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El balotaje del domingo en Brasil
Mentiras y corrupción, ejes de un debate casi sin propuestas entre Lula y Bolsonaro

Lula y Bolsonaro, en la previa del debate antes del balotaje que define al presidente de Brasil para los próximos cuatro años.

elDiarioAR

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“Es un mentiroso”, arrancó el presidente. “Bolsonaro es uno de los grandes mentirosos de la historia”, contraatacó el ex mandatario. Apenas habían pasado cinco minutos cuando los dos candidatos que pasaron a la segunda ronda para las elecciones presidenciales de Brasil del próximo domingo dejaron en claro cuál sería el nivel del último debate.

A poco de terminar el debate, las consultoras que midieron en tiempo real coincidieron en que la confrontación benefició al expresidente Lula. A la salida del estudio, consultado por una periodista, Bolsonaro dijo que respetará el resultado de las urnas, sea cual fuere.

El ex presidente y el actual mandatario de ultraderecha cruzaron agravios en el último debate presidencial. La pandemia, el rol de Brasil en el mundo y hasta la compra de viagra para el Ejército, temas de las acusaciones. El rechazo al aborto, la única coincidencia. Las mentiras y los cargos mutuos sobre corrupción fueron eje.

Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, por una coalición de fuerzas que lidera el Partido de los Trabajadores (PT) protagonizaron un debate al que llegaron con un ajustado margen, según las últimas encuestas que de todos modos dan ganador al ex mandatario. De acuerdo con Datafolha Lula se aproxima a la victoria con 53% de los votos válidos. En desventaja, con 47%, el actual jefe de Estado precisará atraer toda esa franja de población que todavía duda. Con ese margen, ambos decidieron jugar a todo o nada.

“Es un mentiroso”, fue lo primero que le dijo Bolsonaro. Lula, quien busca conquistar los votos del electorado católico y evangelista que constituye la base del actual presidente, comenzó agradeciendo a Dios.

En un formato más parecido a un show que al tradicional de los candidatos detrás de los atriles, Lula y Bolsonaro se turnaban para caminar hacia el frente y, mirando a cámara, mantener un diálogo en el que no dudaron en decirse de todo. “Bolsonaro es uno de los grandes mentirosos de la historia”, dijo Lula sobre su adversario.

Si bien el encuentro se dividió en bloques con distintas consignas, se trató de un intercambio caótico, en el que se dieron muchas discusiones y los postulantes hicieron un despliegue con marcada gestualidad en el escenario.

Como el esquema lo permitió, Lula y Bolsonaro se hicieron preguntas, pero muchas no fueron respondidas, teniendo en cuenta que el moderador no estaba presente a todo momento y la pelea política tomaba cada vez más cuerpo.

“Robaste el fondo de Petrobras”, lo criticó Bolsonaro. “Perdonad a los ignorantes porque no saben lo que hacen”, siguió Lula en su segunda frase destinada al electorado religioso. Y luego, sin titubear, continuó: “este ciudadano está desequilibrado”.

Lo cierto es que en la primera media hora de debate que transmite la cadena O Globo, sólo se escucharon chicanas.

Respeto por la Constitución, racismo, combate de la pobreza fueron algunos de los temas planteados en el debate. Ninguno de los candidatos pudo ir más allá de las críticas que de tan fuertes parecían que en todo momento estaba a punto de virar hacia los insultos.

“Lula defendés la invasión de tierras, en tu gobierno hubo 20 invasiones por mes, en el mio la redujimos a cinco, ¿porque invadieron tanto la propiedad privada en tu tiempo?”, le lanzó Bolsonaro cuando el tema de debate era el respeto por la Constitución. “Vos no tenés respeto por la Constitución, lo que que tenés es miedo de la Constitución”, le retrucó el ex presidente.

Como era previsible, Bolsonaro no desperdició la oportunidad de sacar el tema de la interrupción voluntaria del embarazo. Es que sorpresivamente y en busca de los votos evangélicos, Lula anunció que él también estaba en contra del aborto.

“Sos abortista, no tenés respeto por la vida”, le achacó el presidente. Con los ojos furiosos Lula le respondió: “Estoy contra el aborto y mi mujer esta contra el aborto, respeto la vida porque tengo cinco hijos, nietos y hasta bisnieto. Conmigo no”.

Casi como un resumen de lo que fue el debate en el que no se escucharon propuestas, Lula le achacó a su rival haber comprado viagra para las fuerzas armadas en lugar de pañales para los geriátricos. Ofendido, Bolsonaro le respondió: “el viagra se usa para varios tratamientos”. Lula se le aproximó e insistió: “¿para qué tratamientos se usa el viagra? ¿eh?, responda... es que sólo las fuerzas armadas tienen derecho a...”. Y antes de que pudiera terminar la frase el presidente le retrucó “¡para la próstata!”.

“¿Cuándo va a resolver Bolsonaro el tema del hambre?”, preguntó el ex mandatario, que en varias oportunidad hizo un guiño a la religión y se refirió a Dios: “Padre, perdona a los ignorantes”.

El tema del hambre fue uno de los pocos que tuvo respuesta de parte del presidente de Brasil, que dijo no negar la situación de pobreza de parte de la población, pero justificó que durante su mandato tuvo lugar la pandemia de coronavirus.

“La gente vivió conmigo, por eso me dieron la victoria en el primer round. Si hay un tipo que sabe cuidar niños, trabajadores, soy yo. Vive ofendiendo a la gente. Y no respeta la Constitución”, recalcó Lula.

“Si Bolsonaro no sabe cómo responder, te doy una pista. ¿Hiciste una reforma de pensiones, y aumentaste el tiempo para que un trabajador se jubile? El jubilado también se muere de hambre, porque no hay aumento del salario mínimo”, agregó.

Aislados del mundo

Hubo un tramo, no menor, sobre Brasil en el contexto internacional. Apareció allí la Argentina.

Lula da Silva aprovechó para acusar a Bolsonaro de haber adoptado una política externa que aisló a Brasil de todo el mundo. “Brasil era un gran protagonista internacional durante mi gestión y en su gobierno se convirtió en un paria. Nadie quiere conversar con Brasil y ningún país quiere recibir a Bolsonaro”, afirmó el líder progresista, favorito para las presidenciales del domingo.

Según el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), al adoptar una política en la que se niega a dialogar con los países que no concuerdan con su ideario ultraderechista, Bolsonaro dejó a Brasil “más aislado que Cuba”, una inusual referencia en boca de Lula

“Estamos más aislados que Cuba. Ningún país quiere recibirlo. Ningún presidente de ningún país quiere venir aquí”, afirmó el candidato opositor al recordar las disputas que el jefe de Estado de Brasil ha tenido con varios líderes mundiales, principalmente europeos, por sus cuestionadas políticas ambientales y climáticas.

El líder progresista aseguró que la política externa de su Gobierno tuvo gran reconocimiento mundial al punto que Brasil se convirtió en uno de los creadores del foro Brics (que agrupa a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de la comunidad de países latinoamericanos. Lula dijo que, en su condición de candidato y sin representar a Brasil, fue recibido en los últimos meses por el canciller de Alemania, por el primer ministro de Francia y por el presidente del Gobierno de España.

“En cambio Bolsonaro tan solo fue recibido por el rey de Arabia Saudí, que él cree que es democrático”, agregó.

Bolsonaro respondió que su política externa le permite a Brasil tener actualmente relaciones con 190 países y una balanza comercial con valores récords. “Estamos avanzando en el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea. El mundo árabe nos recibe de brazos abiertos. Conversé recientemente con el presidente (de Estados Unidos, Joe) Biden. Estamos muy bien en el mundo. Afuera del país están apoyando mi elección”, dijo el mandatario.

Según Bolsonaro, la política externa de Lula se limitó a ofrecerle dinero a los países gobernados por presidentes con afinidad ideológica, como los de Cuba, Venezuela y Argentina.

El líder ultraderechista recordó los millonarios préstamos ofrecidos por el banco de fomento al desarrollo brasileño para la construcción del metro de Caracas y de un puerto en La Habana que hasta ahora no han sido pagados. “El contrato con Cuba dice que la garantía de ese préstamo era tabacos cubanos. Es una vergüenza”, dijo.

Con información de EFE y NA

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