La responsabilidad de la gestión estatal en la soberanía aérea

Cualquier operativo que involucre sistemas de seguridad requiere necesariamente, la puesta en marcha de una compleja interrelación de decisiones humanas que se basan en criterios racionales de evaluaciones conscientes. En este caso, garantizar operaciones aéreas seguras implica cierto grado de concentración, responsabilidad y conocimiento, que se lleva a cabo mediante la experiencia y la formación de cada una de las personas que intervienen en el proceso.
Hablar de seguridad aérea y aeroportuaria nos remite a pensar fundamentalmente en la prevención de accidentes que, cuando se manifiestan, ponen en riesgo a una gran porción de la población, que involucra desde trabajadores, pasajeros, hasta personas que viven en las inmediaciones de las instalaciones aeroportuarias. De igual modo, es que la prevención de los mismos, requiere diferentes grados de responsabilidades en el ejercicio de tareas cotidianas en las cuales la corresponsabilidad es fundamental, pero el mayor grado de ella debiera devenir del Estado.
Por otro lado, la decisión de lo que sucede en nuestros cielos, marca el principio de soberanía aérea fundamental que sostiene un espacio geopolíticamente estratégico, para la soberanía nacional colectiva.
Es así como, las medidas que ha tomado este gobierno, en torno al código aeronaútico, así como la reducción de trabajadores estatales en áreas estratégicas, el despido de trabajadores calificados, la permanente amenaza del cierre de áreas importantes de desarrollo y la incertidumbre contractual de los trabajadores, pone en serio riesgo la capacidad operativa de los aeródromos generando menor vigilancia, trabajadores sobrecargados y estresados, caída en los procesos de formación y un clima organizacional deteriorado.
Cabe aclarar, que esta no es una mirada antojadiza de nuestra ATE. Varias auditorías, fundamentalmente de la OACI –organismo que regula internacionalmente las relaciones entre los países mediante normativas internacionales– han sido claras: a pesar de la buena voluntad y el enorme trabajo que llevan adelante los trabajadores por mantener los estándares de calidad, queda clara la necesidad de afianzar el trabajo de prevención de riesgos con mas trabajadores y trabajadoras llevando tareas en los principales aeropuertos del país, de responsabilidad del Estado.
La falta de prevención de riesgos, deviene necesariamente en catástrofes que se podrían evitar, y deterioros comerciales, afectados fundamentalmente por la calificación de aeropuertos que dejan de ser seguros para las principales aerolíneas comerciales. Pensar en el desarrollo de un país confiable para la inversión, también es pensar en una Nación que sea capaz de garantizar la seguridad de todos y cada uno de sus miembros.
En ese camino, el traslado y la interconexión aérea en ese desarrollo son de especial importancia, pero hacerlo de forma segura disminuyendo los riesgos es parte de gestión estatal. Partir de un Estado responsable, con identidad soberana, es garantía de saber que en su capacidad de gestión se promueve una Argentina que crece, sale de una crisis en la cual la administración Milei la ha sumergido y se vuelve a erguir para constituirse como la patria de todos y todas.
*La autora es Secretaria General Adjunta de ATE Nacional.
MC
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