Insólita polémica porque las fuerzas de seguridad usan los baños del Congreso ante cada marcha de los jubilados

Una nueva polémica enfrenta al Gobierno con el kirchnerismo en el Congreso. Esta vez, el eje del cruce fue un reclamo por el uso de los baños del Senado por parte de las fuerzas de seguridad durante los operativos de control en las inmediaciones del palacio legislativo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, acusó a los senadores de Unión por la Patria de pedir que se les prohibiera el acceso a los sanitarios del edificio, algo que fue desmentido por la oposición.
El conflicto se originó a partir de una carta firmada por legisladores de UxP, con fecha del 16 de julio, en la que solicitan a la vicepresidenta Victoria Villarruel —titular del Senado— que ordene y regule la presencia de personal de las fuerzas federales en el Congreso, “asegurando que el uso de los espacios se limite a lo estrictamente necesario”.
En la nota también se plantea la necesidad de “armonizar la concurrencia del personal de las distintas fuerzas y el uso que hacen en el Senado de sus espacios comunes y de los sanitarios, asegurando el bienestar y la prioridad a los empleados de esta casa que cumplen funciones diariamente”.
Bullrich reaccionó a través de sus redes sociales con una crítica directa: “El kirchnerismo pidió que las Fuerzas de Seguridad no usen los baños del Senado. Ya sabíamos que no los querían… pero ni para ir al baño los dejan. Un poco de respeto y sentido común. Son los que nos cuidan todos los días”. El mensaje fue compartido por el presidente Javier Milei, quien añadió: “Disparate kuka”.
La respuesta desde el bloque de Unión por la Patria no tardó en llegar. El senador chubutense Carlos Linares, autor de la misiva, negó rotundamente la versión del oficialismo. “En ningún momento en la carta se solicita que las fuerzas de seguridad dejen de usar los baños del Senado. Al contrario, la Policía Federal, encargada de la seguridad del Senado, los utiliza con absoluta normalidad todos los días”, afirmó.
Linares además criticó a la ministra por tergiversar el contenido del pedido y sostuvo que el objetivo es evitar que el Congreso se convierta “en un cuartel para sus operaciones de los miércoles, destinadas a reprimir a los jubilados que protestan por haberes dignos”. En ese sentido, pidió a Bullrich que mejore “su comprensión lectora” y que “recupere un poco de raciocinio” para no exponer al Congreso “a la locura” de cada jornada de protesta.
En medio del debate, la senadora radical Carolina Losada tomó partido por el Gobierno y ofreció su despacho y su baño personal a las fuerzas de seguridad. “Considero fundamental brindar todo el apoyo necesario a quienes garantizan nuestra protección y la de todos los argentinos”, expresó en un comunicado dirigido a Villarruel en su calidad de presidenta de la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico.
El cruce ocurre en un contexto de creciente tensión política en el Senado, donde las sesiones suelen coincidir con movilizaciones sociales —en particular los miércoles— que son fuertemente vigiladas por fuerzas federales, bajo la órbita del Ministerio de Seguridad.
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