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PERFIL

Quién es Gavin Newsom, el hombre que se convirtió en el principal oponente de Trump tras rebelarse contra la militarización de Los Ángeles

Washington
El gobernador de California, Gavin Newsom, durante una rueda de prensa en Gemperle Orchard el 16 de abril de 2025 en Ceres, California.
12 de junio de 2025 08:27 h

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“La democracia está siendo atacada ante nuestros ojos; ha llegado el momento que tanto temíamos”. Estas palabras de Gavin Newsom (San Francisco, 1967), en un video difundido el martes por la noche, siguen resonando en muchas personas defensoras del Estado de Derecho en California y el resto de EEUU: la militarización de la seguridad ciudadana y de la respuesta a las movilizaciones de protesta es algo que Donald Trump está ensayando en California, uno de los históricos bastiones demócratas, y cuyo gobernador no podrá repetir en las elecciones de noviembre de 2026 por la limitación de mandatos.

Pero sí quedaría disponible para una hipotética carrera presidencial demócrata. Ya el verano pasado, después del fiasco de Joe Biden en el cara a cara con Trump, Newsom sonó como posible relevo del ya ex presidente, pero la estructura del Partido Demócrata y el propio Newsom se inclinaron por la entonces vicepresidenta, Kamala Harris, que fue aclamada en la convención demócrata sin proceso de primarias.

Harris (Oakland, 1964), del otro lado de la Bahía de San Francisco, perdió, y está por ver qué pasos da en su carrera política: si aspira intenta repetir como candidata presidencial, como gobernadora de su Estado, ahora que quedaría huérfano con la marcha de Newsom, o si se mantiene al margen.

Newsom, licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Santa Clara, fue dos legislaturas alcalde de San Francisco (2003-2011), su ciudad natal, antes de dar el salto al gobierno de California, donde tiene los meses contados.

Como gobernador, participó activamente en los últimos procesos electorales apoyando las candidaturas de Biden y Harris, hasta el punto de participar en un recordado debate en la FOX, en noviembre de 2023, un año antes de las elecciones presidenciales, con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien aún no había abandonado las primarias republicanas: un verdadero ensayo de lo que puede ser un cara a cara presidencial entre dos modelos antagonistas de país.

En un momento dado del debate, ante la clásica retórica republicana de los últimos tiempos sobre migración, que es la que ha conducido a Trump a movilizar los marines en Los Ángeles, Newsom le decía a DeSantis: “Estás provocando a la gente y tratando de encontrar migrantes para hacer la política, para intentar conseguir noticias y atención y así superar a Trump. Por cierto, ¿cómo te está yendo, Ron? Estás 41 puntos por debajo en tu propio estado”.

Y cuando DeSantis le habló de un libro escolar que calificó de “pornográfico”, Newsom respondió: “La conclusión es que eres un censor de libros. Tu estado ha prohibido 1.406. No ofrecemos entre preescolar y hasta tercer grado, ese tipo de plan de estudios. Es una invención. Estos tipos se lo inventan. Es parte de esta purga cultural”.

Newsom apuntaba a dos ejes fundamentales de lo que está pasando en Los Ángeles estos días y que le están haciendo crecer como antagonista de Trump: los bulos, la manipulación, los inventos, el sobredimensionamiento de los problemas con fines políticos y la batalla cultural criminalizando desde la migración hasta la educación sexual.

“Ya no hay controles ni contrapesos”, alertaba este martes por la noche Newsom ante la gestión de la protesta que está haciendo Trump, equiparando la migración con los peores delitos posibles y sobredimensionando unos altercados en unas calles muy concretas de la ciudad más grande de EEUU, con un área metropolitana de 12 millones de habitantes: “El estado de derecho ha ido cediendo terreno al gobierno de Trump. Los padres fundadores no vivieron ni murieron para ver este tipo de momentos, es hora de que todos defendamos la justicia. [...] Sé que muchos sienten una profunda ansiedad, estrés y miedo, pero quiero que sepan que son el antídoto contra ese miedo y esa ansiedad”.

Newsom, a quien Donald Trump gusta llamar Newscum, haciendo un juego de palabras despectivo con el término scum –escoria–, evita entrar al barro con el presidente, pero no el enfrentamiento directo: en estos días ha dejado un momento televisivo para el recuerdo de esta crisis, cuando emplazó al zar antimigración de Trump, Tom Homan, a detenerle, después de que éste hubiera abierto la puerta a ello.

“Que me detenga”, dijo Newsom el domingo por la noche en la NBC: “Que venga a por mí y me arreste. Que lo haga de una vez. La verdad, me da igual. Me importa mi comunidad. ¿Qué demonios están haciendo? Estos tipos tienen que madurar. Tienen que parar, y nosotros tenemos que plantarles cara”.

La reacción de Trump fue, una vez más, echar gasolina al fuego. ¿Debería detener Homan a Newsom?, le preguntaron al presidente este lunes: “Yo lo haría si fuera Tom”, respondió Trump.

De momento, nadie se ha atrevido a detener a Newsom, quien ha seguido avanzando en su oposición a Trump por la vía judicial: mientras el presidente de EEUU juega a saltarse las leyes, buscar sus límites o incluso retorcerlas, el gobernador de California, como antes los migrantes, las universidades y los perjudicados por los aranceles, buscan el amparo del Estado de Derecho y los marcos normativos.

Así, primero denunció a la Administración Trump por abuso de poder con la apropiación de la Guardia Nacional de California, y después con la movilización de los marines, para lo cual hay una vista fijada para este jueves.

“Lo que más desea Donald Trump es su silencio, que sean cómplices en este momento. No cedan ante él”, decía en su mensaje a los californianos este martes. Y, en efecto, Newsom se está prodigando en redes, incluso para comparar a Trump con el emperador Palpatin, la personificación del lado oscuro y del mal en la Guerra de las Galaxias.

¿La militarización de California es un ensayo? La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, lo lleva afirmando varios días, y este miércoles la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, no ha desmentido las informaciones que circulan acerca de nuevos despliegues unilaterales de la Guardia Nacional en estados y ciudades demócratas, a los que la Administración Trump quiere hacer pasar como cómplices de la “invasión de migrantes delincuentes y violadores” y de las protestas de “criminales pagados”.

Eso sí, jamás la Casa Blanca muestra pruebas ni de la connivencia entre unos y otros, ni del porcentaje de migrantes delincuentes frente a los que no lo son ni, mucho menos, de dónde sacan que los alborotadores estén siendo pagados ni por quién. Pero el contexto para la Administración Trump es el de la sospecha indiscriminada y la presunción de culpabilidad.

MIentras tanto, ante la minoría de los demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado y la ausencia de una estructura partidaria equivalente a la que pudiera existir en otros países, el perfil de Newsom se presenta como el principal referente de la oposición y antagonista a Trump.

“Es un momento importante para Newsom, ampliamente considerado como uno de los principales candidatos presidenciales demócratas, y que se ha implicado en el conflicto de una manera que le ha situado como líder de la oposición”, afirmaba este miércoles The Wall Street Journal.

Preguntado por el WSJ por sus aspiraciones presidenciales, contestaba: “No estoy pensando en presentarme, pero es un camino que puede andarse”.

Queda mucho para noviembre de 2028, pero lo cierto es que Newsom, el hombre que logra desquiciar a Trump, se está colocando a la cabeza en la parrilla de salida demócrata.

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