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el miércoles 13 se conoce la inflación de marzo

Alberto sostiene a Guzmán, pero en el Gobierno admiten que la semana próxima será clave para el destino del equipo económico

Martín Guzmán, este viernes en Brasil. El ministro de Economía, complicado por la ofensiva kirchnerista y el índice de inflación.

Alejandro Rebossio / Mauricio Caminos

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El kirchnerismo se alineó en las últimas horas para lograr un solo objetivo en su disputa abierta con Alberto Fernández: horadar cada vez más a Martín Guzmán hasta que salga expulsado del Palacio de Hacienda. Pero las críticas en tríada que soltaron –entre la tarde y noche de este jueves– Roberto Feletti, Oscar Parrilli y Máximo Kirchner, y a las que se sumó hoy Hugo Yasky, parecen no alterar ni al ministro ni al Presidente, que optaron como respuesta evitar el cruce discursivo y mostrarse en actos de gestión.

El propio Guzmán viajó este viernes a Brasil y expuso ante 200 empresarios en la sede de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), a quien les aseguró que “la inflación es una de las prioridades de la política económica”, según supo elDiarioAR. Ante los hombres de negocios del mayor conglomerado industrial de América Latina, el ministro no se guardó palabras para defender el acuerdo firmado con el FMI, votado por el Congreso, aunque con el rechazo de los legisladores más cercanos a Cristina Kirchner: “El acuerdo con el FMI proporciona un camino para abordar el principal problema de la balanza de pagos de Argentina y brinda más tranquilidad y certezas para el futuro de la economía”.

Leyéndolas como un tiro por elevación a las críticas que recibe, las palabras del titular de Hacienda no pueden ser más opuestas a las del secretario de Comercio Interior, que ayer pidió una política contra la inflación, que suba retenciones e implemente un control de importaciones. “Si no esto se va a poner feo”, advirtió Feletti, apenas horas antes de que Máximo Kirchner pidiera al Gobierno “hacerse cargo de la gestión” y adelantara que el dato de la inflación de marzo “será muy duro”, ya que se estima que va a superar con creces el 4,7% de febrero. 

Como frutilla del postre, al caer la noche del jueves y luego de darle media sanción a la reforma del Consejo de la Magistratura en el Senado, Oscar Parrilli –con sorna– propuso quién será la cabeza de lista en el oficialismo para 2013: “Vamos a terminar yendo a las elecciones con una boleta con la foto de Kristalina Georgieva”. 

“Sólo Alberto”

Con ese ruido en sus oídos arrancó Alberto Fernández la jornada del viernes compartiendo un desayuno en Olivos con Sergio Massa -el tercer socio mayoritario del Frente de Todos y que hace equilibrio entre el Presidente y la vice- pero quien también está disconforme con la gestión de Guzmán. 

Luego de reunirse el jueves con Cristina Kirchner para otorgarle un bono a los empleados del Congreso –otra vez la inflación en el centro de la escena–, Massa acordó con el Presidente un paquete de leyes económicas que están en carpeta desde el año pasado: sobre agroindustria, construcción, hidrocarburos, turismo, industria del cannabis y cadena de valor del litio. Se trata incluso de un temario que en parte estuvo en el llamado a sesiones extraordinarias durante febrero, pero que se congeló cuando Máximo renunció a la jefatura del bloque de diputados y era inminente el pacto con el FMI. 

Pero si el kirchnerismo duro –con más bríos– y el massismo apuntan contra Guzmán, ¿quién lo defiende? “Alberto, Alberto y Alberto –respondió a este medio un funcionario con vínculo con el Presidente–. Ni el albertismo, solo Alberto”. Otra voz oficial se quejó por lo que definió “mucha operación” en contra del ministro: “​​Lamentable, el tipo se pone al hombro la negociación de la deuda, ahora busca resolver el abastecimiento del gas licuado que no resuelve el área energética manejada por los kirchneristas y resulta que se lo quieren cargar a toda costa”, apuntó. 

La expectativa de cómo seguirá el frente abierto con Guzmán abona dos hipótesis: o nada cambia –en lo que coinciden fuentes albertistas y cristinistas–, o podría abrirse una posibilidad de movimiento de fichas en el gabinete. “Yo pondría las fichas en qué pasa después de que se conozca la inflación. Sería una fecha clave para hacer cambios si los están pensando. O para salir a pedir renuncias”, aventuró una voz cerca del Presidente. “El ministro tiene una percepción equivocada de la realidad Argentina. En esas condiciones, creemos que lo mejor es que dé un paso al costado”, exigió una fuente ligada a Cristina Kirchner.

Los pronósticos de inflación no son alentadores para marzo. Este jueves se conoció el índice de costo de vida en la Ciudad de Buenos Aires, que alcanzó el 5,9%, con una inflación interanual de 54,1%.

Este mediodía, luego de extender hacia Casa Rosada su desayuno con Massa, Fernández también defendió el acuerdo con el Fondo, al encabezar un acto en el Museo del Bicentenario para lanzar una serie de programas de ciencia y tecnología. “Algunos pensaron que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que tuvimos que firmar indefectiblemente, iba a significar una postergación” del país, dijo el mandatario, y remató: “Nadie está postergado la Argentina”.

El acto también lo protagonizó el ministro del área Daniel Filmus, otro aliado del Presidente y quien mañana participará de un encuentro en Rosario que encabeza Agustín Rossi, el ex titular de Defensa que en los últimos días pasó por la Casa Rosada y se sumó al círculo de colaboradores del mandatario en estos tiempos de grieta interna. El encuentro de este sábado en la ciudad santafesina estará plagado de albertistas, como los ministros Matías Kulfas, Gabriel Katopodis y Jorge Ferraresi, las funcionarias Cecilia Todesca (secretaría de Relaciones Económicas Internacionales) y Mercedes Marcó del Pont (AFIP), y los intelectuales Jorge Alemán y Ricardo Forster. 

Aunque el acto de la Corriente Nacional de la Militancia no sería, de movida, una tribuna para cargar las tintas contra el cristinismo –el espacio se define “100% kirchnerista”–, sí tendrá la intención de “mover un poquito las bases, escuchar y tomarse un momento para reflexionar”, según anticiparon a este medio desde la organización. Y como si fuera un llamado a bajar las armas del enfrentamiento interno, la misma fuente explicó: “Esperemos que esto redunde en el gobierno del Frente de Todos. No estamos de un lado ni del otro de las cuestiones internas. Las críticas no suman, es necesario volver a encontrarnos”.

MC/AR

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