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Debut operativo

Tras su primera reunión de gabinete, Adorni quedó al frente del Consejo de Mayo y ordena el comienzo del nuevo ciclo

Milei con su gabinete, este miércoles, integrado también por el militar Presti.
26 de noviembre de 2025 15:04 h

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La jornada en Casa Rosada comenzó antes de lo habitual. Con el debut operativo de Manuel Adorni como jefe de Gabinete y la primera reunión del Consejo de Mayo tras la salida de Guillermo Francos, el Gobierno montó un operativo de seguridad que ya se volvió costumbre los días en que Javier Milei pisa Balcarce 50: pasillos restringidos, accesos controlados y protocolos reforzados desde temprano. El objetivo era doble y evidente: ordenar la escena interna y acelerar la transición hacia la segunda fase de la gestión, mientras La Libertad Avanza intenta cerrar el paquete de reformas estructurales que pretende enviar al Congreso antes de fin de año.

A las nueve, Adorni encabezó su primera reunión de gabinete. Milei decidió sentarse en la cabecera, en un gesto pensado para dejar registro político de esta transición. Según pudo saber elDiarioAR, la discusión estuvo centrada en el Presupuesto 2026, las reformas laboral y tributaria y la posibilidad de sumar un nuevo Código Penal a las extraordinarias. Tras el encuentro, la Rosada difundió un video musicalizado con “Vamos por la gloria”, de La Beriso, en el que se ve a Milei y Luis Petri repitiendo su ritual de saltos, y también el saludo con beso entre Karina Milei y Santiago Caputo, dos gestos cuidadosamente elegidos para transmitir alineamiento interno.

El debut de Adorni no fue sólo formal. Bajo la tutela de Karina Milei, entre sus colaboradores repiten que busca “agilizar la dinámica” y reforzar el seguimiento sobre cada ministerio, incluso con la posibilidad de activar auditorías internas. En ese esquema, Diego Santilli se afianza como su contraparte política: este miércoles recibió al gobernador Alfredo Cornejo antes de la sesión del Consejo de Mayo, y celebra que habrá tenido contacto con catorce de los veinte mandatarios que vieron a Milei tras la elección. Santilli viene de una escala clave en Misiones —donde se reunió con Hugo Passalacqua y Carlos Rovira— y el viernes tiene agendado al jujeño Carlos Sadir. Con los gobernadores díscolos el diálogo sigue congelado, pero no descartan que pueda haber algún contacto.

Ayer Milei encabezó en el Salón Blanco la ceremonia de entrega de sables a las Fuerzas Armadas. Fue su primera aparición pública con Carlos Presti, el futuro ministro de Defensa, que este miércoles también participó de la reunión de gabinete. Tras la ceremonia, Presti volvió a pasar por el despacho de Santiago Caputo. Allí se terminó de sellar el mecanismo de su desembarco: asumirá como personal militar en disponibilidad, una figura que evita su retiro y que habilita la posibilidad de que jure con uniforme dentro de dos semanas. En Balcarce 50 lo describen como “una declaración de principios” para la segunda etapa de la gestión en Defensa.

Carlos Presti, el jefe del Ejército nominado como ministro Defensa, esta mañana al llegar a la Casa Rosada.

La reforma laboral, en debate

La escena política del día tuvo su otro eje en el Consejo de Mayo. La reunión de este miércoles fue la primera tras la salida de Francos y buscó recomponer el dispositivo multisectorial con el que el Gobierno pretende envolver sus reformas estructurales. Ahora es Adorni quien encabeza las reuniones en el Salón de los Escudos, convertido en el centro operativo del proceso. Pero desde el inicio quedó claro que la mesa llega atravesada por tensiones internas y malestar.

Antes de ingresar al encuentro, Carolina Losada expuso en voz alta lo que muchos comentan en privado. “A todos nos molestó que se filtren cosas porque perjudica nuestro trabajo”, dijo la representante del Congreso, en referencia a los borradores que circularon estos días. “Cuando se empiezan a filtrar cosas que no están acordadas, es falso”, agregó, marcando distancia de las versiones sobre la letra chica de la reforma laboral. Y completó: “Los asesores técnicos ya terminaron con su trabajo; lo que queda ahora son definiciones más políticas”. Sus declaraciones funcionaron como diagnóstico político del clima que rodea al Consejo: un órgano que intenta mostrar cohesión mientras el Gobierno acelera decisiones por fuera de la mesa multisectorial.

Gerardo Martinez y Martin Rappallini al llegar a Casa Rosada la mañana de este miércoles para participar de la reunión del Consejo de Mayo

El funcionamiento real del Consejo refuerza esa percepción. No tiene estatuto, ni actas públicas, ni procedimientos formales. Todos sus miembros fueron designados por la Rosada: Federico Sturzenegger por el Ministerio de Desregulación; Alfredo Cornejo por los gobernadores del Pacto de Mayo; Losada y Martín Menem por el Congreso; Martín Rappallini por la UIA; y Gerardo Martínez —designado por el Gobierno, no por la CGT— como delegado sindical. Las reuniones operan bajo estricta confidencialidad y la letra chica se define lejos del Salón de los Escudos, en despachos donde se alinean Karina Milei, Adorni y el equipo económico.

En paralelo, la CGT endureció su posición. En declaraciones a la prensa, Martínez dejó en claro que “lo primero es discutir un modelo económico que apueste al desarrollo, al crecimiento y a la producción”. Y agregó un ejemplo que, para él, resume la contradicción entre discurso y política económica: “La fábrica de ollas Essen ahora va a traer casi el 80% de sus productos desde China. Ese es el modelo real”.

El Consejo de Mayo durante su primera reunión, en junio pasado, con Francos todavía a la cabeza.

Martínez insistirá en rechazar los cambios laborales propuestos por el Gobierno dentro del Consejo, aunque reconoce que hasta ahora la central obrera sigue a la espera de una convocatoria formal prometida por Santilli hace diez días, cuando se cruzó con los cotitulares Cristian Jerónimo y Jorge Sola en la conferencia industrial de la UIA. Según los sindicalistas, el ministro del Interior les aseguró que “no deben creer en trascendidos” y que el Gobierno buscará un acuerdo. Nada de eso ocurrió hasta ahora.

Lo que sí ocurrió en las últimas horas es una confirmación que reordenó todas las expectativas: la Casa Rosada definió que el envío del proyecto no será el 15, sino el 9 de diciembre, un día antes del segundo aniversario del Gobierno. La fecha no es neutra: condensa gesto político, señal de fortaleza y urgencia legislativa. Según confirmaron fuentes del oficialismo a elDiarioAR, el envío se articulará con la estrategia que ya explicitó Patricia Bullrich en el Senado: la iniciativa ingresaría por la Cámara Alta y buscará obtener media sanción entre el 10 y el 31 de diciembre, en un mes acotado por las fiestas y con Diputados abocado al Presupuesto 2026.

PL/CRM

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