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Subsidios a la energía: ¿por qué las tarifas son diferentes en cada una de las provincias?

energia
5 de noviembre de 2021 14:03 h

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Tras una polémica por la venta de energía y gas a las distribuidoras provinciales, y el reciente cruce por las tarifas diferenciales entre la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, los especialistas explican que los cuadros tarifarios tienen tres grandes componentes: el precio de la energía, el valor del servicio que cobran las distribuidoras y los impuestos provinciales y municipales que se cobran a través de la boleta. A su vez, todos los especialistas coinciden en que el esquema tarifario actual, a través del cual se perdió “el ajuste hecho entre el 2016 y el 2019”, es una “bomba de tiempo”. 

Luego de que el diario La Voz del Interior publicara días atrás una investigación sobre tarifas a la energía y al gas diferenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires con respecto a Córdoba, aduciendo que el AMBA recibiría beneficios de Nación con respecto al resto de las provincias (con sus distribuidoras, Edenor y Edesur, pagando un precio menor por la energía), Cristina Kirchner salió a apoyar a CAMMESA, empresa mixta que actúa de nexo entre generadoras de energía y distribuidoras provinciales, en su justificación de que las diferencias tarifarias correspondían a motivos que excedían los subsidios, y tenían relación con las decisiones propias de las distribuidoras provinciales, que fijaban las tarifas finales. 

El gobernador de Córdoba, Juan Scharetti, replicó en una conferencia de prensa que la ex presidenta fue la “que más discriminó” a su provincia y que la actual gestión nacional “gobierna para el AMBA”. “Lo que la vicepresidenta Cristina Kirchner no dice es que todos los subsidios van al AMBA”, expresó Schiaretti. 

El ministro de Servicios Públicos de Córdoba Fabián López dijo a su vez que de las 79 distribuidoras a las que Cammesa les vende energía, las dos mayores deudoras del país son Edenor y Edesur. “Deben más de 74.000 millones de pesos, que obviamente vamos a terminar pagando todos los argentinos. EPEC está al día con sus pagos. Si uno factura y no exige el cobro, eso se llama subsidio”, aseguró. “Lo más justo y federal sería que la Nación se retire de la regulación de Edenor y Edesur”, lo que daría lugar a que las tarifas del AMBA sean fijadas por los gobiernos bonaerense y porteño.

¿Las diferencias interprovinciales se explican por un trato diferencial por parte de Nación hacia el AMBA? Los especialistas aseguran que son tres los factores que explican el precio final de la tarifa de la energía. 

-El primero es el precio que pagan las distribuidoras por la energía eléctrica, que es el mismo en todo el territorio nacional: 1760 $/MWh. “Ese fue el punto que resaltaron desde Nación”, asegura Julián Rojo, del Instituto Argentino de la Energía “General Mosconi”. La diferencia entre los $1760 $/MWh y los 5000$/MWh o 6000$/MWh que sale producir la electricidad lo cubre CAMMESA, que absorbe ese costo y luego recibe fondos públicos para cubrirlos, transferencias corrientes conocidas como subsidios a la energía. 

-El segundo componente es el valor agregado de distribución, que lo determina cada ente regulador y es lo que cobra cada distribuidora por prestar el servicio, teniendo en cuenta sus costos particulares. “Hay un montón de factores que afectan esta estructura de gastos: no es lo mismo, por ejemplo, prestar servicio en una ciudad super aglomerada y concentrada, como CABA, que cuando tenés más dispersión como en un pueblo o en una ciudad más pequeña , porque tenes más cableado, más infraestructura”, sostiene Rojo. Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, coincide: “Los costos de distribución son más altos por usuario cuanto menor es la densidad poblacional: el tendido se distribuye entre menos gente, lo que aumenta el precio a pagar”. 

 -El tercer componente son los impuestos. “El IVA lo cobran todas las distribuidoras, pero después tenés lo que se llama la captura de recaudación”, explica Rojo. “En las provincias está permitido que se cobren impuestos municipales a través de la boleta de energía, porque es fácil de recaudar. Eso encarece la boleta final en las provincias. Edenor y Edesur, al estar bajo la jurisdicción de la Nación, no pueden incluir en sus boletas impuestos provinciales o municipales, por lo que eso explica gran parte de las diferencias interprovinciales”, concluye. 

Subsidios y tarifas atrasadas

Las proyecciones del Presupuesto 2021 establecían las transferencias a CAMMESA, empresa mixta encargada del mercado mayorista de electricidad, en casi $441.750 millones de pesos, USD 4.900 millones al tipo de cambio promedio del presupuesto. Sin embargo, para finales de año los subsidios cubrirán solamente el 70% del costo de generar energía, lo que demandará partidas presupuestarias adicionales del orden de los $140.000 millones, que se usarán para cubrir la diferencia entre lo que pagan en promedio todos los usuarios de energía de la Argentina y el costo de generación, que rondaría los 6.000$/MWh (mientras que las distribuidoras provinciales pagan por la misma solamente 1760 $/MWh). Esa diferencia la cubre CAMMESA con transferencias del Estado nacional. 

Para diciembre del 2021, los subsidios a la energía terminarán en un nivel de alrededor del 2,5% en relación al PBI. Consultados por elDiarioAR, desde la Secretaría de Energía no confirmaron ni negaron este pronóstico. 

“Son niveles parecidos a los del 2015, el máximo histórico en términos del peso de los subsidios como porcentaje del PBI”, asegura Caamaño, de la consultora Ledesma. En el último año del gobierno de Cristina Fernández estos subsidios habían alcanzando un nivel de más de tres puntos porcentuales con respecto al PBI. 

“Con este atraso, perdimos por completo el efecto del ajuste tarifario que tuvo lugar entre el 2016 y el 2019. El Gobierno desandó el camino hecho”, sostiene. “Después de las elecciones, el Gobierno probablemente implemente una segmentación tarifaria, y con eso mejore la relación entre el costo de generación y lo que pagan los usuarios residenciales”, asegura Caamaño. Rojo no está tan seguro sobre qué pasará luego de las elecciones del 14 de noviembre. “No hay ningún plan energético que contenga la política tarifaria. Después de las elecciones generales, solo hay incertidumbre sobre los subsidios a la energía y las tarifas”, asegura Rojo. 

La cuestión de los subsidios desencadenó, meses atrás, una fuerte disputa entre el Ministro de Economía, Martín Guzmán y el Subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, alineado con La Cámpora. La permanencia de Basualdo en su puesto, tras discusiones y acusaciones cruzadas, significó una victoria de la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien busca mantener las tarifas energéticas estables, sin aumentos.

Rojo asegura que el Presupuesto 2022 en materia de tarifas energéticas es irreal. “No se puede puede cumplir porque implicaría un aumento muy alto en las tarifas, socialmente inaceptable teniendo en cuenta lo bajo que están los salarios”, añade. El problema, concluye Rojo, es que este nivel de subsidios no solo es fiscalmente insostenible, sino que desalienta la inversión. 

El alza en los subsidios se explica porque el precio de venta de la energía eléctrica fijado por la Secretaría de Energía se encuentra congelado e inamovible desde mayo del 2019, generando un atraso tarifario y un aumento de los subsidios. Esta semana, el Gobierno extendió esa medida para la tarifa eléctrica mayorista hasta fines de abril de 2022, mientras el ministro de Economía Martín Guzmán negocia con el Fondo Monetario Internacional con el déficit fiscal como uno de los ejes centrales de la discusión con el organismo internacional de crédito. 

El cuadro empeora por los costos crecientes de la energía y del gas a nivel mundial, lo que genera más presión sobre las tarifas. “Este año se encareció el petróleo, encontrándose por arriba de los 80 dólares el barril de petróleo a nivel mundial”, sostiene Caamaño. “El costo del combustible va a crecer mucho, por lo que a pesar de que se haga a fin de año un ajuste tarifario o segmentación, va a ser difícil que baje el nivel de subsidios”. 

AS/WC

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