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Gabinete en construcción

El Gobierno retiene a Cúneo Libarona, pero la puja por el control del Ministerio de Justicia sigue abierta

El abogado seguirá al frentre del Ministerio de Justicia, pese a su voluntad de correrse.
19 de noviembre de 2025 13:27 h

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El Gobierno asegura ahora que Mariano Cúneo Libarona seguirá al frente del Ministerio de Justicia y que no hay una búsqueda activa de reemplazo. Así lo transmitieron en Casa Rosada luego de la reunión que el ministro mantuvo este miércoles con el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, donde repasaron la agenda del área. En paralelo, voceros oficiales niegan haber retomado las negociaciones por las vacantes en la Corte Suprema y señalan que esos diálogos recién se abrirán con el inicio del período ordinario en marzo.

Pero la situación interna dista de estar cerrada. Distintas fuentes del Ejecutivo admitieron que existe un canal paralelo con el kirchnerismo. “Está habiendo otra rosca, pero que no es del Presidente”, reconocieron esta semana cerca del Salón Martín Fierro, apuntando a negociaciones no oficiales para avanzar en acuerdos judiciales. Las miradas se dirigieron hacia Martín y Eduardo “Lule” Menem, operadores cercanos a Karina Milei. Ambos niegan estar involucrados.

El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y el de Desregulación, Federico Sturzenegger.

La continuidad de Cúneo Libarona es parte de una tregua frágil. El ministro había manifestado su intención de dejar el cargo tras las elecciones, agotado por la interna y la exposición pública. Milei y su hermana le pidieron que permanezca al menos hasta el verano para evitar una reconfiguración inmediata del gabinete. “Karina le pidió que aguante unos meses más”, sintetizaba una fuente oficial hace un par de semanas. La maniobra buscó bloquear el ascenso de su vice, Sebastián Amerio, operador judicial de Santiago Caputo, o la llegada de un dirigente del PRO.

La disputa es más amplia que un cambio de nombres. En la Casa Rosada admiten que el control de Justicia se convirtió en terreno prioritario para las distintas facciones del oficialismo. Karina busca retener la conducción política del área, mientras Caputo intenta sostener el protagonismo de Amerio, quien hace meses ejerce funciones de facto desde los vínculos directos con fiscales y jueces. Asumir formalmente lo obligaría a perder ese margen operativo y ganar exposición pública.

Santiago Caputo, haciendo señas desde un palco de Diputados hacia la bancada de la oposición. A su lado, el viceministro de Justica, Sebastián Amerio, y el tuitero libertario Gordo Dan.

En las últimas semanas, entre las variantes analizadas, Guillermo Montenegro había aparecido como opción de equilibrio: intendente de General Pueyrredón, legislador bonaerense electo, exjuez y con trayectoria en Seguridad y Justicia, aunque distante hoy del macrismo. Su nombre circuló incluso para una eventual unificación de ambas carteras, idea finalmente descartada. Otra alternativa, según pudo saber elDiarioAR, era designar a un perfil legislativo que facilite acuerdos con gobernadores y bloques aliados, en línea con la estrategia de reconstrucción política que encabezan Adorni y Karina Milei.

Cualquier movimiento, de todos modos, está condicionado al rediseño integral del gabinete previsto para diciembre y la cantidad de decisiones pendientes que se acumularon en los últimos dos años. Casi la mitad de los cargos de jueces nacionales y federales podrían quedar vacantes antes de fin de año. Amerio impulsó en 2024 un paquete de 150 pliegos que fue frenado por orden del Presidente durante la campaña. El oficialismo ahora evalúa destrabar ese envío. También vuelve la discusión por la Corte Suprema y la Procuración General: en Balcarce 50 no descartan llevar el máximo tribunal de cinco a siete miembros como parte de un pacto de mayor alcance con el peronismo.

Ese entendimiento avanza en reserva. Fuentes del oficialismo y del kirchnerismo confirman conversaciones indirectas entre Karina Milei y Cristina Fernández de Kirchner, mediadas por actores del universo Menem. El eje no son solo los nombres para la Corte, sino la reorganización del mapa judicial y la distribución de poder en Comodoro Py. La aritmética ayuda: entre La Libertad Avanza y el peronismo suman los dos tercios del Senado, suficientes para prescindir de la UCR y del PRO.

Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia.

Sin embargo, el rol concreto de Karina en ese frente sigue sin clarificarse. Santiago Viola, apoderado de La Libertad Avanza, es uno de los pocos nexos visibles, con vínculos familiares y profesionales en tribunales. Pero la línea conceptual sigue bajo disputa: Caputo busca mantener la interlocución en manos de Amerio, aun después del traspié de 2024, cuando intentó posicionar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla en la Corte. Lijo mantiene apoyos entre gobernadores peronistas y Massa volvió a mover su pliego con aval de Cristina, aunque sectores kirchneristas impulsan una candidata mujer, con Fernández Sagasti o María de los Ángeles Sacnún entre las opciones.

En paralelo, el Ministerio de Justicia funciona con movimiento restringido. Cúneo Libarona continúa, pero con menor margen político y creciente desgaste. La incógnita sigue abierta y se ordena en un plano mayor: quién conducirá la estrategia judicial del mileísmo en la etapa que viene. Lo que está en discusión no es solo un nombre, sino quién administrará las palancas del poder en tribunales en un gobierno que empieza a depender cada vez más de esa arena para sostener su proyecto político.

PL/CRM

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