La cordillera patagónica pide un “Pase Covid” para salvar la temporada de invierno
Los próximos días serán clave para saber si la cordillera patagónica tendrá temporada de invierno. El ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, ya recibió un primer informe del Ente Patagonia -que reúne a los ministerios de Turismo de las Provincias que forman la región- solicitándole que permita la llegada de visitantes y que adopte las medidas sanitarias preventivas y promocionales correspondientes.
ElDiarioAR accedió al documento elaborado por la ciudad de Bariloche, al que ya adhirieron los municipios de El Bolsón y Dina Huapi (todos de Río Negro), y que está siendo evaluado por Villa La Angostura y San Martín de los Andes (Neuquén), que evalúa el impacto que tendría una segunda temporada invernal sin turistas. La región “no resistiría”, resume, y estima en casi 27 mil millones de pesos la posible pérdida solo en Bariloche.
En ese contexto, el pedido a Lammens y al Gobierno de Alberto Fernández es que se habilite la llegada de turistas a la región, con la implementación de una serie de medidas sanitarias y promocionales. Es decir, el modelo local del “Pase Covid” que ya implementa Europa para sostener su temporada de turismo de verano.
Exigencia de un PCR negativo efectuado hasta 72 horas antes de viajar, o la certificación de la recepción de alguna de las vacunas anti covid; el testeo en el Aeropuerto; y hasta la posibilidad de imponer dos días de aislamiento al ingreso a la ciudad, son las opciones que se analizan en el documento.
La incorporación de más camas con respiradores y la vacunación del personal y trabajadores del turismo, es decir unas 25 mil personas, son otras de las medidas solicitadas.
Denominado “Plan de Apertura Temporada de Invierno 2021”, ese trabajo detalla el impacto de la pandemia en la generación de recursos, en la caída en puestos de empleo, cierre de comercios y crecimiento de la demanda social.
Fue elaborado por un grupo de unas 25 personas relacionadas con el turismo, del sector público y privado, economistas y gremios, convocados por la Municipalidad de Bariloche.
“En las reuniones -expresa el documento- se puso de manifiesto que es insostenible un invierno más sin turismo y cierre de la actividad comercial, hotelera y gastronómica, ya que la consecuencia ineludible frente a esto sería la baja de la mayor parte de los establecimientos, con la pérdida de puestos de trabajo de difícil recuperación en el futuro”.
Algunos números sostienen el pedido de Bariloche, avalado por otras ciudades, y puntapié técnico del reclamo de la región: “El impacto ha sido tremendo, con pérdidas de puestos de empleo, de ingresos y de actividad económica graves. Además, debemos recordar que más allá de algunos cortos períodos durante estos 14 meses de pandemia la actividad turística se ha visto reducida numerosos meses al valor de cero actividades”, plantea; y detalla que, según datos del área de la Secretaría de Producción e Innovación Municipal, comparando las declaraciones juradas de todas las habilitaciones comerciales de la ciudad, la caída en 2020 fue de 20.339.587.784 de pesos, y la proyección para 2021 es de 26.813.410.340 de pesos. “Lo que significa una caída de ambos años de más de 47 mil millones de pesos en la actividad económica de la ciudad”, resume el informe.
El trabajo admite la compleja situación epidemiológica de la ciudad, aunque habla de “amesetamiento”, a pesar que los referentes del sistema público y privado de atención de la salud han advertido sobre la complejidad del momento y la proyección “caótica” si arribasen miles de turistas.
“Es importante observar cómo se ha amesetado el número de casos positivos diarios, pero sin embargo la ocupación de las camas de terapia intensiva (UTI) e intermedia, mantienen una alta ocupación (entre 95-98 %) y la mortandad ha aumentado en el último tiempo (18% en comparación con 2020)”, plantea el documento oficial.
Las restricciones definidas a mediados del mayo por los Gobiernos nacional y provincial generaron un descenso en la cantidad de casos activos -ubicándose por debajo de mil-, pero “una apertura al turismo podría volver a ponernos en una situación muy delicada”, señaló a elDiarioAR un referente del Hospital Zonal de Bariloche, que prefirió hablar en reserva.
Impacto
La caída de ingresos y movimiento económica en la ciudad fue segmentada según su procedencia y gasto diario. Por caso, el turismo estudiantil representa el arribo anual de unos 110 mil jóvenes, con un gasto aproximado por persona de 70 mil pesos, por lo que el monto que dejaría de ingresar a Bariloche “asciende a 7.700 millones de pesos” en el año.
En tanto, “peligran” más 4 mil puestos de empleo, correspondientes al denominado trabajo temporario, que involucra a la hotelería, gastronomía, transporte, estudiantil, profesores de esquí, entre otros.
En términos sociales, “los módulos de asistencia alimentaria durante los años pre-pandemia fueron de un orden de 1800 unidades al mes -lo que implica cerca de un 4% de las familias en condiciones de extrema pobreza-”, y “el número de módulos alimentarios a partir del cierre total de la actividad turística trepó en 2020 a 25000 por mes, lo que significa que el 58% de los hogares en Bariloche se vieron afectados”.
Ante este panorama, Bariloche y la región presentaron a Nación un esquema de acción para garantizar el arribo de turistas.
El Plan deberá “evitar el ingreso de turistas con Covid”, o bien la “detección temprana de casos positivos una vez en la ciudad” y “evitar propagación del virus”.
Para ello -siempre y cuando la Nación avale el planteo de la región- se exigirá a los turistas la realización de un hisopado negativo 72 horas antes de viajar o la presentación del certificado de aplicación de la vacuna 20 días antes de arribar a la región. En este punto no se especifica si se trata de la primera o las dos dosis aplicadas.
Es insostenible un invierno más sin turismo y cierre de la actividad comercial, hotelera y gastronómica, ya que la consecuencia ineludible frente a esto sería la baja de la mayor parte de los establecimientos y pérdida de puestos de trabajo
Otras medidas previstas son la instalación de un centro de testeo a toda persona que ingresa en el aeropuerto receptivo; la disposición de hoteles sanitarios provistos por el Estado para aislamiento por COVID; la continuidad de restricciones de circulación en horarios determinados; la instalación de medidores de C02; y la segmentación turística, una suerte de aforo escalonado del arribo de visitantes que distribuya el turismo “individual” entre los meses de julio y agosto, y el estudiantil a partir de septiembre.
Además se solicitará la ampliación del número de camas de terapia intermedia con respirador y personal de salud; y la vacunación de todo el personal del sector turístico, es decir para el caso de Bariloche, unas 25 mil personas.
Sobre este punto, el informe arriesga el costo/beneficio de la operación. “Una de las medidas que tendría mayor impacto para la apertura sería la posibilidad de administración de vacunas a todo el segmento de trabajadores que están en contacto con el turista, estimado en 25.000 personas. Si se compara el valor del monto total que implicaría el costo de esta medida, tenemos que, a un valor de 4 dólares cada una (si se toma AstraZeneca), por 2 dosis, sería un monto de 200 mil dólares, valor que frente a la pérdida estimada de 118.115.543 dólares estimadas para el escenario de cierre total, parecería una verdadera insignificancia, e implicaría la posibilidad de ingresos genuinos para la ciudad, la Provincia y la Nación”.
El documento estima además la posible llegada de 40 mil turistas brasileros a Bariloche, en caso de lograrse la apertura de fronteras y el permiso de arribo de un país emisor, hoy con graves complicaciones por su situación epidemiológica. Esa apertura ya fue planteada por el empresariado de Bariloche al ministro Lammens, pero la respuesta fue negativa.
SR
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