movilización. Hay algunos que están de acuerdo y otros que no, sobre para qué vamos a movilizar sobre los formadores de precios. Yo no sé si también hacer un paro en este momento, en que hay una nueva ministra de Economía tratando de llevar cosas adelante.

¿Por qué con esta inflación que tenemos, que es la mayor en 30 años, no estalla la situación social?

Eso no sucede gracias a la lucha de los sindicatos por el convenio colectivo de trabajo y por las paritarias libres. La CGT lo comprendió, a pesar de su fractura cuando empezó este gobierno, y tomó gran protagonismo. Fue un gran contenedor para que la gente no explote. Pero estamos viendo que muchas cosas que hacen que uno tenga que tomar distancia de ciertas cosas, porque empezamos a ver que dentro de la formalidad ya hay pobres, es pobre, por ejemplo, una familia tipo de cuatro personas que no cobra 90.000 pesos. Entonces ya empezamos a ver que no solamente son pobres los informales, sino también los formales, y eso es una gran preocupación de cada sindicato y de la CGT, que va a tener que tomar alguna medida o cartas en el asunto por esto.

Usted es hijo del líder del sindicato, ¿cómo reacciona cuando lo critican por ser hijo de?

No lo tomo a mal. Y porque sé del origen de donde vengo. Fui conductor en 2008 del Ferrocarril Urquiza, en 2010 pude ser delegado y en 2012 pude ingresar a la Secretaría Nacional, cuando se dio el cambio de estatuto y se crea la Secretaría de la Juventud. Nosotros en 2003, 2004 tuvimos un gran ingreso de jóvenes, debido a que nuestra actividad tenía jornada de ocho horas en lo que es transporte de pasajeros, pero al tener los compañeros tantos arrollamientos, eso causa un estrés postraumático, con tanta cantidad de personas que lamentablemente tienen que arrollar, y se redujo a seis horas la jornada laboral. Entonces ingresó gran cantidad de jóvenes. Hoy aproximadamente los menores de 35 años son un 80%. De ahí se creó la Secretaría de la Juventud. Ahí comenzamos a trabajar, generamos una confianza en todos los ferrocarriles. Hoy en la Secretaría Nacional, de 15 que somos, cuatro somos jóvenes. El primero en ese entonces fui yo. Después cada cosa se va trabajando y lo importante es que la base de los trabajadores que uno representa sepa cómo uno trabaja, cómo uno se mueve y que no es que llega porque tiene la misma sangre que el secretario general.

Si gana la oposición en 2023, ¿cree que aplicará un ajuste como el de Carlos Menem, que cerró tantos ramales?

Va a hacer lo mismo que el gobierno anteriormente, que no pudo gobernar, no pudo proyectar. Una de sus grandes decisiones fue hacer la reforma previsional, la laboral. Van por los sindicatos, van por la ley de asociaciones sindicales. Yo pienso que va a ser difícil... no lo quiero ni pensar ni imaginar, porque realmente me preocuparía más aún. Ya dejaron un país endeudado que nadie sabe o que sí sabemos a dónde se fugó toda la cantidad de dólares que este país se endeudó.

¿El tren perdió terreno por el poder de los Camioneros de Hugo Moyano o porque Menem lo destruyó?

El trabajo de camionero creció en los 90, cuando Menem comenzó a cerrar ferrocarriles y les dio prioridad a la industria del petróleo, a la industria del caucho, a la industria de las automotrices. Yo no creo que sea culpa de ellos, pero nosotros, desde los gremios de transporte, que estamos nucleados en la UGATT (Unión General de Asociaciones de Trabajadores del Transporte), estamos luchando por una Ley Federal de Transporte que regularice esto, en donde se vea el costo logístico que tiene transportar en camión y en tren. Para que sea realmente eficiente, debemos tener vías acordes al transporte de carga y obviamente eso va a repercutir en la góndola. No creo que sea contra el sector de camioneros. Pienso que esa rivalidad no debe existir. Perón en su planificación, tenía como gran actor fundamental en el desarrollo y en el transporte de cargas al tren. Entonces si los compañeros son peronistas, tienen que tener al ferrocarril presente para un país que se desarrolle y que se integre.

AR

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