Con fuertes críticas a Macri, el Presidente llegó a Córdoba para hacer campaña por el Frente de Todos

Alberto Fernández llegó hoy a Córdoba por primera vez como presidente y tras varias postergaciones en medio de la pandemia por el Covid-19. Se reunió dos veces en público con el gobernador Juan Schiaretti, la primera, en la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) “Brigadier San Martín”; y la segunda cerca de la ciudad de Arroyito, a 100 kilómetros de esta Capital, donde inauguró dos tramos de 92 kilómetros de la autovía de la Ruta 19 y aprovechó para criticar duro al ex presidente Mauricio Macri: “No es una ruta más. Une dos provincias centrales del desarrollo argentino: Córdoba y Santa Fe. La Provincia tenía que hacerse cargo del 30% de la obra y la Nación del 70% restante. La Provincia hizo su parte y cuando nosotros llegamos todo lo que tenía que hacer la Nación estaba paralizado”, criticó el presidente Fernández.

Y ahí nomás siguió con sus críticas al Gobierno de Juntos por el Cambio: “Cuando nosotros llegamos, el 70% de las obras en marcha estaba paralizado. Nos pusimos a negociar con los contratistas para tratar de pagar una deuda que llegaba a los $ 35.000 millones. Había un esquema de participación público-privado para realizar estas obras, donde eran un negocio para otros y no para el Estado argentino”, apuntó Fernández desde uno de los puentes en el kilómetros 226 sobre la autovía que une la ciudad de Córdoba con San Francisco; una traza de 260 kilómetros que llega al límite con Santa Fe.

En los dos actos, de la Fábrica de Aviones en el sur de esta Capital y el de las inmediaciones de Arroyito sobre la autovía de la Ruta 19, el Presidente estuvo acompañado por el gobernador Juan Schiaretti y ministros nacionales. En FAdeA, donde se presentó un programa de inversiones para las Fuerzas Armadas de US$ 400 millones y se puso a volar un nuevo avión de entrenamiento Pampa III – Bloque 2 de Cuarta Generación, el trato entre Alberto Fernández y Juan Schiaretti fue correcto y protocolar. Era la primera vez que ambos se veían cara a cara en Córdoba, el distrito más refractario a nivel nacional para en Frente de Todos. Allí, el gobernador le dedicó un “bienvenido a Córdoba señor Presidente” y Fernández lo nombró sólo una vez en su discurso de doce minutos. 

“Gracias querido Gringo”

Dos horas después, en el acto de Arroyito, el mandatario cordobés comenzó su discurso  con “la alegría de dar dos veces la bienvenida”; y el Presidente le regaló un “gracias querido Gringo por recibirme nuevamente en esta provincia tan pujante”. Los ánimos habían cambiado y se mostraron más cercanos; pese a que Alberto Fernández claramente vino a hacer campaña a Córdoba para quedarse con el segundo lugar en las elecciones legislativas de este año y así retener su escaño en el Senado que actualmente está en manos de Carlos Caserio –va por su reelección- y tratar de conquistar dos bancas de diputados.

A unos 20 kilómetros del acto de Fernández y Schiaretti; una veintena de productores rurales del este cordobés realizaron un piquete, a la altura de Sacanta, en un camino que une esta  localidad con Arroyito. Efectivos de la Guardia de Infantería de la Policía de Córdoba y gendarmes del destacamento de San Francisco fueron apostados allí para prevenir incidentes.

En la Casa Rosada, aún resuenan las palabras del diputado cordobés Mario Negri –jefe del interbloque de Juntos por el Cambio- quién advirtió: “Estamos a sólo siete diputados de ser la Argentina que quiere el kirchnerismo. A siete diputados de que tengan mayoría propia en el Congreso Nacional”. Por eso, el Frente de Todos quiere conseguir esa diferencia que le asegura mayoría y por eso decidió hacer campaña en Córdoba polarizando con el macrismo. 

El senador Caserio, el hombre de Alberto en Córdoba, lo repitió reiteradamente: “Desde 2015, todas las elecciones legislativas nacionales las ganó Cambiemos. La mejor táctica electoral que tenemos es que las opciones peronistas vayamos en boletas separadas”. La ecuación para el senador albertista no es inocente: este año finaliza su mandato y quiere repetir. Pero como en el Senado, quien gana se lleva dos escaños y la segunda fuerza el restante, Caserio quiere mantener su banca. El gobernador Juan Schiaretti jugará todo su poderío para que su esposa Alejandra Vigo, que en diciembre finaliza su mandato como diputada nacional, sea electa senadora por la boleta de Hacemos por Córdoba, la alianza del peronismo cordobesista. En la alianza macrista, en tanto, se vencen los mandatos de Laura Rodríguez Machado del PRO y del juecista Ernesto Martínez; y está asegurado que el frente amarillo retendrá ambos sillones de la Cámara Alta.

En Diputados, el esquema es similar: Juntos por el Cambio se asegura hasta hoy, cinco de las nueve bancas que se renuevan en Córdoba. Córdoba Federal, el bloque schiarettista pone en juego tres escaños, el de Vigo; Claudia Márquez y Paulo Cassinerio. Según las encuestas podría retener sólo dos de las tres bancas; mientras que el Frente de Todos, que pone en juego un diputado, aspira a quedarse con dos bancas. La boleta del PJ schiarettista la encabezará Natalia de la Sota, legisladora e hija del ex gobernador José de la Sota, fallecido en un accidente vial en septiembre de 2018. Mientras que, es casi seguro que el secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill encabezará la boleta de Diputados del Frente de Todos.

No es casual que en el acto de la autovía de la Ruta 19, junto a Fernández y Schiaretti estuvieran Caserio y Gill, los candidatos a senador y diputado del Frente de Todos. El discurso fuertemente antimacrista del Presidente apunta a polarizar con Juntos por el Cambio, en el distrito donde el antikirchnerismo supera el 60% de los sondeos de opinión; buscando que ese voto “gorila”, lo concentre Juntos por el Cambio, restándole chances a Hacemos por Córdoba.

Escraches

Desde el miércoles, cuando se supo que el presidente Alberto Fernández llegaría hoy a Córdoba, por las redes sociales se montó una campaña para rechazar la visita presidencial. Eduardo Prestofelippo, un youtuber conocido como El Presto, anunció un escrache en FAdeA, pero finalmente no concurrió él ni sus adherentes. En las puertas de la fábrica de aviones, sólo hubo una protesta de trabajadores despedidos durante el Gobierno de Macri que recibieron la promesa de ser reincorporados por la nueva gestión que encabeza la presidenta Mirta Iriondo; y de un puñado de trabajadores despedidos en la fábrica Postres Serranos, que cerró sus puertas tras 55 años de trayectoria y cuyo dueño era el diputado nacional Eduardo Fernández, uno de los dirigentes del Frente de Todos cordobés.

Soledad Laciar, la madre de Blas Correas, el chico de 17 años asesinado por la Policía de Córdoba cuando volvía de cenar en agosto del año pasado, le hizo llegar una nota pidiéndole una audiencia al presidente Alberto Fernández a través de la titular de FAdeA Mirta Iriondo y de uno de los directores de la compañía, Horacio Viqueira. Esta mujer participó hace dos semanas de una sesión en Diputados donde se trató la violencia institucional por parte de las fuerzas de seguridad contra la población en pandemia. 

GM