Entrevista

Aldo Neri: “La vicepresidenta no hizo nada por modificar o integrar el sistema de salud durante su gobierno”

Lo intentó dos veces seriamente a lo largo de sus 90 años de edad. En ambas oportunidades, los proyectos de reforma e integración del sistema de salud argentino quedaron truncos. La primera vez fue durante la tercera presidencia de Juan Perón. Ahí, el médico Aldo Neri colabró en la elaboración del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), ideado por Domingo Liotta, secretario de Salud peronista. El proyecto fue aprobado, pero el golpe de Estado de 1976 lo desactivó. Con Raúl Alfonsín en la Rosada, Neri ya fue un protagonista entusiasta del ensayo de cambio. Él había empezado militar en la UCR cuando Alfonsín fundó el Movimiento de Renovación y Cambio. El presidente radical lo nombró Ministro de Salud y Bienestar Social. Desde ese puesto, Neri diseñó un sistema que pretendía unificar los servicios de salud en base a una fuerte presencia y control público. La oposición peronista y la CGT se opusieron, y la iniciativa volvió a naufragar. A los 90 años, Neri repasa con lucidez esos intentos y opina sobre la agenda reformista que impulsa Cristina Kirchner. 

¿Está a favor de integrar los tres subsistemas de salud, el público, el privado y el manejado por las obras sociales sindicales?

Siempre se tuvo la idea de integrar el sistema de salud. Un sistema segmentado induce a desigualdades que con los años se van profundizando. Yo pienso que la educación y la salud son responsabilidad del Estado, los ultraliberales del siglo XIX promulgaron la ley 1420 en educación. Pero esto no tuvo igual consideración en la salud. 

La vicepresidente planteó la necesidad de integrar el sistema de salud. ¿Cómo ve la idea? 

La vicepresidenta no hizo nada por modificar o integrar el sistema de salud durante sus dos periodos de gobierno. Nuestro sistema de salud se parece mas al norteamericano que al europeo, a partir del gobierno de Carlos Menem.

¿Cómo ve el papel que cumplen dos actores claves de la salud: las prepagas manejadas con criterios empresariales y las obras sociales administradas por los sindicatos?

Las obras sociales sindicales deberían modificar su papel. Y los servicios privados y públicos también deberían hacerlo, si no no hay reforma posible.  

 

¿Qué dice de la Argentina nuestro sistema de salud?

El sistema de salud es una evidencia de la cultura de un pueblo o sociedad, entendiendo cultura no la mera escolaridad sino el conjunto de valores y pautas de organización. Gran Bretaña hizo después de la segunda Guerra Mundial un cambio estatizante de su sistema de salud y era un país netamente capitalista. Canadá estructuró un sistema de salud tendiendo a la igualdad. Hoy mundialmente hay una tendencia a sistemas menos igualitarios y un aumento de la privatización.

Usted participó en dos intentos de reforma, uno como colaborador bajo la presidencia de Perón y otro como protagonista durante la gestión de Alfonsín. ¿Qué enseñanza le dejaron esas dos experiencias?

El Sistema integrado de Salud, el SNIS, y el Seguro nacional de Salud, el SNS, con Alfonsín, fueron dos intentos de reforma del sistema diferentes. Ambos me permitieron entender que el poder sindical era más fuerte que el político, tanto en un gobierno peronista como en el de otro signo político como el radicalismo. Si bien en el origen el SNIS integraba en los servicios públicos la atención, esto fue variando y se acordó que las obras sociales entraran por convenio individual limitando la integración. El SNS integraba de alguna manera a los prestadores, pero tampoco fue viable.

La pandemia puso a prueba el sistema de salud en la Argentina y el mundo. ¿Qué lectura hace de lo que pasó hasta ahora?

La pandemia mostró y continúa mostrando la fragilidad del sistema tan segmentado de salud del país.

La puja por las vacunas contra el Covid-19 reabrió el debate sobre la necesidad de liberar patentes. ¿Coincide con ese planteo?

Respecto a la liberación de patentes el radicalismo tuvo una posición muy clara con las dos leyes de medicamentos sancionadas durante el gobierno de Illia y conocida como la ley Oñativia. Ésta fue modificada parcialmente durante el gobierno de Menem y allí se incorporó el patentamiento. Coincido con el planteo de que se debe liberar el patentamiento .

AF