¿Hacer América saludable de nuevo? El informe MAHA del antivacunas Robert Kennedy Jr. incluye estudios falsos y citas de IA

Le llaman MAHA. Aquí aparecen, cada dos por tres, versiones del MAGA –Make America Great Again– para diferentes ramas de la administración de Donald Trump. En este caso, se trata de la sanidad, y el MAHA es hacer de nuevo unos EEUU saludables –Make America Healthy Again–. Al frente se encuentra Robert Kennedy Jr, sobrino de JFK, hijo de Bobby, un negacionista de muchas cosas, entre ellas las vacunas, que dirige el Departamento de Sanidad en el Gabinete de Donald Trump y que días atrás visitó la Argentina y se reunió con el presidente Javier Milei, motosierra en mano.
Esta semana presentó con el presidente de EEUU un informe elaborado por la comisión MAHA, que tenía como objetivo analizar las enfermedades crónicas y las causas del descenso en la esperanza de vida de los estadounidenses. Y el hallazgo más llamativo contenido en ese informe del proyecto MAHA es que recogía estudios falsos, inventados, colados por la Inteligencia Artificial, en una muestra del rigor científico que acompaña a la Administración Trump. Y todo ello mientras recorta fondos para la investigación en agencias federales de salud e instituciones académicas, y rechaza el consenso científico en temas como las vacunas y la atención sanitaria de afirmación de género.
El medio Notus ha sido el primero en descubrirlo. “El secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., afirma que el informe de su Comisión Make America Healthy Again se basa en ciencia de 'máximo nivel', con más de 500 estudios y otras fuentes que respaldan sus conclusiones. Sin embargo, esas citas están plagadas de errores, desde enlaces rotos hasta interpretaciones incorrectas de los resultados. Siete de las fuentes citadas, en realidad, no parecen existir”.
El secretario de Sanidad se negó a revelar detalles sobre quiénes fueron los autores del informe de 72 páginas, que ha apuesta por una mayor supervisión del calendario de vacunación infantil y describe a los niños de EEUU como sobremedicados y malnutridos.
En su información, Notus, por ejemplo, cuenta que la epidemióloga Katherine Keyes figura en el informe de la Comisión MAHA como autora principal de un estudio sobre la ansiedad en adolescentes. Pero cuando el medio se puso en contacto con ella, se mostró sorprendida al enterarse de la cita, y dijo que, si bien investiga la salud mental y el consumo de sustancias, no escribió el artículo mencionado: “El estudio citado no es un trabajo real en el que yo o mis colegas hayamos participado, no publicamos ningún artículo en JAMA Pediatrics sobre esto con ese grupo de coautores, ni con ese título”.
Notus también detectó graves problemas en la forma en que el informe interpreta algunos de los estudios que cita. Por ejemplo, en una sección dedicada a la medicación para la salud mental —tema contra el que Kennedy lleva años arremetiendo—, el informe menciona un estudio que, según afirma, demuestra que la terapia por sí sola es tan eficaz o más que los medicamentos psiquiátricos. Pero uno de los estadísticos que participó en ese estudio reconoció a Notus que esa conclusión no tiene sentido, ya que su investigación ni siquiera intentó medir o comparar la eficacia de la terapia como tratamiento para la salud mental.
Según un análisis de The Washington Post, de las 522 notas al pie de página que citan investigaciones científicas en la versión inicial del informe, al menos 37 aparecen varias veces. Otras citas incluyen autores incorrectos, además de que varios estudios mencionados en el extenso informe de salud no existen como destapó Notus.
Algunas referencias incluyen el término oaicite adjunto a las URLs, una señal clara de que la investigación fue recopilada utilizando inteligencia artificial, dice TWP. La presencia de oaicite indica el uso de OpenAI, una empresa estadounidense de inteligencia artificial. Una característica común de los chatbots de IA, como ChatGPT, es la repetición inusual de contenido que no suena natural o que es inexacto, además de la tendencia a idear estudios o respuestas que parecen coherentes, pero que en realidad no existen.
Casi la mitad de las 522 citas en la versión inicial del informe incluían enlaces a artículos o estudios. Pero en el análisis realizado por The Washington Post de todas las referencias del informe se encontró que al menos 21 de esos enlaces no funcionaban.
El gobierno de Trump encargó este informe para investigar las causas profundas de las enfermedades crónicas en EEUU. Desde la exposición a pesticidas y microplásticos hasta la radiación de los teléfonos móviles y los colorantes alimentarios, el documento señala numerosos posibles factores. La comisión también tiene previsto publicar en agosto un informe titulado “Estrategia para que nuestros niños vuelvan a estar sanos”.
Kennedy promovió el informe con entusiasmo, calificándolo de “hito” en X: “Nunca en la historia de Estados Unidos el gobierno federal había asumido una postura sobre la salud pública como esta”.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, y la portavoz del Departamento de Salud, Emily Hilliard, reconocieron inconsistencias en las citas, pero las calificaron como “problemas de formato”.
“Entiendo que hubo algunos problemas de formato en el informe MAHA que están siendo corregidos”, dijo Leavitt en la sala de prensa de la Casa Blanca este jueves, “y que el informe será actualizado, pero eso no invalida su contenido, que, como usted sabe, es uno de los informes de salud más transformadores que jamás haya publicado el gobierno federal y se basa en una ciencia sólida que nunca antes había sido reconocida por las autoridades federales”.
“Se han corregido errores menores de citas y formato, pero el contenido del informe MAHA sigue siendo el mismo: una evaluación histórica y transformadora del gobierno federal para entender la epidemia de enfermedades crónicas que afecta a los niños de nuestro país”, dijo Hilliard a Notus en un comunicado.
La administración actualizó el informe MAHA para eliminar las siete referencias a estudios que no existen.
El informe MAHA de Kennedy ya había generado preocupación entre los seguidores de Trump, incluidos agricultores que criticaron la forma en que el documento describía los químicos utilizados en los cultivos estadounidenses, informa Associated Press.
Se espera que el informe sirva para elaborar recomendaciones de políticas públicas. La Casa Blanca pidió al Congreso un aumento de US$500 millones en el presupuesto para la iniciativa MAHA de Kennedy.
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