Brasil está cerca de vetar a Huawei en 5G
Brasil puede convertirse en el primer país latinoamericano en excluir a la empresa china Huawei de sus redes 5G. Según revelan Folha de San Pablo y Reuters, el gobierno de Jair Bolsonaro está evaluando opciones legales para vetar a la compañía de telecomunicaciones, que ha estado en el centro de la batalla tecnológica entre Estados Unidos y China en los últimos años.
De acuerdo al diario Folha de San Pablo, es el general Augusto Heleno, a cargo del gabinete de Seguridad Institucional, quien se encuentra preparando un decreto presidencial para excluir a la empresa. En paralelo, el Ministerio de Comunicaciones evalúa los requerimientos de seguridad para las redes. Huawei se prepara para realizar una demanda ante el Tribunal Supremo Federal en el caso de que se anuncie el decreto.
El gobierno de Bolsonaro sostiene que el Partido Comunista Chino podría espiar a otros gobiernos a través de Huawei, un discurso que también ha promovido el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que no cuenta con ningún tipo de evidencia que lo respalde. El gobierno norteamericano fue uno de los primeros en excluir a la empresa de sus redes 5G y presiona para que otros países sigan su curso. Hasta ahora, sólo un puñado de ellos (Reino Unido, Canadá, Australia y Japón, entre otros) han anunciado un veto. Huawei es líder en la provisión de equipamiento en 5G. Las europeas Ericsson y Nokia son las únicas dos alternativas viables que se han perfilado para contrarrestar a la compañía china, pero su desarrollo y escala sigue siendo menor, y su costo mayor.
Brasil se ha adherido a la iniciativa estadounidense Redes Limpias (Clean Network) que busca limitar la presencia de la empresa china en las redes de telecomunicaciones. “Brasil se aleja de la tecnología china”, fue uno de los tweets que publicó Eduardo Bolsonaro, hijo del Presidente, con respecto al apoyo al proyecto. El diputado luego tuvo que borrar los mensajes, en los que se refería al Partido Comunista Chino como una entidad “agresiva y enemiga de la libertad”. Los comentarios generaron una fuerte respuesta diplomática de China, que exhortó al gobierno a “dejar de seguir la retórica de la extrema derecha estadounidense (...) Caso contrario, soportarán las consecuencias negativas de cargar la responsabilidad histórica de perturbar la normalidad de la alianza China-Brasil”.
La decisión, de confirmarse, libraría no sólo una batalla judicial con Huawei sino también con las empresas de telecomunicaciones, que ya utilizan equipamiento de la compañía china para sus redes 3G y 4G, y que se verían obligadas a reemplazarla. Huawei es la empresa líder en el sector de telecomunicaciones brasileño; según Folha, retirarla de las redes podría durar tres años y costar 150 mil millones de reales. El gobierno podría financiar el reemplazo, pero el riesgo de acciones legales de las operadoras brasileñas es alto.
El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, se distanció de los planes del gobierno. “Va a costar mucho más caro, porque tienes que desmontar todo lo que tienes aquí (...) ¿Y quién va a pagar la factura? Los consumidores”, dijo. Mourão, de origen militar, es uno de los pocos funcionarios del gobierno que ha intentado cuidar la relación de Brasil con China, su principal socio comercial. Rodrigo Maia, el presidente de la Cámara de Diputados, es otro de los actores de peso que se opone al decreto.
Para Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Exteriores de la Fundación Getulio Vargas, la posible decisión revela hasta qué punto Bolsonaro está dispuesto a sacrificar sus chances de reelección para continuar con el proyecto de acercamiento a Estados Unidos. “Bolsonaro necesita ser más pragmático para reelegir y ocupar más el centro, para defenderse contra un rival como (el gobernador de San Pablo) Joao Doria. Está decisión lo enfrenta a la élite ecónomica, que quiere la participación de Huawei”, dijo a elDiarioAR.
La decisión final sobre la participación de Huawei en las redes 5G deberá tomarse en 2021. De confirmarse el veto, Brasil se convertiría el primer país latinoamericano en alinearse a la estrategia de Estados Unidos, cuya oposición a la participación de la compañía china en la construcción de la nueva red es de carácter bipartidario, y posiblemente siga con la nueva Administración, aunque en otro tono. El mensaje geopolítico de Brasil sería de alto calibre, y promete repercutir en la relación del gigante con China, al igual que en las decisiones que tome el resto de la región respecto a 5G, que también se esperan para el año que viene.
NZ
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