Supermercados y farmacias, golpeados por un nuevo freno en el consumo
El consumo masivo se desaceleró en noviembre y volvió a terreno negativo, cortando una racha de ocho meses de crecimiento que había comenzado en marzo. Si bien la baja general fue marginal (0,1% respecto a octubre), los datos muestran un deterioro más pronunciado en canales clave como supermercados, autoservicios y farmacias.
Según la consultora Scentia, las ventas en supermercados cayeron 2,4% intermensual y 7,2% en comparación con noviembre de 2024, mientras que en farmacias la caída interanual fue del 6,9%. En los hipermercados, los alimentos retrocedieron un 7,4% solo en noviembre, y las bebidas sin alcohol acumularon una baja del 13,4% en el año.
Los efectos ya se sienten entre los trabajadores de los sectores más expuestos. Repositores, cajeros, personal de limpieza y empleados de mostrador enfrentan una merma en horas de trabajo y turnos rotativos recortados. En algunos casos, las empresas optaron por congelar nuevas contrataciones o reducir personal temporario.
“Nos recortaron un día a la semana desde mediados de mes. Dicen que las ventas no alcanzan ni para cubrir los costos básicos”, relató a elDiarioAR Carla, empleada en una cadena de supermercados en el conurbano bonaerense. Como ella, muchos trabajadores precarizados ven peligrar su fuente de ingreso en plena temporada alta.
El canal mayorista, que abastece a almacenes y pequeños comercios, también mostró signos de fatiga, con una caída interanual del 7,6% y un acumulado negativo del 5,5% en lo que va de 2025. Esto impacta en sectores donde predomina el empleo informal, como repartidores y auxiliares logísticos, quienes perciben menos encargos y menores ingresos.
La situación contrasta con el comercio electrónico, que fue el único rubro con crecimiento sólido: las ventas subieron 13,2% en noviembre y 12,3% en el acumulado del año. Este fenómeno refleja cambios en los hábitos de compra, pero también concentra la demanda en plataformas que emplean menos personal o utilizan modalidades de trabajo más flexibilizadas.
A pesar del retroceso de noviembre, el consumo masivo aún muestra un incremento del 2,2% en el acumulado anual, tras una recuperación parcial en los meses anteriores que no logró sostenerse. En 2024, el consumo había registrado una caída del 14%, afectado por el contexto inflacionario, la caída del salario real y los ajustes económicos del primer tramo de gestión del Gobierno de Javier Milei.
Los rubros más golpeados fueron alimentos, bebidas sin alcohol y productos de limpieza, con bajas que superan el 3% mensual en algunos canales. En supermercados y mayoristas, todas las canastas mostraron caídas, un dato que evidencia que la contracción no fue selectiva, sino generalizada.
Para los trabajadores del sector comercial, las perspectivas a corto plazo son inciertas. Aunque se espera una leve mejora estacional en diciembre por las Fiestas, los gremios del sector alertan sobre la persistente pérdida de poder adquisitivo y la falta de incentivos para sostener el empleo.
“La caída en las ventas se traduce en reducción de turnos, congelamiento de horas extras y en algunos casos despidos encubiertos”, advirtió un delegado del sindicato mercantil consultado para esta nota.
En un contexto de fuerte ajuste y caída del consumo popular, los trabajadores del comercio y el consumo masivo se enfrentan a un cierre de año con más incertidumbre que alivio.
JJD
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