Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Vaticano

Traiciones e intrigas antes del cónclave que elegirá al nuevo papa

Cardenales en la misa de novendiales del domingo 4 de mayo.

Natalia Chientaroli

Ciudad del Vaticano (enviada especial) —

0

En 2019 un grupo de científicos comandados por investigadores españoles del CSIC identificaron el lugar exacto en el que Julio César fue asesinado. Ocurrió el 15 de marzo del año 44 antes de Cristo, el idus de marzo más famoso de la Historia. La palabra latina idus identificaba la mitad del mes del calendario romano. El día 15 en marzo, mayo, julio y octubre; el 13 en el resto de meses. Eran días de buenos augurios, aunque no siempre, claro.

Cuando los cardenales entren en el cónclave este miércoles faltará todavía una semana para el idus de mayo, pero las visiones a veces antagónicas sobre lo que la Iglesia católica debe ser y hacer inspiraron una serie de intrigas y operaciones políticas dignas de las crónicas de la Roma antigua.  

En todo caso, aquí no se trata de matar al César sino de quien pueda llegar a serlo, y las puñaladas –Julio César recibió entre 20 y 35, según el historiador, pero todas literalmente– en este precónclave son figuradas y consisten en expandir rumores, enviar mensajes a través de la prensa, sacar trapos sucios –ciertos y supuestos– y exponer debilidades para desautorizar al contrincante y que llegue con menos posibilidades a la Capilla Sixtina. 

En la diana

Como es una elección sin candidatos evidentes –los hay, pero no figuran en papeletas– la munición se lanza en varias direcciones a la vez, poniendo el foco en los que se supone que llegan con más apoyos. Desde el momento mismo de la muerte del papa Francisco empezaron a activarse estos mecanismos. En realidad, para ser precisos, comenzaron incluso antes.

El Informe Red Hat (Informe Birrete, en castellano), lleva desde 2018 investigando posibles puntos débiles o información comprometedora de todos los cardenales, especialmente en los más cercanos a Bergoglio. National Catholic Report desveló la elaboración de estos dosieres sobre los supuestos vínculos de los purpurados con escándalos de abusos o corrupción, o con problemas económicos en sus diócesis, y su contenido se trasladó con mayor o menor insistencia a los cardenales electores en este cónclave, muchos de los cuales no se conocen entre sí y vienen de lugares apartados. 

Para guiarlos también hay una web impulsada por medios ultraconservadores en la que se analiza el perfil de los cardenales en función de su ortodoxia sobre la doctrina, su postura ante las bendiciones a las parejas homosexuales, los divorciados vueltos a casar, el acuerdo con China o las misas en latín, algunos de los temas que generaron más división en el papado de Francisco. 

El cardenal Gerhard Müller se lanzó a hacer campaña con estos temas cuando el cadáver de Francisco estaba aún en la capilla ardiente. Incluso habló en la prensa de “cisma” si no se volvía a la ortodoxia, una estrategia a la que se sumaron otros influyentes purpurados, como el neoyorquino Timothy Dolan, o los siempre solícitos a criticar a Bergoglio, Robert Sarah (Guinea) o Raymond Burke (Estados Unidos).

El cardenal que llega con más posibilidades, según la prensa especializada y los mentideros vaticanos, es el hasta ahora secretario de Estado, el italiano Pietro Parolin, que además será quien presida el cónclave. Parolin partiría con un buen número de votos, a los que podría sumar los del sector más ultra a cambio de que uno de los suyos sea el número dos en el futuro Gobierno vaticano. Pero hay muchos a quienes su perfil no convence. 

Hubo críticas públicas a su gestión económica y se le achacó no resolver ni el escándalo Becciu –el caso de corrupción más grande de los últimos tiempos, mientras él estaba en el cargo– que derivó en una segunda polémica, por la participación del cardenal condenado en las reuniones precónclave. Finalmente, Becciu renunció a entrar en la Capilla Sixtina, lo que supuso una pequeña derrota para el sector ultra. 

De las flaquezas de Parolin se habló mucho, e incluso de la de su salud, con un supuesto desmayo que tuvo que ser desmentido por el Vaticano. Se publicó que en una de las reuniones Parolin comenzó a sentirse mal hasta perder el conocimiento, y que tuvo que ser atendido por los sanitarios. “Rotundamente no. Esto no sucedió”, aseguró el portavoz Matteo Bruni en la rueda de prensa. 

Un video y clases de idiomas

Cuando se empezó a mencionar al filipino Luis Antonio Tagle como cardenal con posibilidades, salió a la luz un video que comenzó a difundirse en redes en el que el purpurado cantaba Imagine, de John Lennon. La idea era sostener la idea de que no puede ser papa un cardenal que canta una canción que clama por un mundo sin religiones.

A otro de los papables, el francés Jean-Marc Aveline, le criticaron su pobre italiano. En ciertos círculos parece inconcebible que el sumo pontífice no hable con fluidez la lengua de Roma. Sin embargo, Aveline demostró el pasado domingo que esto no es tan así: celebró misa en una iglesia cerca del Coliseo… completamente en italiano, pero con acento francés. 

Estas son las jugadas más evidentes, las que se hacen públicas o aparecen en la prensa. Después están las otras, los movimientos para encumbrar o descartar candidatos que se suceden en las embajadas, en las casas de los cardenales que tienen residencia en Roma y en las tratorías alrededor de San Pedro. 

El cardenal estadounidense Robert Prevost es otro nombre al alza en las últimas semanas. De ahí que ciertos sectores sacaran a colación acusaciones de encubrimiento de abusos, convenientemente filtradas por pseudomedios vinculados a la extrema derecha, el movimiento MAGA y El Yunque. 

La Curia romana y la vaticana 

Volviendo a Julio César, su asesinato fue consumado en la llamada Curia, el lugar en el que se reunían los miembros del Senado. Curia es una palabra clave en esta elección, sobre todo en la formación de los bloques que determinarán las votaciones. 

La curia vaticana es el Gobierno de la Iglesia, los cargos de responsabilidad y, por extensión, el mundo del poder que se mueve en los palacios de este pequeño Estado en el que se toman decisiones que afectan a unos 1.400 millones de católicos en todo el mundo.

Muchos de los grandes opositores a Francisco forman parte precisamente de ese núcleo, soliviantado por los cambios que introdujo el argentino, como la inclusión de laicos y mujeres en puestos importantes. 

Algunos directamente perdieron su posición de privilegio: desde el alemán Müller, que fue destituido de la Prefectura para la doctrina de la Fe a Becciu caído en desgracia o el guineano Robert Sarah, que dejó de ser el prefecto de la Congregación para el Culto Divino.

La Curia de Pompeyo, donde los senadores dieron muerte al llamado Pontífex Máximus –sobran las analogías– está situada en la zona arqueológica Largo de Torre Argentina, desdibujada en el caos de tráfico del centro de Roma. Augusto, hijo adoptivo y sucesor de Julio César, quien se convirtió en el primer emperador romano, señaló el lugar del asesinato con una gran estructura de hormigón. Fue en el centro de la Curia, donde los arqueólogos españoles encontraron el lugar exacto, a media hora a pie del Palacio Apostólico en el que el miércoles 133 cardenales se reunirán para elegir al nuevo pontífice.

Etiquetas
stats