Los primeros 20 camiones con ayuda humanitaria comienzan a cruzar a Gaza desde el paso egipcio de Rafah

Francesca Cicardi

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Los primeros camiones con ayuda humanitaria entraron a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah, que finalmente se abrió esta mañana para permitir el paso de 20 vehículos egipcios con suministros médicos, tras una semana de intensas negociaciones en las que participaron Estados Unidos, Israel, Egipto y la ONU.

Según el acuerdo entre las partes, este sábado sólo se permitió el paso de 20 camiones, todos ellos envíos de la Media Luna Roja egipcia y de Naciones Unidas, que se entregaron a la Media Luna Roja palestina al otro lado de la frontera. Además, esos camiones sólo transportan comida enlatada, medicinas, mantas y colchones, según la organización humanitaria.

Por el momento no llegarán a Gaza los tan necesitados suministros de agua y combustible, que lleva días escaseando en la Franja, donde los habitantes están expuestos a enfermedades por consumir agua no potable, además de que los hospitales se están quedando sin electricidad y varios tuvieron que cerrar en los pasados días.

La Oficina de Información del Gobierno de Gaza, liderado por el grupo palestino Hamas, mostró su descontento, señalando en un comunicado que “convoyes como este no cubren las necesidades de la Franja ni en cantidad ni en calidad, especialmente por la escasez de carburante, que se convirtió en una prioridad”.

Sin embargo, el portavoz del Ejército israelí reafirmó este sábado que “el combustible no entrará en Gaza”. Israel decretó un bloqueo total sobre la Franja y suspendió el suministro de agua, electricidad y combustible pocos días después del ataque de Hamas contra el Estado israelí hace exactamente dos semanas.

La ayuda humanitaria que accedió hoy a Gaza sólo podrá ser distribuida en el sur del enclave palestino y en ningún caso el norte, zona de la que Israel pidió la semana pasada a los civiles que se fueran, ante una posible ofensiva terrestre. La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) se encargará de entregar la asistencia a los hospitales del sur de la Franja, tal y como confirmó una fuente de esta organización a la Agencia EFE.

En la zona de la Franja al norte de Wadi Gaza residían más de un millón de personas y gran parte se habría ido hacia el centro y el sur del pequeño territorio de 40 kilómetros de longitud. Según los últimos datos de la ONU, casi un millón y medio de personas se vieron desplazadas por la violencia en las pasadas dos semanas, 544.000 se encuentran refugiadas en instalaciones de la UNRWA, la mayoría en el centro y sur de Gaza. Casi 700.000 desplazados fueron acogidos por otras familias palestinas, que les abrieron sus puertas, especialmente en Jan Younis, la localidad meridional más grande.

El subsecretario general de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, se mostró “confiado” en que la operación de hoy marque el inicio de un “esfuerzo sostenible para proporcionar suministros esenciales” de forma segura y sin obstáculos a la Franja.

En un comunicado afirmó que “la comunidad internacional no puede seguir fallándoles” a los gazatíes, “donde quiera que estén en Gaza”, en el norte o en el sur. Griffiths lamentó que la situación humanitaria en la Franja, ya precaria antes de la guerra, “alcanzó niveles catastróficos” después de dos semanas de hostilidades.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU pidió tener acceso continuado al enclave, después del envío este sábado de tres camiones cargados con 60 toneladas de productos como atún enlatado, harina de trigo, pasta, legumbres y pasta de tomate, según un comunicado. La directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, afirmó en la nota que esos alimentos se necesitaban “desesperadamente” porque las condiciones en el sur de la franja “son verdaderamente catastróficas”.

“Estos veinte camiones son un importante primer paso pero este convoy tiene que ser el primero de muchos. Debemos tener un acceso continuado y seguro para el personal humanitario y los civiles dentro de Gaza, de modo que podamos llevar estos alimentos a las personas que tanto los necesitan”, agregó McCain.

También los suministros médicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cruzaron la frontera de Rafah, según el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien también señaló que se necesita mucho más.

Las condiciones de Israel

Sin embargo, no será tan fácil introducir más camiones de ayuda, porque el Gobierno israelí exigió ver pruebas de que los cargamentos no son confiscados o desviados por Hamas, antes de autorizar nuevas entregas. No está claro a qué tipo de pruebas se refiere Israel ni qué mecanismo podría establecerse para asegurar que la ayuda no acabe en manos del grupo islamista, que controla la Franja desde 2007.

Por la negativa de Israel, de momento los convoyes no incluirán combustible, que es fundamental para los generadores de los hospitales y el funcionamiento de las bombas de agua y las plantas desalinizadoras en un momento en que la ración de agua en los refugios de la ONU se reduce a un litro por persona y día para todos los usos, muy por debajo de las normas internacionales de consumo mínimo.

El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) informó que se introdujeron hoy en Gaza 44.000 botellas de agua, que son suficientes sólo para 22.000 personas en un día, y pidió poder seguir enviando agua y otros bienes básicos a la Franja, donde “las necesidades son inmediatas e inmensas”. UNICEF aseguró que tiene suministros de emergencia para 250.000 personas en el paso de Rafah, que “pueden entrar en Gaza en cuestión de horas”, y más suministros están en camino.

El vicedirector de la Oficina de OCHA en los territorios palestinos, Andrea De Domenico, dijo a EFE que hay “negociaciones” en curso entre las partes concernidas para que la entrega de ayuda sea “sostenible” en el tiempo, aunque no se sabe cuándo podrán entrar nuevos cargamentos de ayuda a la Franja.

Las autoridades egipcias y estadounidenses creían haber llegado a un compromiso con el Gobierno israelí para abrir Rafah hace una semana, pero Israel frustró el acuerdo e insistió en que se garantizara que los envíos de ayuda se comprobarían minuciosamente para asegurarse de que consistían únicamente en alimentos, agua y suministros médicos, y que se tomarían medidas dentro de Gaza para que la ayuda se distribuyera sin la participación de Hamás.

El presidente estadounidense, Joe Biden, consiguió que Israel aceptara la entrada de ayuda a Gaza en su visita a Tel Aviv el miércoles pasado, pero el paso fronterizo tardó otros tres días en abrirse, mientras los trabajadores egipcios reparaban los daños causados por los bombardeos israelíes en la terminal y en el lado palestino del cruce, que conecta la península del Sinaí con Gaza. Desde hace una semana, decenas de camiones están estacionados en el lado egipcio de Rafah, adonde también muchos voluntarios se desplazaron para apoyar en la preparación y entrega de la ayuda, y también para presionar para que puede ser trasladada a la Franja lo antes posible.

Además, el pacto sellado por Biden con Israel y Egipto preveía que cientos de palestinos-estadounidenses que se encuentran dentro de Gaza pudieran salir a través de Rafah, pero no parece que eso vaya a ocurrir, de momento, ya que el cruce fue cerrado de nuevo tras la entrega de los 20 camiones, que regresaron a territorio egipcio.

Según EFE, cientos de personas de diferentes nacionalidades, incluidos gazatíes con pasaporte extranjero –en la mayoría de los casos estadounidense–, se dirigieron este sábado por la mañana al cruce de Rafah, después de que se abriera a las 10:00 hora local (07:00 GMT), tal y como les indicó que hicieran la Embajada estadounidense en Jerusalén a través de la red social X (antes Twitter).

Anoche, dos rehenes estadounidenses, una madre y una hija de 59 y 18 años respectivamente, fueron liberadas por las Brigadas de Al Qassam, el brazo armado de Hamás, “por motivos humanitarios”, tal y como anunciaron.

Israel confirmó su puesta en libertad, tras la mediación de Qatar, y aseguró que la mayoría de los 210 rehenes capturados por el grupo islamista en Israel y trasladados a Gaza el día 7 están vivos. Puede que haya más estadounidenses entre los secuestrados, ya que 13 permanecen desaparecidos, además de una treintena de muertos confirmados en el ataque de Hamas, en el que fallecieron más de 1.400 personas en suelo israelí.

Biden celebró este viernes la liberación de las dos estadounidenses y prometió que no parará hasta lograr que el resto de rehenes queden en libertad: “Desde los primeros momentos del ataque, estuvimos trabajando día y noche para liberar a los estadounidenses que fueron tomados como rehenes por Hamas, y no frenamos nuestros esfuerzos para lograr la liberación de los que siguen retenidos”, dijo en un comunicado. El mandatario aseguró que no existe “mayor prioridad” que garantizar la seguridad de todos los estadounidenses secuestrados en el extranjero.