Caso Spagnuolo: la oposición presiona y busca interpelar a Karina Milei, Mario Lugones y Sturzenegger

Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error. Esta frase, atribuida a Napoleón Bonaparte, se convirtió en el leit motiv de la oposición en el Congreso en las últimas 48 horas. Fascinados por la mamushkas de escándalos que desató la filtración de los audios de Diego Spagnuolo, el peronismo y sus aliados corren detrás de las noticias, buscando utilizarlas como insumo para abrir una grieta en la red de alianzas del Gobierno.
Se habla de comisiones investigadoras y pedidos de interpelación, de citaciones a funcionarios y nuevas leyes en materia de Discapacidad. La oposición dura está decidida a aprovechar el momentum de debilidad mortal del Gobierno: el péndulo cambió de lado, y quienes ayer hablaban de “oposición racional” o “institucional”, hoy se muestran más proclives a mostrar los dientes.
“Intentamos adoptar una postura de centro, respetuosa de la institucionalidad presidencial, pero no quisieron dejar pasar nada”, masculla una radical de “centro” que está con los preparativos de la reactivación de la comisión investigadora por el caso $LIBRA este jueves.
Citar a Karina, endurecer la oposición
Es un equilibrio delicado. Algunos sectores del peronismo observan una ventana de oportunidad para endurecer la dinámica de la oposición. Hasta ahora, cada avanzada opositora fue resultado de una intrincada –y no siempre exitosa– negociación interna entre los peronistas, los radicales no libertarios, el pichettismo y los lilitos de la Coalición Cívica. Estos últimos siempre más proclives a bajar el tono de los enfrentamientos y habilitar una instancia de negociación con Martín Menem. No eran los únicos: el cristinismo también apostó a negociar con el Gobierno cuando la Ficha Limpia estaba sobre la mesa y, del otro lado, los Milei debían lidiar con los coletazos del criptoescándalo.

Ahora, sin embargo, el clima cambió. La negativa de Javier Milei a no negociar ni un veto parcial a la emergencia en Discapacidad –sumado al inicio de la campaña electoral– comenzó a destrabar medidas que antes habían sido rechazadas. La interpelación a Karina Milei, por ejemplo.
El proyecto es de Sabrina Selva, diputada del peronismo bonaerense que, a partir del jueves, muy probablemente ocupará la presidencia de la comisión $LIBRA. Originaria del Frente Renovador que, hace más de un año, pasó a las filas del kicillofismo, Selva viene trabajando codo a codo junto a Juan Marino (UxP), Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal) y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) para reactivar la comisión investigadora del escándalo de la criptomoneda. Son los mismos que, junto a Daniel Arroyo (UxP), Pablo Yedlin, y otros diputados que integran las comisiones de Salud y Discapacidad, buscan activar una ofensiva por el tema de las coimas en la ANDIS.
La interpelación de Karina es uno de los objetivos, pero no el único. El martes, en un plenario de comisiones, los diputados de la oposición empezaron a delinear una estrategia. El objetivo era escuchar al ministro de Salud, Mario Lugones, y al flamante interventor de la ANDIS tras la expulsión de Spagnuolo, Alejandro Vilches, pero los funcionarios pegaron el faltazo. Como venganza, la oposición le trazó un plan de trabajo.

El objetivo es avanzar, primero que nada con las interpelaciones. La de Karina Milei, pero también la de Lugones y la de, como propone Eduardo Valdés, de Federico Sturzenegger. Se analiza la posibilidad, además, de crear una nueva comisión investigadora. Esta vez por el caso de las coimas en Discapacidad, un proyecto del socialista Esteban Paulón que cuenta con el apoyo de varios diputados del peronismo.
Todas estas iniciativas tendrán un largo trecho por delante, sin embargo. Primero, tendrán que convocar una sesión para emplazar a la comisión de Asuntos Constitucionales, que preside el libertario Nicolás Mayoraz, para poder conseguir dictamen. Luego, deberán dictaminar y recién ahí podrán convocar a una sesión para aprobar las iniciativas. Todo el proceso, con suerte, se demorará al menos un mes.
“Es un ventilador que no va a parar de salpicar mierda. La mejor estrategia que podemos adoptar es no arruinarlo”, confesó, gráfico, un diputado del peronismo. Fue una advertencia interna, una crítica hacia las conversaciones informales que existieron en algunos sectores del peronismo sobre la posibilidad de avanzar en un juicio político contra los hermanos Milei. La idea terminó siendo cortada de cuajo por la cúpula de Unión por la Patria, pero la sensación de alerta permaneció: había que hacer todo lo posible para evitar que el Gobierno los acuse de destituyentes.

Esta premisa aplicaba a la idea de juicio político, pero también a cualquiera que implique la destitución de las figuras implicadas. No cayó bien, por ejemplo, la propuesta del radical Pablo Juliano, quien deslizó que le pediría a Martín Menem que se retirara de la presidencia de la Cámara de Diputados en la sesión informativa del miércoles. “Martín Menem está siendo señalado por todas estas situaciones. Yo le voy a pedir que ocupe su banca”, afirmó Juliano, en declaraciones televisivas.
En el peronismo, sin embargo, buscaron dejar en claro que no iban por la presidencia de la Cámara de Diputados. No todavía, al menos. “Para discutir la presidencia de la Cámara de Diputados está diciembre, antes no tiene sentido. Prefiero que Menem esté ahí sentado escuchando todo lo que tenemos para decir”, zanjó una de las alfiles de La Cámpora en Diputados.
Cronograma opositor
Antes de llegar a la instancia de las interpelaciones, la oposición buscará conseguir respuestas el miércoles al mediodía, cuando Guillermo Francos asista al Congreso a brindar su informe de gestión. Estarán en alerta: el jefe de Gabinete ya advirtió que si le molesta el tono de los diputados, levantará sus cosas y se irá. El desafío será poder acumular la mayor cantidad de preguntas sobre los audios de Spagnuolo antes de que eso suceda.
El jueves, luego, se reunirá la comisión investigadora $LIBRA para designar a las autoridades. Corrido el tema de la agenda por el escándalo de las coimas en Discapacidad, la oposición buscará volver a traerlo en la agenda, aprovechando que ambos casos terminan haciendo foco en una misma persona: Karina.
Por fuera de los escándalos de presunta corrupción, sin embargo, la oposición buscará aprovechar la debilidad del Gobierno para avanzar en la mayor cantidad de proyectos posibles hasta el recambio legislativo. Es el caso de la emergencia en Discapacidad, pero también otro tema que quedó pendiente del año pasado y que, de aprobarse, podría significar un cimbronazo para el gobierno de Milei. Y de todos los futuros gobiernos nacionales. Esto es: la modificación de la ley de DNU.
La oposición busca limitar el uso de DNUs del Ejecutivo nacional, modificando la Ley 26.122 de modo de hacer más extensivo el control del Congreso. El dictamen del Senado propone que, vencido un plazo de 90 días desde la firma del DNU, el mismo se caerá si no fue aprobado por el Congreso. Y demanda, a su vez, que sean las dos cámaras las que lo tengan que aprobar para que quede firme (hoy en día alcanza solo con una).
Para un Gobierno que ha sostenido su control en el Congreso a través de los vetos y los DNUS, esta modificación, podría significar game over.
MC
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