Con el voto en contra de Argentina y EEUU, la ONU aprueba una resolución contra los abusos de Israel en Gaza

La Asamblea de la ONU aprobó una resolución de España y Palestina contra los abusos de Israel en Gaza con el voto en contra de EEUU e Israel, junto con otra decena de países, como Argentina, Hungría y Paraguay. La resolución salió por 146 votos, 12 en contra y 19 abstenciones.
El voto de este jueves llega después de la “inacción” del Consejo de Seguridad —bloqueado ante el veto constante de EEUU—, señalan fuentes diplomáticas a elDiario.es.
En efecto, la semana pasada, EEUU vetó una resolución (14 votos a favor y solo uno en contra) que solicitaba un alto el fuego inmediato, la liberación de los rehenes y la restitución de la ayuda humanitaria en un momento en el que la población no tiene nada que comer tras 80 días de bloqueo absoluto y un programa de ayuda del que fue excluida la ONU, que no cumple los estándares humanitarios y que se convirtió en escenario de nuevas matanzas de hambrientos.

El texto de España recoge buena parte de las peticiones que recogía la resolución del Consejo de Seguridad, pero además eleva considerablemente el tono con Israel e incluye una petición de rendición de cuentas por sus violaciones del derecho internacional.
“Subraya la necesidad de la rendición de cuentas para garantizar el respeto por parte de Israel de las obligaciones que le incumben en virtud del derecho internacional y, a este respecto, insta a todos los Estados miembros a que adopten individual y colectivamente todas las medidas necesarias, de conformidad con el Derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas, para garantizar el cumplimiento por parte de Israel de sus obligaciones”, sostiene el texto.
El texto solicita un alto el fuego incondicional e inmediato, la liberación de los rehenes, el fin del bloqueo y la restitución de la ayuda humanitaria a manos de la ONU, así como el fin a las matanzas de trabajadores de la ONU y acabar con los abusos en Cisjordania.
“Demanda a Israel, la potencia ocupante, terminar inmediatamente el bloqueo, abrir todos los pasos fronterizos y asegurar que la ayuda llega a la población civil palestina en toda la Franja”, sostiene el el borrador. “Condena todo uso de la inanición de civiles como método de guerra y la denegación ilegal del acceso humanitario”.
“Expresa su profunda preocupación por la escalada de violencia y las violaciones del derecho internacional en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, que ha sido testigo de la intensificación de los desplazamientos forzosos, la actividad de asentamientos, la violencia de los colonos, el uso ilegal de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes, las detenciones arbitrarias y la demolición o incautación de viviendas palestinas e infraestructuras esenciales”, añade el texto.
A diferencia de las resoluciones del Consejo de Seguridad, los textos aprobados en la Asamblea General de la ONU carecen de carácter vinculante, pero sirven como termómetro del apoyo del que goza Israel tras 20 meses de masacre. A diferencia del Consejo de Seguridad, en la Asamblea sí se han aprobado numerosas resoluciones favorables a Palestina, ya que solo requieren una mayoría simple.
Esta iniciativa llega cuando se superó ya la cifra de 55.000 palestinos muertos en la Franja de Gaza y en vísperas de la conferencia internacional por la solución de los dos Estados en Oriente Medio, prevista desde el próximo 17 de junio y organizada por Francia y Arabia Saudí.
España lidera en la UE junto a otros países como Irlanda la postura más favorable a los palestinos, lo que se manifestó ya el pasado mayo de 2024 con su reconocimiento al Estado palestino, un paso que aún no han dado las otras potencias europeas como Francia, Alemania, Italia o el Reino Unido.
La resolución lleva al menos dos semanas negociándose para concitar el mayor apoyo posible, más allá del que ya se da por descontado entre los países árabes e islámicos, en un momento en que algunas potencias occidentales, tradicionales aliadas de Israel, comienzan a mostrar su descontento con el Estado israelí por sus trabas a la ayuda humanitaria, como es el caso del Reino Unido, Canadá o Australia. Estos últimos, junto con Noruega y Nueva Zelanda, se han convertido esta semana en los primeros países occidentales en imponer sanciones contra ministros extremistas y racistas del Gobierno de Netanyahu.
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