El desafío de los espacios de centro: conseguir el voto de quienes no quieren a Milei ni al peronismo

La campaña bonaerense para renovar la Legislatura provincial el próximo domingo estuvo atravesada por un dilema que se repite en la política argentina desde hace casi dos décadas: ¿hay espacio para una tercera fuerza que logre captar al electorado cansado de la grieta? La respuesta, por ahora, parece negativa.
En una esquina del cuadrilátero se ubican La Libertad Avanza junto con el PRO; en la otra, Fuerza Patria, el frente peronista que respalda al gobernador Axel Kicillof. Las apuestas de centro aparecen por ahora fuera del ring, como luchadores amateurs frente a pesos pesados que, aunque desgastados, siguen monopolizando la atención.
El oficialismo nacional gobierna con Javier Milei y el peronismo no logró quedarse en la Casa Rosada tras el mal gobierno de la dupla Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner. En la provincia las posiciones se invierten: el peronismo, con Kicillof, consiguió revalidar su gestión en 2019 por amplio margen y Milei formó una alianza con el PRO, contra la negativa de un venido a menos Mauricio Macri. La polarización es total y clara, lo que vuelve cuesta arriba la tarea de quienes intentan pararse en el medio.
El desafío de renovar con dirigentes de siempre
El experimento más ambicioso en ese sentido es Somos Buenos Aires, la coalición que agrupa a la UCR, la Coalición Cívica, el GEN de Margarita Stolbizer, el Partido Socialista y un puñado de intendentes desencantados del mileísmo y del kirchnerismo. Su carta de presentación es la promesa de “salir de la grieta” y construir consensos, pero el desafío es doble: no solo deben romper el eje de la polarización, sino además convencer al electorado de que no son más de lo mismo.
Las cabezas de lista de Somos Buenos Aires muestran esa tensión. En la Primera Sección va Julio Zamora, intendente de Tigre desde 2013 por el Frente Renovador (ahora enfrentado a su mentor, Sergio Massa); en la Tercera se anota Pablo Domenichini, rector de la Universidad de Almirante Brown y figura de la UCR Evolución; en la Cuarta, Pablo Petrecca, intendente de Junín por el PRO; en la Quinta, Maximiliano Suescun, intendente radical de Rauch; en la Sexta, Andrés De Leo, referente de la Coalición Cívica en Bahía Blanca; en la Séptima, Fernando Martini, dirigente radical de Roque Pérez; y en la Octava, Pablo Nicoletti, presidente de la UCR La Plata. La foto se repite: dirigentes con trayectoria, con gestión territorial, pero a lo mejor poco novedosos para un electorado que puede asociar la “tercera vía” con la frescura y la renovación, aunque también puede valorar las obras y las propuestas, y darle apoyo frente al desgaste de los polos. Es el gran desafío de Corea del Centro.

“No nos vemos como la avenida del medio, sino como una alternativa de poder real y concreto”, afirmó Julio Zamora en esta entrevista que le concedió a elDiarioAR. Crítico del armado de Fuerza Patria y del Frente Renovador, Zamora explicó su salida del espacio peronista: “Durante el Gobierno del Frente de Todos, a nosotros no nos quisieron dar ni obras ferroviarias. Hubo una barrera política que nos impedía tener una relación fluida con los gobiernos nacional y provincial”.
Zamora sostiene que el espacio que integra, Somos Buenos Aires, “es una síntesis de las tradiciones del peronismo y el radicalismo” y plantea un modelo distinto de gestión: “Nosotros proponemos el modelo de San Pablo, con un IVA bonaerense que repare la injusticia en la coparticipación. Pero también tenemos demandas concretas en seguridad: en Tigre teníamos 33 patrulleros en los 2000, y ahora, con una ciudad más grande, tenemos solo 23”. En su visión, la clave está en una política “centrada en las personas” que recoja “la doctrina social de la Iglesia”.
La excepción de la Segunda Sección
En la Segunda Sección electoral, Somos Buenos Aires no presenta lista oficial. Allí, la alternativa antigrieta aparece representada por el intendente de San Nicolás, Manuel Passaglia, que compite con su propio espacio: Hechos, una fuerza vecinalista que integran dirigentes del norte bonaerense y que se desmarca tanto del oficialismo provincial como del nacional. Passaglia gobierna su municipio bajo el sello de Juntos por el Cambio, pero se alejó del armado libertario y del peronismo.
Ante las versiones que lo vinculaban con Somos Buenos Aires, Passaglia salió a desmentirlo en redes sociales: “Yo no soy cabeza de lista de Somos Buenos Aires. Somos no compite en la Segunda. Deberían retractarse y pedir disculpas”, escribió.
Uno de los puntos más relevantes de esta elección es el rol de los intendentes que decidieron romper con las estructuras nacionales tradicionales. Zamora, Passaglia, Petrecca, Suescun y Martini son jefes comunales con poder local, que buscan reconfigurar el tablero desde su territorio. Sin embargo, su apuesta por el centro suena más a estrategia de supervivencia que a proyecto político consolidado. La fragmentación y la falta de liderazgo claro debilitan su posibilidad de construir algo más allá de sus distritos.
Potencia y otras alternativas sin peso territorial
A la par de Somos Buenos Aires aparecen otros intentos de encarnar la Corea del Centro. Potencia, el frente liberal-republicano liderado por María Eugenia Talerico, exvicepresidenta de la Unidad de Información Financiera (UIF) durante la presidencia de Mauricio Macri, buscó diferenciarse tanto de Milei como del kirchnerismo. Lleva a Félix Lonigro, abogado constitucionalista y docente universitario, en la Primera Sección; al fiscal Fabio Molinero en la Quinta; y al extitular del Puerto de La Plata Jorge Metz, en la Octava. Sin embargo, carece de intendentes y estructura territorial: su fuerza está en los nombres pero eso no garantiza votos.
Talerico enfatizó que decidió presentarse en la provincia de Buenos Aires por fuera del PRO y La Libertad Avanza porque no comparte los valores de esos espacios. En diálogo con Odisea Argentina, el programa de Carlos Pagni de LN+, sostuvo que ve una lista centralizada en “personas recicladas del peronismo, el massismo y punteros que han tenido problemas con la Justicia”, y advirtió que “si uno piensa en la Argentina que prometía Javier Milei, con transformaciones profundas, la alternativa que se plantea va a ser una estafa a la ciudadanía”. Resaltó los valores democráticos y la “decencia”, y en tal sentido se negó “mezclarse con las listas de La Libertad Avanza”.

En un segundo escalón figuran Nuevos Aires, con Mauricio D’Alessandro, el abogado penalista que se hizo conocido gracias a la televisión, en la Tercera Sección, y Es con Vos, es con Nosotros, que postula a Gustavo Arabia, abogado, exasesor legislativo y exfuncionario provincial, en la Cuarta. En la Segunda Sección se destaca el partido vecinal Hechos, de Passaglia, que juega su propia partida sin aliados nacionales. Todas comparten una lógica: buscan ser opción, pero fragmentados, sin cohesión.
La dificultad de las terceras fuerzas para romper el esquema binario se vio con claridad en 2015, cuando Sergio Massa lideró el frente Una Nación Avanzada (UNA), que incluía a su partido, el Frente Renovador, y al peronismo cordobés que entonces lideraba José Manuel de la Sota (fallecido tres años después), y que intentó emerger como alternativa al macrismo y al kirchnerismo. Terminó sacando más de 5 millones de votos, pero tercero, fuera del balotaje.
En 2019, Roberto Lavagna encabezó Consenso Federal, un armado progresista que no superó el 6% en las presidenciales (1,6 millones de votos). En ambos casos, el centro buscó posicionarse, pero quedó atrapado en la lógica de la polarización nacional.
La elección presidencial de 2023 rompió todos los esquemas: Javier Milei, un outsider sin estructura tradicional, logró captar el voto del descontento y venció al aparato peronista en el balotaje. El centro quedó nuevamente desdibujado. La pregunta ahora es si podrá reaparecer con fuerza en una elección legislativa, sin cargos ejecutivos en juego.
El electorado y la lógica del ring
En teoría, un espacio de centro tendría un mercado amplio: millones de votantes defraudados, por un lado, con Milei por las causas de corrupción que rodean a su gobierno, además de su alianza con el PRO, que en campaña había jurado combatir; y por otro lado, por la persistencia de la marca peronista. Pero en la práctica, la polarización es tan fuerte que la tercera vía se vuelve invisible. Al electorado bonaerense se le presenta un escenario claro: elegir entre quienes gobiernan hoy la Nación o quienes gobiernan hoy la Provincia. Las alternativas del medio, por más que levanten banderas razonables, quedan atrapadas en las preguntas clásicas: ¿para qué sirven? ¿Qué proponen? ¿Quién lidera? ¿Cómo se llaman?
Esa es la misión imposible de 2025: en un contexto de crisis económica y discursos cada vez más extremos, convencer a la sociedad de que en el medio hay un camino distinto. Somos Buenos Aires intenta hacerlo con la UCR, el GEN y el Socialismo; Potencia, con su impronta liberal; Nuevos Aires y Es con Vos, con armados periféricos. La fortaleza estas propuestas parece radicar en la territorialidad y la gestión local, con intendentes que conocen sus distritos y exhiben experiencia. La gran dificultad es hacerle frente a los nombres fuertes de los extremos, y sobre todo a quienes aparecerán acompañándolos en la campaña electoral: el Presidente y el gobernador.
El resumen de la oferta de Corea del Centro en la Provincia de Buenos Aires
Primera Sección
- Julio Zamora (Somos Buenos Aires)
- Félix Lonigro (Potencia)
Segunda Sección
- Manuel Passaglia (Hechos)
Tercera Sección
- Pablo Domenichini (Somos Buenos Aires)
- Mauricio D’Alessandro (Nuevos Aires)
Cuarta Sección
- Pablo Petrecca (Somos Buenos Aires)
- Gustavo Arabia (Es con Vos)
Quinta Sección
- Maximiliano Suescun (Somos Buenos Aires)
- Fabio Molinero (Potencia)
Sexta Sección
- Andrés De Leo (Somos Buenos Aires)
Séptima Sección
- Fernando Martini (Somos Buenos Aires)
Octava Sección
- Pablo Nicoletti (Somos Buenos Aires)
- Jorge Metz (Potencia)
- Marcelo Peña (Nuevos Aires)
JJD
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