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La historia de las internas: de Balbín vs Alfonsín a Menem vs Cafiero, de las abiertas a las PASO

Boletas de la interna entre Menem y Cafiero

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Antes del “83” la interna partidaria, así como las alianzas electorales que vimos en una anterior columna, eran una rareza. Para ser más precisos: internas partidarias había y por doquier, lo que no abundaba era el voto de los afiliados como instrumento para resolver las candidaturas presidenciales. En el mejor de los casos, eran las convenciones partidarias las que definían, mediante el voto o el acuerdo de los convencionales, las fórmulas y en el caso de que hubiera liderazgos fuertes, el líder disponía y el partido se adecuaba después mediante el formato legal correspondiente.

La primera referencia que aparece a una interna hecha y derecha para elegir candidatos a presidente y vice fue del radicalismo. En noviembre de 1972, de cara a las elecciones de marzo de 1973, la Unión Cívica Radical (UCR) convoco a sus afiliados a votar y por una diferencia ciertamente menor a la esperada, los “boinas blancas” eligieron la fórmula oficialista de “Línea Nacional”, integrada por Ricardo Balbín y Eduardo Gamond, frente a los desafiantes de “Renovación y Cambio”, el ascendente Raúl Alfonsín, acompañado por Conrado Storani (1).

En 1988, el PJ y la UCR se encaminaron a resolver sus candidaturas por internas y la flamante coalición Izquierda Unida estrenó el sistema internas abiertas que convocaba a votar tanto a los afiliados como a los no afiliados

Una década después, Dictadura mediante, hubo aprestos para una nueva interna en la UCR e incluso se oficializaron precandidatos, Fernando De la Rúa junto a Carlos Perette por Línea Nacional, Luis León y Ángel Rozas por el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista (MAY) y Alfonsín y Víctor Martínez por Renovación y Cambio. En la previa, la elección de los delegados partidarios, mostró un abrumador apoyo a Alfonsín (spoiler, terminó ganando la elección y se convirtió en Presidente) y sus contrincantes renunciaron a enfrentarlo.

#Peronismos

En el Justicialismo en tanto, asomaron la cabeza varios precandidatos representando a los distintos sectores en los que había quedado dividido el peronismo tras la muerte del General Juan Domingo Perón, la negativa de su viuda María Estela Martínez a asumir de manera efectiva la conducción que ostentaba en lo formal y la brutal represión al que la Dictadura sometió al movimiento. Raúl Matera, Ángel Robledo, Antonio Cafiero, Deolindo Bittel e Ítalo Lúder fueron los principales. Los resultados de las elecciones de los congresales partidarios y los acuerdos “palaciegos” llevaron a que el Congreso Partidario proclamara la fórmula “de unidad”: Luder-Bittel y no hubiera interna.

La presidencial de 1989 trajo nuevos vientos. En 1988 ambos partidos mayoritarios se encaminaron a resolver sus máximas candidaturas por internas y la flamante coalición Izquierda Unida, que agrupaba al Partido Comunista (PC), a los trotskistas del Movimiento Al Socialismo (MAS) y otros grupos menores de centroizquierda (2), estrenó el sistema internas abiertas que convocaba a votar tanto a los afiliados como a los no afiliados.

El carisma de Menem, el formato de elección de solo fórmula presidencial y la defección en el “cafierismo” de algunos intendentes del Conurbano (como Duhalde) y sindicalistas, fue letal para el favorito

La primera interna, el 7 de julio, fue la de la UCR: “paliza” de la fórmula “neoficialista” del gobernador cordobés Eduardo Angeloz acompañado del ministro alfonsinista Juan Manuel Casella (3), a la casi testimonial fórmula del MAY, de León y Carlos Yeregui. Pocos días después, el peronismo tuvo su primera y hasta ahora única interna presidencial y que es recordada como LA interna: el entonces gobernador bonaerense Cafiero con José Manuel De la Sota versus el entonces gobernador riojano Carlos Menem a quien escoltaba Eduardo Duhalde.

La historia es conocida, contra todos los pronósticos, pese a controlar el aparato partidario, gobernar la provincia más grande y tener a la enorme mayoría de los mandatarios provinciales de su lado, Cafiero perdió (4). El carisma del riojano, el formato de elección de solo fórmula presidencial y la defección en el “cafierismo” de algunos intendentes del Conurbano (como Duhalde) y sindicalistas, fue letal para el favorito.

Por su parte, en la interna de la izquierda, el candidato respaldado por el PC, el ex demócrata cristiano Néstor Vicente, le ganó al trotskista Luis Zamora. El PC tenía todavía una mejor y más extendida estructura y había ampliado sus alianzas hacia el centro y con eso le alcanzó para ganar. Con resultado puesto, la fórmula fue finalmente Vicente-Zamora (5).

En el FrePaSo compitieron en internas abiertas dos peronistas. Nunca se supieron los números finales, pero finalmente Bordón quedó reconocido como ganador y fue cabeza de la fórmula que completó el derrotado “Chacho”

Para la elección de 1995 en noviembre de 1994 la UCR volvió a apelar a las internas para resolver su candidatura presidencial y con el Pacto de Olivos como clivaje, el oficialismo partidario se impuso cómodamente con el gobernador de Río Negro, Horacio Massaccesi en fórmula con Antonio Hernández a la oposición representada por la dupla Federico StoraniRodolfo Terragno de la denominada Corriente de Opinión Nacional (CON).

En la flamante alianza Frente País Solidario (FrePaSo), que agrupaba a peronistas disidentes y diversos partidos de centroizquierda, compitieron en internas abiertas dos peronistas, el ex gobernador de Mendoza, José Octavio Bordón vs el diputado Carlos “Chacho” Álvarez. Nunca se supieron los números finales, pero finalmente Bordón quedó reconocido como ganador y fue cabeza de la fórmula que completó el derrotado “Chacho”.

El fin de siglo nos trajo el acuerdo UCR-FrePaSo y el formato de internas abiertas para definir su candidatura presidencial. En noviembre de 1998, el centenario partido apeló a su estructura y con Jefe de gobierno porteño De la Rúa como emblema, superó con holgura la novedad que representaba la mediática candidatura de Graciela Fernández Meijide por el FrePaSo. Meijide finalmente fue candidata en la provincia de Buenos Aires y Carlos “Chacho” Álvarez volvió a ser postularse a Vicepresidente. En el PJ, hubo amagues de internas entre el entonces gobernador bonaerense Duhalde y el ministro menemista Ramón “Palito” Ortega, pero finalmente hubo fumata blanca y la fórmula presidencial del peronismo fue Duhalde- Ortega.

Tras la crisis del 2001 y la explosión del sistema de partidos, ante las elecciones del 2003 solo la debilitada UCR se permitió apelar al voto de los afiliados para elegir sus candidatos. Envuelta en una extensa polémica por denuncias de fraude, la elección empezó en diciembre de 2002 y terminó en febrero de 2003 consagrando a la dupla Leopoldo Moreau–Mario Losada frente a la de Terragno–Jaime Linares. Por su parte en el peronismo, para evitar la interna y ante la imposibilidad de una candidatura de consenso, el partido insólitamente avaló oficialmente a tres candidatos para la elección general: Menem, Adolfo Rodríguez Saá y el a la postre electo presidente, Néstor Kirchner (6).

Para la elección presidencial de 2007 no hubo internas y en 2011 el debutante sistema de Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO) curiosamente no encontró quien lo utilizara a nivel de candidaturas presidenciales. Duhalde y Alberto Rodríguez Saá intentaron hacer una interna abierta “por afuera” de las PASO, pero al poco tiempo ese intento se frustró y terminaron compitiendo por separado.

Más acá en el tiempo, en 2015, la finalmente triunfante alianza Cambiemos, utilizó el sistema, aunque solo para robustecer al precandidato favorito, el entonces alcalde porteño, Mauricio Macri. La dupla del Pro, Macri-Gabriela Michetti le ganó fácilmente a sus, acordados, rivales los radicales Ernesto Sanz-Lucas Llach y Elisa Carrió-Héctor Flores del ARI-CC. También el peronismo disidente de la alianza Unidos por una Nueva Alternativa (UNA) utilizó las PASO para dirimir sus candidatos presidenciales y previsiblemente la fórmula Sergio Massa-Gustavo Sáenz derrotó a sus contrincantes, el gobernador cordobés De la Sota a quien acompañaba Claudia Rucci.

Por último, los trotskistas del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), también eligieron usar las PASO como herramienta para dirimir su interna y sorprendentemente el histórico líder del Partido Obrero (PO), Jorge Altamira, en dupla con Juan Carlos Giordano, fue derrotado por los jóvenes precandidatos del Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS), Nicolás del Caño y Myriam Bregman.

Para terminar, en 2019 nuevamente ningún espacio apeló a las PASO para definir candidatos presidenciales y al cierre de esta columna, el peronismo evitó una primaria intensa pero accedió a la participación de un sector minoritario y la oposición tanto por “derecha” como por “izquierda” se encaminaba a utilizarlas.

 LS/PI 

1. La Justicia había determinado poco antes que a la UCR “del Pueblo” liderada por Balbín le correspondía el monopolio de la sigla UCR en detrimento de la llamada UCR “intransigente” liderada por Oscar Alende, que a partir de allí pasó a denominarse Partido Intransigente (PI).

2. Sectores disidentes del PI, la democracia cristiana y el peronismo de izquierda conformaron el efímero partido Izquierda Democrática Popular (IDEPO) que actuaba en tándem con el PC.

3. Angeloz representaba a la Línea Córdoba en particular y en general a los sectores más conservadores de la UCR, muy críticos del gobierno alfonsinista, sin embargo, acordó con el alfonsinismo una fórmula conjunta que se completó con el entonces ministro de Trabajo, Casella.

4. En esa interna hubo record de participación, más del 40% de los afiliados se acercaron a votar, unó total de 1.600.000. Menem ganó por una diferencia de 100 mil votos y solo perdió en 5 provincias (Córdoba, Santiago del Estero, Salta, Misiones y Formosa)

5. Zamora encabezó también la lista de diputados en la Provincia de Buenos Aires y en condición de tal fue el único diputado electo por la alianza IU y se convirtió además en el primer diputado trotskista en la historia argentina.

6. Los tres tuvieron que armar alianzas con partidos menores: Menem fue con el Frente de la Lealtad (Conservador Popular, UCEDE y otros) Rodríguez Saa con el Movimiento Popular (Unión Popular, Laborista y otros) y Kirchner con el Frente de la Victoria (Partido de la Victoria, Nacionalista Constitucional, Progreso Social y otros)

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