Netanyahu impulsa la ocupación total de Gaza en medio de una crisis humanitaria

Benjamín Netanyahu ya lo ha dado a entender en otras ocasiones: su objetivo final es ocupar toda la Franja de Gaza, después de haber supervisado una brutal campaña militar que ha destruido el territorio palestino y las posibilidades de vida para su población.
Ahora, con una hambruna en Gaza provocada por varios meses de rígido bloqueo israelí –incitado por los ministros más radicales del Gobierno de Netanyahu, que han instado a cortar todos los suministros a los palestinos y a tratarlos como animales–, el primer ministro vuelve a poner sobre la mesa la “ocupación total” de la Franja mientras consuma su deriva autoritaria a nivel interno. Netanyahu intenta purgar a todos aquellos enemigos internos que tratan de frenar sus planes en un momento en el que aumentan las voces dentro y fuera del establishment para terminar la guerra de castigo contra los palestinos. Uno de sus principales objetivos es la fiscal general del país, Gali Baharav-Miara, figura clave para mantener la independencia judicial, la separación de poderes y el control sobre el Ejecutivo.
Según los medios israelíes, Netanyahu había convocado para este martes una reunión del gabinete de seguridad (encargado de tomar decisiones respecto a la guerra de Gaza) para presentar un plan para reocupar Gaza, de donde Israel se retiró y desmanteló los asentamientos en 2005.
Sin embargo, el gabinete de seguridad no se reunió el martes después de que se publicaran filtraciones sobre ese supuesto plan para ampliar la ofensiva y la presencia de las tropas en el enclave palestino, así como la oposición de algunos estamentos de seguridad. Tras los rumores sobre las discrepancias entre el Ejecutivo y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el primer ministro sí se ha reunido con él durante tres horas, según un escueto comunicado de su oficina.
Durante el encuentro, el jefe del Ejército, Eyal Zamir, “presentó opciones por las cuales seguir con la campaña en Gaza”. “Las Fuerzas de Defensa de Israel están preparadas para llevar a cabo cualquier decisión del gabinete de seguridad”, ha afirmado la oficina de Netanyahu, sin aclarar cuándo se reunirá ese órgano integrado por ministros y altos cargos de seguridad y militares.

Fricciones con el Ejército
Ante las tensiones con las fuerzas armadas, El ministro de Defensa, Israel Katz, también señaló el martes que cuando su Gobierno tome las decisiones sobre la próxima etapa de la ofensiva, el Ejército deberá aplicarlas, y que es su papel asegurarse de que lo haga.
Durante una visita a Gaza, el titular de Defensa afirmó que es necesario que las fuerzas israelíes tengan una presencia permanente en la llamada ‘zona de amortiguación’, que el ejército ha ido ampliando en los pasados meses en todas las áreas de la Franja fronterizas con el Estado hebreo. Según el ministro, las FDI deben estar desplegadas entre “el enemigo” y los civiles, para evitar otros ataques como el que lanzó el grupo palestino Hamás contra comunidades del sur de Israel en octubre de 2023. “Esta es la principal lección del 7 de octubre”, afirmó Katz en declaraciones recogidas por el periódico Haaretz.
Los planes del Ejecutivo se traducirían en una prolongación de la guerra, en la que han muerto más de 450 uniformados, y los dirigentes militares ya han señalado anteriormente que se oponen a permanecer en Gaza a largo plazo por el riesgo que conllevaría para las tropas una guerra de baja intensidad con Hamás. Además, el Ejército está haciendo frente a un número cada vez mayor de reservistas que rechazan volver a Gaza después de un primer periodo y también han aumentado los soldados que se han suicidado –según cifras reveladas por medios israelíes, 17 en los que va de año–.
El lunes, el jefe del Estado Mayor de la Defensa emitió un comunicado en el que anunciaba que los soldados hombres no tendrán que servir cuatro meses más del periodo que les corresponde. “Se ha decidido dar a los soldados algo de espacio para respirar, a la luz de los intensos combates en distintos sectores de las fuerzas armadas en los últimos dos años”, explicó en un comunicado. De esta forma, el Ejército no aplica la extensión de 32 a 36 meses del servicio militar que había propuesto el Ejecutivo y aprobado el Legislativo en julio de 2024.
Cuando esa extensión fue aprobada hace un año para hacer frente a las necesidades del Ejército en Gaza debido a la continuación de la ofensiva, la fiscal general de Israel se opuso públicamente. Gali Baharav-Miara consideró que extender el periodo del servicio militar sin empezar el reclutamiento de los hombres ultraortodoxos judíos iba en contra del principio de igualdad.
Unos meses después del comienzo de la guerra en Gaza, se empezó a poner en foco en los jóvenes que estudian en escuelas religiosas, que nunca han tenido que hacer el servicio militar (obligatorio para todos los varones y las mujeres israelíes). En junio de 2024, el Tribunal Supremo de Israel consideró que no existía base legal para excluirlos y ordenó empezar su reclutamiento, aunque todavía no se ha llevado a la práctica de forma amplia y sistemática.
Netanyahu, apoyado por dos partidos ultraortodoxos (que abandonaron la coalición, pero no han hecho caer el Gobierno), busca desde entonces una fórmula para restablecer la exención de los jóvenes de esa comunidad con un gran peso en la sociedad israelí.
Los enemigos de Netanyahu
Baharav-Miara se ha convertido en la principal enemiga de Netanyahu debido a su oposición a muchas de las medidas y políticas del Gobierno ultraderechista (fue designada por el anterior, en 2022). El lunes, el Ejecutivo votó de forma unánime a favor de destituir a la fiscal general, una decisión sin precedentes en Israel, donde la Justicia ha sido considerada tradicionalmente como un contrapeso importante frente a los poderes del ejecutivo y legislativo.
El mismo lunes, el Tribunal Supremo emitió una orden prohibiendo al Gobierno aplicar el cese de la fiscal general y designar a un sustituto para el cargo hasta que el tribunal se pronuncie. Pero varios ministros ya han dicho que harán caso omiso al alto tribunal y que empezarán a actuar como si Baharav-Miara ya estuviera cesada. Por su parte, la fiscal calificó su destitución de “ilegal” y prometió que ella y su oficina permanecerán fieles a la ley y continuarán desempeñando su labor de manera profesional y honesta.
Este no es el primer enfrentamiento del Gobierno con Baharav-Miara, que desde la Fiscalía del Estado supervisa el juicio penal en curso contra el primer ministro. El conflicto de Netanyahu con la Justicia se debe también a motivos personales, ya que el jefe del Gobierno se enfrenta a varios casos de corrupción por los que podría acabar en la cárcel. Además, desde que empezó su mandato a finales de 2022, el Ejecutivo ha intentado llevar a cabo una amplia reforma judicial que, tal y como denunciaron críticos y expertos, buscaba limitar la independencia del poder judicial y supeditarlo al poder político.
El primer ministro no ha dejado de maniobrar para deshacerse de la fiscal general y de otras figuras incómodas que tratan de frenar sus intentos de monopolizar el poder y actuar sin cortapisas, al mismo tiempo que contenta a sus socios radicales para mantenerse al frente del Gobierno. Baharav-Miara acusó anteriormente al primer ministro de intentar llevar a cabo un “cambio de régimen”, “al amparo de la guerra y la desviación de la atención pública”.
Otra víctima de la purga de Netanyahu esta semana ha sido Yuli Edelstein, diputado de su partido (Likud), que dirigía el comité parlamentario de Defensa y Asuntos Exteriores. En este caso, Edelstein ha sido sacrificado para satisfacer las demandas de los ultraortodoxos, que exigen a Netanyahu una ley que renueve la exención del servicio militar. Desde el comité de Defensa, Edelstein había intentado introducir mecanismos de cumplimiento y supervisión para garantizar que aquellos a los que se les permite no hacer el servicio militar están realmente estudiando en una yeshiva o escuela talmúdica.
A los enemigos percibidos de Netanyahu se ha sumado el propio jefe del ejército Eyal Zamir, a quien el hijo del primer ministro ha acusado de forma indirecta de estar detrás de una “rebelión e intento de golpe” contra su padre. En una respuesta en la red social X a un periodista crítico con los planes de Netanyahu, Yair Netanyahu afirmó: “Esto es una rebelión y un intento de golpe militar propio de una república bananera de Centroamérica de los años 70”.
El general Zamir asumió el mando de las Fuerzas de Defensa de Israel en marzo de este año. Su predecesor, Herzi Halevi, presentó su dimisión en enero de 2025 por su “responsabilidad” en los ataques de Hamás del 7 de octubre, pero lo cierto es que había tenido frecuentes choques y tensiones con el Ejecutivo sobre la gestión de la ofensiva en Gaza.
El Gobierno ignora el hambre en Gaza
Las familias de los rehenes que permanecen cautivos en Gaza (medio centenar, de los que se cree que solo 20 están aún vivos) han sido las que más han presionado para que el Gobierno israelí detenga la ofensiva en Gaza y alcance un acuerdo con Hamás para obtener la liberación de los secuestrados. En los pasados días, los familiares han hecho llamamientos desesperados después de que el grupo islamista publicara videos de uno de los rehenes, Evyatar David, extremadamente delgado. Hamás alega que sus rehenes comen lo mismo que el resto de la población. Según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, Israel ha matado de hambre a 188 personas, entre ellas 94 niños. El Ejecutivo israelí tampoco ha cedido a la presión de la comunidad internacional por las imágenes de niños hambrientos. Todo, mientras la cifra de asesinados por la ofensiva israelí desde octubre de 2023 ha superado los 60.000.
Fuentes gubernamentales citadas por los medios israelíes admiten que los rehenes estarían en riesgo si se amplía la ofensiva y las tropas llegan a las zonas de Gaza que no han pisado hasta ahora y donde podrían estar retenidos –se teme que puedan ser ejecutados antes de la llegada de los soldados, como ya ocurrió con otros seis rehenes en el pasado–.
Hace más de una semana, Tel Aviv anunció que permitiría la entrada de ayuda humanitaria y su distribución por parte de las agencias de Naciones Unidas, pero en este tiempo los suministros que han llegado a la población son una mínima porción de lo que necesita. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), “las condiciones sobre el terreno siguen siendo en gran medida las mismas”, a pesar del anuncio del Ejército israelí de corredores humanitarios seguros y de pausas en los ataques para la distribución de la ayuda.
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