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POLÍTICA

Berni-Bullrich, el duelo del verano que anticipa la batalla electoral de octubre

Sergio Berni y Patricia Bullrich

Pablo Ibáñez

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Patricia Bullrich llamó el fin de semana a Sergio Berni. Fue una charla breve, seca, el backstage del episodio más político de un verano casi sin marketing político, escaso de campañas playeras, sin cumbres no tumultos, sin las postales de dirigentes en paradores que fueron habituales en otras temporadas.

Bullrich fue una excepción: publicó su libro “Guerra sin cuartel” y se lanzó a una ronda costera de presentación que ofició, en verdad, como una precampaña electoral, el prólogo de lo que quiere ser: candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, fantasía que está atada a un doble guiño, el de Mauricio Macri y el de Horacio Rodríguez Larreta.

La paradoja es que Berni, aunque se desmarca de Bullrich, ha tenido más chispazos con Sabina Frederic, la ministra nacional del Frente de Todos, que con su antecesora macrista.

Fue en una escala de esa gira, en Villa Gesell, que seis efectivos de la Bonaerense se presentaron en el café donde Bullrich hacía un acto y la saludaron. La presidente del PRO difundió el video y sus colaboradores lo presentaron como una veneración de los policías a la ex ministra. Luego, los uniformados contaron que habían sido convocados para evitar un eventual escrache -por la secretaría de Seguridad gesellina- y que, en la cal,le había personas que agraviaban a Bullrich. Lamentaron, además, el “uso político” del hecho.

“A mi no me insultaban”, trató de aclararle Bullrich a Berni en el breve contacto telefónico, según contaron a elDIarioAR fuentes bonaerenses, luego que trascendió el video de los efectivos y las palabras del ministro bonaerense. Según el parte de los uniformados, afuera del local había personas que insultaban a Bullrich.

En La Plata, en paralelo, cuestionaron a la ex ministra por “montar un circo político”. Berni, a su vez, dio por cerrado el affaire Bullrich-policías luego de la aclaración pública de los uniformados.

Juegan en dominios distintos, Bullrich apunta a CABA y Berni se mueve en territorio bonaerense, pero la pelea del verano entre ambos anticipa el clima y la agenda de la batalla electoral de este año entre el Frente de Todos (FdT) y Juntos por el Cambio (JxC), ligado a un tema que está hace años en el podio de las preocupaciones sociales: la inseguridad.

Candidaturas

Pensada para consolidar su perfil y meterle presión a María Eugenia Vidal en la provincia, la gira de Bullrich tiene como contracara a Berni. El dato más visibles son los pasacalles que aparecieron el fin de semana en distintos puntos de la costa atlántica con el mensaje “Berni es el camino”, firmados por Orden y Trabajo, una agrupación que tiene como referente a un funcionario de segunda línea de Berni. Se trata de Alejandro Arrúa, que es subsecretario de Seguridad .

Arrúa es subsecretario de Coordinación Territorial para el Fortalecimiento de la Seguridad, es decir forma parte de la estructura política de la cartera que conduce Berni, pero en el entorno más cercano del ministro se despegan de la “campaña” y dicen que no tienen nada que ver con los carteles que creen que “no es una buena señal”.

En la misma trinchera afirman que Berni no es candidato, del mismo modo que Bullrich afirman que su objetivo no es encabezar una boleta sino ganar la agenda de discusión. Es, justamente, ese punto en el que Berni y Bullrich parecen encontrarse y donde, por alguna razón, evitar entrar en una pelea bilateral abierta

¿Tienen más coincidencias que diferencias? ¿O no se atacan porque comparten potenciales electores? El fin de semana, Berni cuestionó a la ex ministra que, según confió a sus colaboradores, “no entiende nada de seguridad” y dice que le molesta el zigzageo político y ideológico que en su historia tuvo Bullrich.

Con el episodio de Pinamar, fue más duro porque la acusó de hacer “una payasada” para “sacar rédito político” y puso en una situación incómoda a los policías. Una disputa de sentido: Bullrich que presenta un hecho en el que busca trasmitir que la policía la celebra; Berni que considera que fue irrespetuosa porque quiso usar a los uniformados. En medio, los cortocircuitos en el gobierno bonaerense luego del tuit de María Teresa García, la ministra de Gobierno de la provincia, en la que habló de la expulsión de los uniformados.

Berni quiere presidir el PJ nacional, una butaca que los gobernadores le ofrecieron a Fernández pero que debe pasar una instancia de elecciones internas. Berni ya lanzó esa candidatura.

En agosto y octubre, si hay PASO, Bullrich y Berni formarán parte del debate político. Como candidatos de territorios distintos, o incluso como figuras políticas, participarán de la discusión sobre la inseguridad y las políticas contra el delito, temas que rompen fronteras, en particular en el AMBA.

La paradoja es que Berni, a pesar que se desmarca de Bullrich, ha tenido más chispazos públicos con Sabina Frederic, la ministra nacional del Frente de Todos, que con su antecesora macrista. Con la exministra ocurre lo mismo: apunta a Frederic, pero no a Berni. “Si lo critica a Berni, queda mal parada”, se envalentonan en la cercanía del ministro de Seguridad que, afirman, ordenó su vínculo con Alberto Fernández y construyó una relación de extrema confianza con Axel Kicillof.

¿Y los carteles? ¿Se prepara para ser candidato en 2021? Hace dos meses, Berni decía que una banca en el Congreso no lo seducía. Ahora asegura que no está trabajando para ser candidato, pero admite que el Frente de Todos podría necesitarlo como postulante este año. Cerca del ministro se regodean con las críticas al “campañismo” permanente de Berni, que tuvo su pico con los videos en los que presentó la marca Fuerza Buenos Aires (FBA) y que pareció cumplir todos los ítem de un sello político. “Nos decían que Fuerza Buenos Aires era una campaña personal y ahora es la referencia de la nueva policía, que se usa en la convocatoria para la inscripción de nuevos cadetes”. Forma parte del plan para sumar, en 2021, al menos 10 mil nuevos efectivos a la Bonaerense.

Fuera de ese menú, Berni mantiene en pie su pretensión de presidir el PJ nacional, una butaca que los gobernadores le ofrecieron a Fernández pero que debe pasar una instancia de elecciones internas. Berni ya lanzó esa candidatura y avisó que cuando se reabra el proceso para definir autoridades partidarias, insistirá con su plan de ser jefe del peronismo, cargo que ahora ocupa José Luis Gioja y que sigue un cronograma para definir nuevas autoridades el 21 de marzo.

PI

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