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Después de la represión en las inmediaciones de la casa de Cristina

De Recoleta al Congreso: las vallas dividen todavía más al FdT y JxC

CFK comandó ayer una reunión a puertas cerradas de los legisladores oficialistas, donde lanzó duras críticas contra el PRO

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Quitadas las vallas de Juncal y Uruguay, en Recoleta, ahora parecen –metafóricamente– estar instaladas en el Congreso. Es que la tensión política que desató en las inmediaciones del domicilio de Cristina Kirchner se propagó a la Cámara de Diputados, donde fracasó el llamado a una sesión para este miércoles.

El consenso que no se logró en Diputados sí se acordó en el Senado, aunque no exento de polémica. Este jueves habrá sesión en la Cámara alta, pero la expectativa está en la previa a las votaciones por el temario de rigor: tanto desde el oficialismo como en Juntos por el Cambio aprovecharán los primeros minutos para dirigirse puntualmente a la situación de la vicepresidenta, que debería dirigir el recinto desde el estrado principal, al menos en el inicio.

“Finalmente no habrá sesión, era una posibilidad, pero con el contexto no será esta semana”, fue el mensaje que en las últimas horas circuló desde el despacho de Cecilia Moreau, quien iba a debutar como jefa de Diputados, luego de asumir en reemplazo de Sergio Massa. Ella y el titular del bloque del FdT, Germán Martínez, fueron los encargados de transmitir a los distintos bloques de la oposición la decisión tomada. 

Una importante fuente parlamentaria consultada por elDiarioAR incluso aportó que las espadas del kirchnerismo acordaron directamente con sus propios pares del universo cambiemita –un interbloque variopinto, donde destacan Cristian Ritondo (del PRO), Mario Negri (UCR) y Juan Manuel López (Coalición Cívica)– posponer la sesión, para evitar que la represión policial y la polémica por las vallas en Recoleta domine la sesión. 

“En este contexto serían muchas horas de cuestiones de privilegio, los temas propios de la sesión pasarían a un segundo plano y todo sería una expresión política”, dijeron desde la presidencia del cuerpo, donde aseguraron que Moreau “seguirá buscando acuerdos” con la oposición.

En JxC, en cambio, acusaron al FdT de no tener los números suficientes para avanzar en una votación donde el plato principal es la prórroga de una serie de impuestos –entre ellos bienes personales y el impuesto al cheque–, por lo que se necesitan más de 129 votos. El oficialismo solo cuenta con 118 y negociaba contrarreloj con bloques minoritarios como Provincias Unidas –que estaba dispuesto a dar quórum– y el Interbloque Federal –que no había definido su postura al respecto–.

“No sesionamos porque no tenían la mayoría que necesitaba el oficialismo. Les faltaba el número para garantizar las asignaciones específicas, donde necesitás más de 129 votos”, aseguró Ritondo este martes, en una entrevista en A24. Reconoció, eso sí, que podía haber “un debate fuerte” en el recinto.

“Se cayó porque ellos no tenían 129 votos para los impuestos y el clima no era ideal para salir a conquistar esos votos”, sumó a esa teoría una fuente en el radicalismo. Igualmente, en JxC tampoco tenía una postura unificada sobre la prórroga de los gravámenes. Otra faceta de la propia interna opositora, cristalizada ayer por el tenso almuerzo que compartió la cúpula de PRO, con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich a la cabeza.

El fracaso de la sesión en Diputado también demorará el resto de la agenda parlamentaria con cierto consenso: se esperaba sancionar la ley de enfermería y la creación de nuevos parques nacionales. También se iba avanzar en la ley de alcohol cero, cuya iniciativa tenía previsto este martes conseguir dictamen en comisión, pero también se pospuso. La posibilidad que se plantea en la Cámara baja es que la sesión finalmente ocurra la semana próxima. 

“El motivo por el que se bloqueó la sesión es que en el oficialismo no tenían confianza de que transcurriese con normalidad la sesión dado que estaban los ánimos muy exaltados, no por el número”, confió la espada de un bloque opositor minoritario que dialogó tanto con Moreau como con Martínez. “De un lado y del otro de la grieta no había garantía de que se desarrollara de manera razonable la sesión, lo cual es preocupante porque si el Congreso no logra canalizar las circunstancia que genera la propia política para qué está”, se quejó.

La sesión que le espera a CFK

Del otro lado de Pasos Perdidos, en el Senado anoche ya calentaban motores para la sesión de mañana jueves a las 14, que aún no está oficializada pero que fue confirmada a elDiarioAR tanto desde el oficialismo como desde la oposición. La agenda tiene consenso de ambos bandos, como anticipó el lunes este medio. 

Se aprobarían las leyes de incentivo al desarrollo de la bio y nanotecnología, y la industria automotriz –parte del paquete de normas que Massa le pidió al Congreso cuando asumió en Hacienda–, así como aprobar distintos pliegos: la designación de Daniel Scioli, otra vez, como embajador ante Brasil, el nombramiento de jueces y conjueces, y algunos ascensos militares.

“Todo lo que se vota tiene consenso. Los nombramientos en los que no hubo consenso no se vota”, apuntaron en un importante despacho de JxC, donde se admitió que el Recoleta-gate estará en escena. La oposición aprovechará para acusar a los militantes kirchneristas de haber generado la violencia y justificará el operativo de la policía de la Ciudad. 

“Las cuestiones de privilegio son de tema libre. No tienen mayoría propia y no pueden imponer la agenda, sólo de consenso”, desafió el vocero opositor, dando entender que los senadores cambiemitas utilizarán los primeros minutos de la sesión para abordar la polémica.

En la vereda de enfrente, los senadores del interbloque del FdT no se quedarán de brazos cruzados, menos después de la arenga que recibieron anoche de la propia vicepresidenta en la cumbre que mantuvo con un importante grupo de legisladores oficialistas en el Salón Azul. Aunque también hubo diputados, los senadores oficialistas que tomaron la palabra en apoyo a Cristina Kirchner –quien cerró el acto a puertas cerradas– fueron Silvia Sapag, Guillermo Snopek –que comparó lo hecho por Larreta con los modos del gobernador jujeño, el radical Gerardo Morales– y José Mayans –que apuntó contra el endeudamiento con el FMI durante la gestión de Mauricio Macri–.

CFK agradeció el respaldo de sus bloques parlamentarios y cargó muy duro contra el PRO: “No tenemos gente racional frente a nosotros”, afirmó en una de sus frases más explosivas. La expectativa entonces será qué postura tomará en el recinto este jueves, aunque lo más probable es que dirija la sesión apenas en la apertura y luego se retire durante el momento del debate más álgido, como lo hizo en las últimas oportunidades.

MC

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