Aumenta a 1.297 la cifra de muertos por el sismo de Haití
Al menos 1.297 personas murieron por el terremoto que sacudió a Haití, informó este domingo el servicio de protección civil, en una actualización que casi duplica los decesos reportados en un informe previo.
“La cantidad personas muertas por el terremoto subió a 1.297 el 15 de agosto”, dijo el servicio, que también actualizó a más de 5.700 los heridos, que hasta ahora eran 2.800, informó la agencia de noticias AFP.
“Es probable que haya un gran número de víctimas y daños importantes, y es probable que el desastre sea generalizado”, informó este domingo el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), al emitir una alerta roja “por muertes relacionadas con temblores y pérdidas económicas” que, de acuerdo al organismo, requerirán una respuesta internacional.
Según el USGS, el sismo que se produjo el sábado por la mañana en Haití causó “peligros secundarios como deslizamientos de tierra” que podrían haber provocado nuevos fallecidos.
El terremoto, que ya forma parte los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en Latinoamérica, se registró a unos 12 kilómetros de la localidad de Saint-Louis du Sud, con un hipocentro de 10 kilómetros de profundidad, y también se sintió en la República Dominicana y Cuba.
Tras calificar de “dramática” la situación a causa del siniestro, el primer ministro, Ariel Henry, quien asumió el cargo el 20 de julio, declaró ayer el estado de emergencia.
Tras el sismo se produjeron cinco réplicas, entre ellas una de magnitud 5,2 a 17 kilómetros de la localidad de Chantal, también a 10 kilómetros de profundidad.
Haití, considerado el país más pobre del hemisferio occidental, aún vive con el impacto del catastrófico terremoto de 2010 y en un estado de agitación política desde el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise.
En enero de 2010, un sismo de magnitud 7 dejó 200.000 muertos y 300.000 heridos. Entonces, más de un millón y medio de haitianos se quedaron sin hogar, dejando a las autoridades de la isla y a la comunidad humanitaria internacional ante un reto colosal en un país que carece de un registro de tierras y de códigos de construcción.
“Muchas casas están destruidas, hay muertos y muchos están en el hospital”, dijo a la agencia de noticias AFP Christella Saint Hilaire, quien vive cerca del epicentro.
En Les Cayes, la tercera ciudad del país, un hotel de varios pisos se derrumbó mientras que en Jeremie, donde viven más de 200.000 personas, los daños también son graves.
“Las casas y los muros que las rodean se han derrumbado. El tejado de la catedral se derrumbó”, aseguró Job Joseph, un residente.
Las labores de rescate podrían verse empañadas por la cercanía de la tormenta tropical Grace, que amenaza con lluvias e inundaciones, según el servicio meteorológico estadounidense.
Pero además de los daños provocados por el sismo, Haití enfrenta una delicada situación política. A pesar de que el Ministerio de Salud envió rápidamente personal y medicinas a la península del sureste afectada por el sismo, el arribo está condicionado por la inseguridad, ya que bandas armadas bloquean el único camino que une la zona con la capital.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, expresó el sábado sus condolencias con los familiares de las víctimas y aseguró que el organismo “está trabajando para apoyar las labores de rescate y socorro”.
El Papa pide por Haití
Por su parte, el papa Francisco pidió este domingo a la “comunidad internacional” que “muestre un interés compartido” con el pueblo de Haití por el violento terremoto del sábado.
Tras el rezo del Ángelus, el Papa dedicó sus “oraciones al Señor por las víctimas”, y ofreció “su palabra de aliento a los sobrevivientes, con la esperanza de que la comunidad internacional muestre un interés compartido por ellos y que la solidaridad de todos pueda aliviar las consecuencias de la tragedia”.
Según informó Vatican News, el Papa dedicó sus oraciones “a esas queridas personas que han sido duramente golpeadas por el terremoto”, que tuvo su epicentro a 160 kilómetros de la capital Puerto Príncipe.
Por su parte, la Iglesia latinoamericana y caribeña emitió un comunicado para expresar la solidaridad con Haití.
“Haciendo nuestra su situación en este momento de emergencia, con el propósito de desarrollar acciones pastorales conjuntas encaminadas a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana”, dice el texto firmado por el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Cáritas (SELACC), la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR).
CB/CRM con información de agencias
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