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Desde este mediodía

El Congreso discute el DNU de Milei en una comisión donde reina la incertidumbre

Milei y su gabinete, el 20 de diciembre de 2023, día que firmó el mega DNU de desregulación de la economía.

Mauricio Caminos

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El salón de las Provincias, ubicado en el primer piso del Senado, será el escenario donde este jueves al mediodía comenzará a debatirse el mega DNU de desregulación económica de Javier Milei, en el marco de la comisión bicameral de Trámite Legislativo. Se trata de la nueva batalla parlamentaria a la que se enfrentará La Libertad Avanza luego del fracaso de la ley ómnibus en Diputados, hace menos de un mes. 

Hoy finalmente quedará conformada la comisión que integran 8 senadores y 8 diputados, entre oficialistas y opositores. La expectativa principal pasa por cuál será efectivamente el tratamiento que tenga el DNU 70/2023, que firmó el Presidente y su gabinete el 21 de diciembre pasado, barriendo con más de 300 leyes de un plumazo y modificando otro tanto más. 

El decreto de Milei está vigente, salvo algunos capítulos suspendidos por la Justicia, principalmente el referido a la reforma laboral. La excepcionalidad de este instrumento de gobierno hace que se mantenga en pie sin todavía haber pasado por el Congreso. Y así seguirá, a menos que las dos cámaras lo rechacen. Pero para esa instancia aún falta. El primer paso ocurrirá hoy en la comisión, que no está exenta de polémica.

No hay certeza entre los legisladores sobre cuál será el derrotero del DNU, porque la bicameral de Tratamiento Legislativo llega con una demora en su constitución, si se siguen los plazos dispuestos por la ley 26.122, que la regula. También hay una duda extra, casi insólita: aún hay más de un centenar de decretos firmados por la gestión de Alberto Fernández que nunca fueron discutidos en comisión, que recién ahora podrían ponerse en agenda, demorando aún más el tratamiento del DNU de Milei, lo que terminaría beneficiando al Gobierno.

El poroteo de la comisión

De acuerdo a la convocatoria formal, la bicameral se reunirá hoy exclusivamente para la “designación de autoridades”. La intención del oficialismo es elegir como presidente al senador libertario Juan Carlos Pagotto, de La Rioja. Además de Pagotto, integran la comisión los senadores María Teresa González, Mariano Recalde y Anabel Fernández Sagasti (UxP), Víctor Zimmermann (UCR), Luis Juez (PRO), Juan Carlos Romero (Cambio Federal) y Carlos Espínola (Unidad Federal). Por Diputados, en tanto, estarán: Carolina Gaillard, Ramiro Gutiérrez y Vanesa Siley (UxP), Oscar Zago y Lisandro Almirón (LLA), Francisco Monti (UCR), Hernán Lombardi (PRO) y Nicolás Massot (HCF).

Paggoto conducirá un cuerpo de trabajo donde el oficialismo enfrentará un escenario complejo cuando el dictamen esté para la firma: de los 16 miembros, LLA ostenta tres lugares, y llegaría a seis votos a favor del DNU gracias al apoyo que ya adelantaron el PRO y Cambio Federal. En claro rechazo está UxP, con sus 6 legisladores. El oficialismo entonces intentará pescar en los bloques del medio: la UCR –que está dividida en su postura–, y los bloques de HCF (que conduce Miguel Pichetto en Diputados) y Unidad Federal (senadores peronistas no kirchneristas). Si al momento de la votación hay empate, el presidente tiene voto doble.

Pero de vuelta, para eso falta tiempo. “La expectativa para hoy no es mucha, porque es la conformación, se espera que se arme una agenda de trabajo”, adelantó a elDiarioAR una fuente parlamentaria muy al tanto de la reunión. Habrá que estar atento a la estrategia libertaria, teniendo en cuenta que lo que le conviene es ganar tiempo: “Seguramente el oficialismo quiera tratar primero los DNU pendientes de Alberto Fernández, pero la idea es proponer que se trabaje a full y se trabaje en paralelo el 70/23 de Milei, sobre todo porque es grande, tiene muchos temas importantes y fundacionales”, señaló la voz consultada, que tributa en la oposición que más dialoga con LLA.

El tiempo y los vericuetos a la ley

El factor tiempo se volvió crucial en el debate hasta ahora, porque según la ley la comisión debería haber dictaminado sobre el DNU a más tardar el 22 de enero pasado (es decir, diez días hábiles contados desde que el jefe de Gabinete envió el decreto al Congreso, el 5 de enero). Recién entonces Victoria Villarruel nominó a los 8 senadores miembros, pero Martín Menem nunca la copió en Diputados. 

Esa dilatación hizo que la comisión entrara en un gris jurídico: el kirchnerismo en el Senado le exigió a Villarruel que abra el recinto para discutirlo (amparándose en el artículo 20 de la ley, que habla de un “inmediato tratamiento” si la comisión no eleva despacho en diez días), pero la vicepresidenta mantuvo su férrea posición en contra. Contraargumentó que ella tenía la potestad absoluta de la Cámara alta hasta que comiencen las sesiones ordinarias, el próximo 1 de marzo. 

Por su lado, UxP en Diputados presionó a Menem pero sin resultado. Hasta que el radicalismo –a través del jefe del partido, el senador Martín Lousteau– le exigió al presidente de Diputados que no demorara más los nombres para la comisión, composición que estaba en disputa porque UxP exigía 4 sillas y no 3 por ser la primera minoría de la Cámara baja, donde tiene 99 de las 257 bancas. Menem finalmente bajó el martillo la semana pasada y le quitó al kirchnerismo el cuarto integrante.

La posición intermedia del radicalismo suma el ingrediente de que la bancada está dividida sobre cómo votar el DNU. De hecho internamente surgió la idea de que el decreto sea “dividido” en distintas partes, para que sus legisladores tengan libertad en acompañar algunas secciones y rechazar otras, pero la comisión declara la validez o invalidez de todo el decreto, no de una parte. Incluso pidieron que el Ejecutivo envíe proyectos de ley “espejo” a los distintos capítulos del DNU.

Ese laberinto reglamentario, en medio del debate por la ley ómnibus que se llevó toda la atención pública, le permitió al oficialismo estirar hasta hoy la conformación de la comisión. Y aún puede dilatar más la discusión proponiendo una agenda light de trabajo. El objetivo de fondo es esperar que la Corte Suprema falle en marzo sobre la constitucionalidad o no del capítulo laboral, supo elDiarioAR. Cerca de Milei son optimistas de que la Justicia les dará la razón.

Pero esa estrategia libertaria tiene su propio límite: las sesiones ordinarias del 1 de marzo. A partir de entonces la oposición kirchnerista puede presionar en ambas cámaras para que el DNU se trate en los recintos. Los habilita que la comisión perdió su potestad exclusiva para tratar el dictamen ya que no lo hizo en los días reglamentarios que tenía hasta el 22 de enero. “Estamos habilitados para que se trate directamente en el recinto, no necesitamos que pase por la comisión”, aseguró a elDiarioAR una legisladora de UxP, aunque es incierto si tienen los votos para voltear el DNU en ambas cámaras. Esa jugada dejaría a la comisión, que arranca hoy, sin sentido.

MC/JJD

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