Paseo Gigena: mientras la concesionaria alquila oficinas en dólares, demora la inauguración del espacio público

El edificio Paseo Gigena, rebautizado como Ola Palermo, en cuyo financiamiento participaron el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, sigue su carrera contra el tiempo. Los responsables del millonario emprendimiento inmobiliario que se levantó sobre un terreno público de la Ciudad de Buenos Aires, continúan sin cumplir con el contrato que firmaron con el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, de acuerdo a los documentos y fuentes consultadas por elDiarioAR.
El complejo de oficinas y locales es un dolor de cabeza para la Ciudad. Fue construido sobre el viejo estacionamiento del Hipódromo de Palermo, en Dorrego y Libertador, gracias a un fideicomiso montado por Caputo y Bausili. En 2024, fue inaugurado por el presidente Javier Milei.
El edificio arrastra una cadena de malas decisiones. Este medio reveló en 2023 que Paseo Gigena se construyó sobre caños maestros de Aysa, lo que para la empresa estatal de aguas pone en peligro la seguridad de quienes circulan por el edificio y es un riesgo para la provisión de agua potable a 500.000 vecinos porteños. Además, el error le costará a la Ciudad más de $3.000 millones en obras públicas para desviar los caños y salvar el emprendimiento privado. Durante el debate de candidatos porteños, el vocero presidencial y candidato a legislador Manuel Adorni eludió responder sobre las problemáticas en torno al negocio y la participación de dos funcionarios del Gobierno Nacional, Caputo y Bausili.

Ahora, además, se suman demoras en la entrega de una parte central de la obra. Una de las cláusulas del contrato, al que accedió elDiarioAR, sostiene que los privados debían destinar al menos 1.000 metros cuadrados a un espacio público dentro del predio concesionado por la Ciudad. Sin embargo, aunque la parte comercial ya está habilitada para su explotación y los alquileres se cobran en dólares, la zona que se reservó como espacio público sigue sin habilitarse en su totalidad.
En un pedido de acceso a información pública, la Dirección General de Registro de Obras y Catastro respondió que, de acuerdo a los planos que obran en su poder, el espacio público será de 1.002 metros cuadrados y consta de bicicleteros (234 metros cuadrados en la planta baja), bancos (131 metros cuadrados, también en la planta baja) y 637 metros cuadrados de gradas y bancos en la terraza del segundo piso del edificio.
Los planos del espacio público fueron presentados por la desarrolladora de Paseo Gigena, BSD, el 3 de noviembre de 2023. Pero aún no ha terminado con su construcción.

“Con respecto a la terraza y al uso público que tendrá, estamos terminado las obras de infraestructura”, respondió la empresa ante la consulta de elDiarioAR. “Se están ultimando detalles finales para poder abrir las puertas en el segundo semestre de 2025”.
La terraza tendrá acceso por las tres calles del proyecto: avenida Dorrego, avenida Freyre y avenida Libertador. Hasta el momento, BSD sólo terminó “el paseo botánico” y la “obra de arte de Carola Czech”, cuyos atributos harán del espacio “un recorrido público relevante y novedoso para toda la Ciudad”.
Antecedentes
En junio de 2021, BSD firmó un contrato con la Ciudad en el que se comprometió a finalizar la obra en un plazo de 12 meses, con una prórroga de entre 3 y 7 meses más. Los plazos vencieron en marzo de 2023.

BSD afirmó que la empresa sufrió “restricciones de insumo”, como sucedió en muchos otros desarrollos inmobiliarios y que eso determinó que “los tiempos se estiraron en todos los proyectos de construcción”. “No fuimos la excepción”, aseguraron ante la consulta de elDiarioAR en febrero de 2024.
Lo cierto es que, entre demoras aludidas por la compañía, surgió el problema de los caños: Aysa informó a la Ciudad que se negaba a habilitar el edificio debido al problema con los caños maestros. En caso de rotura de uno de los caños dentro del predio la consecuencia sería una inundación casi inmediata, con potenciales daños estructurales y edilicios, que pondrían en grave riesgo a las personas allí presentes, sostuvo una de las fuentes consultadas.

La rotura de uno de estos caños ya sucedió en julio de 2017, cuando Paseo Gigena no existía. Entonces, la zona quedó totalmente inundada sobre la avenida Dorrego, frente al Hipódromo de Palermo.
Los alquileres de oficinas en Paseo Gigena se cotizan en dólares, de acuerdo a las publicaciones en sitios inmobiliarios online. El metro cuadrado oscila en mayo de 2025 entre los US$34 y US$38 para el alquiler. Un espacio como el que ocupa la fintech Ualá cotizaría con esos valores de referencia a un mínimo de US$76.000 mensuales. Sin embargo, la empresa BSD, desarrolladora de Paseo Gigena, paga a la Ciudad un canon en pesos. O mejor dicho, comenzará a pagarlo recién dentro de ocho años, en compensación por una obra extra que debió hacer por la presencia de los caños y para poder inaugurar el edificio. Así consta en el acta de inicio de la explotación comercial al que accedió elDiarioAR.
ED/DTC
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