Con Milei y Caputo, la industria no despega: cayó la utilización de capacidad instalada y quedó en 58,2%

La industria argentina sigue funcionando a media máquina. En julio de 2025, el uso de la capacidad instalada en el sector fabril se ubicó en apenas 58,2%, lo que representa una caída respecto del mismo mes del año pasado, cuando el nivel había sido de 59,5%. El dato fue publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos [INDEC] y confirma una tendencia de estancamiento productivo que se mantiene desde principios de año.
El concepto de capacidad instalada mide cuánto de todo el potencial productivo real de una industria se está utilizando: si una fábrica tiene condiciones para producir 100 unidades por día, pero produce solo 58, está usando el 58% de su capacidad instalada. Lo que queda sin usar se llama capacidad ociosa. En este caso, más de cuatro de cada diez máquinas, líneas de montaje o instalaciones estuvieron paradas o trabajando por debajo de su nivel posible.
Ese margen ocioso puede deberse a muchas causas: caída en la demanda, dificultades para importar insumos, suba de costos, problemas financieros o, simplemente, falta de pedidos. Lo que queda claro es que la industria podría producir más, pero no lo está haciendo. Cuando esto se repite mes a mes, se convierte en un síntoma de freno económico.
Según el informe, solo cinco de los doce bloques industriales relevados trabajaron por encima del promedio general. El mayor nivel de utilización se registró en refinación del petróleo (81,7%), seguido por productos alimenticios y bebidas (65,2%), industrias metálicas básicas (63,9%), papel y cartón (60,6%) y sustancias y productos químicos (59,9%).
En el resto de los sectores, el uso fue inferior al promedio. Los productos de caucho y plástico apenas usaron el 43,2% de su capacidad, la industria automotriz llegó al 44,1%, y los productos textiles al 44,4%. También se ubicaron por debajo del promedio los rubros de tabaco (46,5%), metalmecánica excluida la industria automotriz (48,7%) y edición e impresión (52,5%).
Las mayores caídas interanuales se dieron en dos sectores clave: el químico y el automotor. En el caso de sustancias y productos químicos, el uso de la capacidad instalada bajó de 65,7% en julio de 2024 a 59,9% en julio de este año. El INDEC explicó que esto se debe a una menor producción de detergentes, jabones y productos químicos básicos. Según el Índice de producción industrial manufacturero, esas líneas cayeron 15,5% y 12,2% interanual, respectivamente.
En la industria automotriz, el nivel cayó de 52,2% a 44,1% en un año. La explicación es directa: las terminales fabricaron menos unidades. Esta baja tiene un impacto importante porque es un sector que mueve muchas otras ramas industriales, como autopartes, metalúrgica, plásticos y pinturas.
Otro sector afectado fue el de productos textiles, que retrocedió del 49,0% al 44,4%, debido a la menor producción de hilados de algodón y tejidos. También hubo una leve baja en productos alimenticios y bebidas, que pasaron de 65,4% a 65,2%, principalmente por la menor molienda de oleaginosas. Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el ingreso de grano de soja a molienda cayó un 14,1% interanual.
El informe del INDEC incluye también la evolución mensual del uso de capacidad instalada en lo que va del año. En 2025, los valores fueron: enero (55,0%), febrero (58,6%), marzo (54,4%), abril (58,2%), mayo (58,6%), junio (58,8%) y julio (58,2%). Salvo una leve suba en el segundo trimestre, el indicador muestra estabilidad en torno al 58%, sin señales claras de repunte.
En cambio, en la segunda mitad de 2024, los niveles habían superado el 60% durante varios meses: agosto (61,2%), septiembre (62,2%), octubre (63,0%) y noviembre (62,3%). Comparado con esos meses, la industria actual está funcionando con menor intensidad.
Para elaborar este informe, el INDEC realiza un relevamiento mensual entre 600 y 700 empresas manufactureras. Se consulta a cada una cuánto produjo en el mes y cuánto podría haber producido si usaba toda su capacidad. A partir de esas respuestas, se calcula el porcentaje general y el de cada sector. El indicador se construye sobre la base del valor agregado industrial de 2004, año base vigente.
En términos simples, la utilización de la capacidad instalada es un termómetro de cuánto se está aprovechando el aparato productivo existente. Un valor alto indica actividad intensa; uno bajo, como el actual, revela que hay recursos disponibles que no están siendo usados. Si la situación persiste, puede traducirse en menos empleo, menos inversión y menos crecimiento.
A pesar de algunas señales de estabilidad mes a mes, la foto de julio muestra que la industria argentina sigue lejos de su potencial. Sin una reactivación de la demanda o medidas que estimulen la producción, el sector difícilmente logre despegar en lo que resta del año.
JJD
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