Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
EMPRESAS ESTATALES

Armas de doble filo: las opciones de Javier Milei para privatizar sin el respaldo del Congreso

Javier Milei, en su primer mensaje como presidente electo.

Juan José Domínguez

0

“Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado va a estar en las manos del sector privado”. La frase le pertenece a Javier Milei, en la primera entrevista que concedió como presidente de la Nación electo, el lunes por la mañana al periodista Eduardo Feinmann. La sentencia del líder de La Libertad Avanza es la versión siglo XXI de una recordada frase que el primer ministro de Obras y Servicios Públicos de Carlos Menem, Roberto Dromi, pronunció hace 34 años: “Nada de lo que deba ser estatal permanecerá en manos del Estado”, dijo el entonces funcionario, “el padre de las privatizaciones”, que no casualmente hoy es asesor del “león”.

El 17 de agosto de 1989 se sancionó la ley 23.696, de Reforma del Estado, que habilitó la privatización de muchas empresas estatales y la fusión y la disolución de entes públicos como YPF, ferrocarriles, Aerolíneas Argentinas; las prestadoras de servicios públicos de agua, luz y gas, los teléfonos, los canales de televisión y las radios.

Este lunes, en diálogo telefónico con Radio Mitre, Javier Gerardo Milei anticipó que durante su gobierno, que empieza en 20 días, se privatizarán los medios públicos, como Radio Nacional, la TV Pública y la agencia de noticias Télam, y también YPF —reestatizada en 2012— y Enarsa, aunque respecto de estas dos últimas empresas dijo que primero se encargará de que “se racionalicen esas estructuras” y que se las ponga “a crear valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos”.

La incógnita es cómo será ahora el camino de las privatizaciones pretendidas por Milei. Menem consiguió aprobar las privatizaciones porque fue presidente del Partido Justicialista, es decir que tenía el apoyo parlamentario y político para hacerlo; Milei, en cambio, asumirá el poder con su joven partido, LLA, que como elDiarioAR ya precisó en esta nota tendrá apenas el 15% de los diputados y el 10% de los senadores.

Sin que aún se conozca de parte de Milei ni de sus colaboradores el recorrido administrativo ni la estrategia política que imaginan para llevar a cabo tal cometido privatizador, este medio consultó a hombres y mujeres del Congreso, estudiosos de la dinámica parlamentaria, sobre cómo deberían tramitarse las privatizaciones y qué alternativas tendrá la futura gestión liberal-libertaria y conservadora.

Un DNU y cerrar el Congreso hasta marzo

Sin número posible para aprobar nada en ninguna de las dos cámaras, Milei podría dictar un decreto de necesidad y urgencia (DNU) que establezca su propia reforma del Estado con el capítulo de las privatizaciones.

Los DNU quedan vigentes al momento de ser publicados en el Boletín Oficial y sólo pierden vigencia una vez que son rechazados por los plenos de las dos cámaras del Congreso, lo que no ha ocurrido jamás en democracia. Además, antes, esos DNU son analizados por una comisión, la Bicameral de Trámite Legislativo. Es decir que el camino parlamentario para bochar un DNU es largo y está diseñado especialmente para que los presidentes puedan gobernar por decreto.

Sin embargo, esta comisión bicameral, que la integran 16 legisladores, 8 senadores y 8 diputados, designados en función de la fortaleza numérica de las bancadas políticas, podría estar compuesta a partir del 10 de diciembre por 5 diputados y 5 senadores de Unión por la Patria, o como se vaya a llamar la bancada peronista, porque va a ser la primera minoría en las dos cámaras.

Sin acuerdo político previo entre el gobierno de Milei y la oposición, de esa comisión, que analiza la validez de los DNU pero al final puede terminar juzgando su contenido, saldrán dictámenes negativos. Sin número en las dos cámaras, esos dictámenes negativos podrían ser convalidados en los recintos. Así, el Congreso podría rechazar decretos de un presidente de la Nación por primera vez en la historia.

“Las privatizaciones no parecen ser materia prohibida para legislar por DNU, pero cuál es la necesidad y urgencia para saltearse el trámite de la ley. La lista de peros va al infinito sobre los procesos que dependen de cada marco regulatorio, de cada composición accionaria, de cada tipo de participación del Estado en cada empresa, de cada tipo de empresa y finalmente, lo más importante, del tipo de proceso: ¿hay que expropiar para privatizar? ¿Qué parte se privatiza? ¿Hay concesiones, por ejemplo, de áreas de explotación que retrotraer? ¿Hay recursos de las provincias afectados?”, planteó una diputada de la oposición actual, muy conocedora del reglamento y de los trámites parlamentarios y con una aguda mirada política.

El DNU, aunque tiene fuerza de ley, es una herramienta de seguridad jurídica endeble. Alcanzaría con que el Senado lo rechazara para que casi perdiera la fuerza de su objetivo político. ¿Quién invertiría millones en comprar una empresa estatal, con una medida que se sostiene en un decreto que ya fue rechazado por una cámara del Congreso?

Un estrategia legal pero débil

Lo que cavila un experimentado diputado, también de la oposición actual, es que el “león” podría dictar algunos DNU para poner en marcha sus objetivos de gobierno y no convocar a sesiones extraordinarias para que el futuro Congreso —totalmente adverso en cantidad y en voluntad— no funcione durante las vacaciones de verano y, de esta manera, sus medidas rijan como mínimo hasta marzo, cuando arranca el período ordinario de sesiones.

“Todo este artilugio, que es legal, por supuesto requiere una precondición: que el presidente de la Nación sostenga una fuerte legitimidad y apoyo popular. Ahora, si él cree que su base de apoyo es el 56%, está equivocado porque es del 29,9%. Si él cree que su asociación con Mauricio Macri le expande la coalición, también está equivocado”, planteó el legislador consultado por este medio.

En un escenario de alta inflación y el temor permanente a una híper, el desafío de Milei será intentar estabilizar la economía y sostener el respaldo popular hasta marzo, cuando no solamente empieza a funcionar el Congreso sino que comienzan las clases y las paritarias.

“Escuché que va a cuidar el orden en las calles y que ya está hablando con Jorge Macri para que se ocupe. Si pasado mañana hay protestas en las calles por las privatizaciones, ¿Jorge Macri va a salir a reprimir y -ojalá que eso no pase- a cargarse un muerto por un DNU privatizador que, además, a los posibles compradores de esas empresas no les otorga ninguna seguridad jurídica de nada?”, se preguntó.

En Télam, por caso, este lunes mismo ya se hizo una primera asamblea, tras los dichos de Milei. El martes se anunció otra en la Televisión Pública y también está prevista otra en Radio Nacional, según pudo saber elDiarioAR.

Contextos

Menem no solamente tenía la espalda política y el número de bancas necesario para tener su ley de privatizaciones (ley que se aprueba por mayoría simple) sino, a su favor, un descontento social mucho mayor por la hiperinflación que fue realmente dramática. “Con todo, estuvo en zozobra dos años, casi que se iba, hasta que llegó [Domingo] Cavallo y plantó la Convertibilidad”, recordó.

Para otro legislador nacional consultado por elDiarioAR, la clave de la gobernabilidad de Milei radica en las medidas que tome para controlar la inflación “de inmediato” y en su “capacidad negociadora”, y respecto de este punto señaló un interlocutor que, a su criterio, es clave: Sergio Massa. “Si sigue forreándolo, si Macri trabaja para hundirlo, si los radicales siguen siendo unos 'traidores' y... no solamente va a ser imposible cualquier cosa que necesite que le aprueben sino que se la pueden dar vuelta”.

Para avanzar en sus planes privatizadores y en cualquier otra acción de su propuesta de gobierno, coinciden los legisladores que conversaron con este medio, a LLA les hace falta un verdadero estratega parlamentario pero, sobre todo, voluntad real de negociar con la oposición.

¿Quién va a querer comprar una agencia de noticias?

Por otra parte, al igual que el diputado, un senador que atendió a este diario se preguntó por el atractivo de las privatizaciones propuestas por Milei: “¿Una agencia de noticias oficial quién la va a querer comprar? YPF: ahí la Argentina está debiendo un juicio de U$S16.000 millones que, dicho sea de paso, es más que lo que vale la compañía. ¿Alguien se va a meter ahí?”.

Continuó: “Vende Radio Nacional. Perfecto: es 0,000001 del Presupuesto. ¿Qué cambió en su plan de achique del Estado? ¿Dónde está la motosierra?”. En Télam, indagó elDiarioAR, no creen viable la privatización. Temen que, en cambio, Milei no mande plata para pagar los sueldos de sus más de 800 empleados, que así lo establezca su proyecto de Presupuesto, y que ante las dificultades políticas y eventualmente comerciales para venderla proponga una “solución” similar a la que planteó para Aerolíneas Argentinas: que quede para sus empleados, que armen una cooperativa.

Al igual Menem, Milei tiene a Dromi a su lado. Pero hoy día ni con “el padre de las privatizaciones” hay garantía de que la venta de las empresas del Estado que empezó a anunciar como presidente electo vayan a concretarse.

JJD

Etiquetas
stats