Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
ANÁLISIS

China, entre la caída de las tasas de natalidad y el aumento de los costos de crianza

Con la pandemia de COVID-19, el crecimiento vegetativo de población china se había hecho notar aún más. La política del hijo único, abandonada después del maoísmo, fue reemplazada por la de dos y ahora por la de tres hijos por núcleo familiar.

Vincent Ni

Hong Kong, China —

0

China ha anunciado que a las parejas se les permitirá tener hasta tres hijos. Este cambio importante de la política existente que establecía el límite de dos hijos se decidió luego de que datos recientes mostraran una disminución dramática de los nacimientos en el país más poblado del mundo.

“Para responder activamente al envejecimiento de la población ... una pareja puede tener tres hijos”, informó Xinhua -la agencia oficial de noticias más grande e influyente en China- el lunes, citando una reunión del Comité de liderazgo de élite del politburó de China organizada por el presidente Xi Jinping.

La tasa de fecundidad de China se sitúa en 1,3, por debajo del nivel necesario para mantener una población estable. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, oficialmente nacieron 12 millones de bebés en 2020, 2,65 millones menos de los que nacieron en 2019, lo que marca una caída del 18%. Los datos preliminares publicados a principios de este año, basados ​​en los nacimientos registrados, habían indicado una caída interanual del 15%.

A principios de este mes, el crecimiento demográfico de China fue el más lento registrado desde principios de la década de 1960, a pesar de haber eliminado su política de un solo hijo en 2015 para alentar más nacimientos y evitar la crisis demográfica que se encuentra próxima.

El censo que se realiza una vez por década mostró que la población general de China tuvo un crecimiento demográfico de 1.410 millones en los 10 años anteriores a 2020, un 5,38% más. El guarismo refleja un aumento anual promedio del 0,53%, por debajo del 0,57% registrado entre 2000 y 2010.

Durante más de 35 años, China aplicó una controvertida política de hijo único impuesta inicialmente para detener una explosión demográfica. Su reemplazo, un límite de dos hijos, no obtuvo el resultado esperado de un aumento sostenido en el número de nacimientos, ya que el alto costo de criar hijos en las ciudades chinas disuadió a muchas parejas de formar una familia.

En los papeles, según la política actual de dos hijos, las parejas tienen que pagar una “multa de apoyo social” por tener un tercer hijo. El monto lo establecen los gobiernos locales y el impuesto administrativo es hasta 10 veces el ingreso disponible per cápita. Sin embargo, algunos dicen que la implementación de esta política varía en diferentes partes del país.

El anuncio del lunes provocó una acalorada discusión en la plataforma de redes sociales china Weibo, similar a Facebook y en menor medida a Twiter. El hashtag # Here-comes-the-three-child-policy había alcanzado los 2.000 millones de visitas, y muchos se preguntan si la política anunciada es de poco alcance y llega demasiado tarde.

“Yo mismo soy producto de la política del hijo único. Ya tengo que cuidar a mis padres. ¿Dónde encontraría la energía para criar a más de dos niños?” publicó un usuario en Weibo. “Estoy dispuesta a tener tres hijos si me dan 5 millones de yuanes (USD 785, 57)”, escribió otra comentarista.

He Yafu, demógrafo independiente en Guangzhou- o Cantón, la extensa ciudad portuaria en el noroeste de Hong Kong- informó que dado el impacto limitado de la política de dos hijos, el anuncio difícilmente ayudará a revertir la tendencia actual. “La relajación puede no lograr tanto como las autoridades hubieran anticipado. Es demasiado costoso criar a un niño en estos días, y la vivienda no es barata en China”, aseguró.

Pero el profesor Stuart Gietel-Basten, quien dirige el Centro para la Ciencia del Envejecimiento en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, el territorio autónomo ubicado en el sureste de China, considera que el anuncio no era insignificante.

“Elimina una clara inconsistencia en la narrativa que rodea las preocupaciones sobre la baja fecundidad y las restricciones sobre los nacimientos al mismo tiempo”, dijo. “También será un paso importante para acabar con las acciones ilegales en los cuerpos de las mujeres [por ejemplo, esterilización y aborto] sancionadas por algunos funcionarios locales”.

China no es el único país que se enfrenta a un desafío demográfico de este tipo. En todo el este de Asia, las autoridades llevan años luchando para persuadir a las parejas a que tengan más bebés. Corea del Sur y Japón han dispuesto de estipendios para incentivar el aumento de la procreación.

Antes del anuncio, las autoridades habían estado probando la política de los tres hijos en la provincia nororiental china de Heilongjiang. Sin embargo, algunos expertos chinos dijeron que el resultado fue menos efectivo de lo que se pensaba. Esto también ha llevado a algunos a pedir el abandono total de la política de planificación familiar.

El cambio de política de hoy vendrá con “medidas de apoyo, que conducirán a mejorar la estructura de la población de nuestro país, cumpliendo con la estrategia del país de hacer frente activamente al envejecimiento de la población y mantener la ventaja, la dotación de recursos humanos”, comunicó la agencia de noticias Xinhua.

‘No es nuestra obligación tener hijos’

Antonia, de 34 años, que trabaja en el sector legal en Shanghai, la ciudad más grande del país, se dio cuenta hace seis o siete años atrás que no quería tener hijos. Le gustan los niños y cuando era pequeña siempre había imaginado criar los suyos. Sin embargo, asegura que a medida fue creciendo, la vida le pareció cada vez más injusta y comenzó a rechazar la presión de la familia, la sociedad y el gobierno para convertirse en madre.

“Cada vez más pensaba: esta no es la vida que quiero. Tenía una opción”, declaró.

Antonia, que se describe a sí misma como feminista y de la clase trabajadora, no tiene en sus planes tener hijos por razones que corresponden a los factores generales señalados por los analistas: la movilidad social se está estancando, los costos de vida son altos, el cuidado infantil público es raro y los lugares de trabajo discriminan a las mujeres con hijos. Las mujeres están rechazando el mayor costo que la maternidad implica para sus cuerpos, carreras laborales y vidas personales en comparación con lo que supone para los hombres.

“Honestamente, creo que si el gobierno quiere que la gente tenga más hijos, su trabajo es lograr que vivamos más cómodamente”, dijo.

Traducción de Alfredo Grieco y Bavio

Etiquetas
stats