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Coronavirus
“Es epidemiológicamente coherente” pero “hay que monitorear casos y variantes”: la opinión de los especialistas sobre las nuevas medidas sanitarias

El CoVid-19 llegó a la Argentina hace 18 meses.

Julieta Roffo

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“Epidemiológicamente las nuevas medidas sanitarias me parecen bien, dada la drástica disminución en el número de casos y el aumento, lento pero aumento, de la cantidad de población que recibió su vacuna”. Ángela Gentile, jefa de Infectología del Hospital Gutiérrez, se refiere a las flexibilizaciones que este martes anunció la ministra de Salud, Carla Vizzoti, en relación al uso de tapabocas en espacios públicos, aforos y reuniones sociales.

“Tenemos que aprender a vivir con el coronavirus y esta es una nueva etapa. La situación sanitaria, en la Argentina y en el resto de los países, es muy dinámica. No hay que pensar que esto, así como se anunció esta mañana, será así para siempre: puede haber más aperturas o se puede ir para atrás. Pero en este momento, en cuanto a lo epidemiológico, esta es una decisión que tiene coherencia”, explica a elDiarioAR la médica, que fue convocada para el comité de expertos que asesoró a la cartera de Salud en los albores de la pandemia.

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Eduardo López, también integrante de ese comité y jefe del departamento de Medicina del Gutiérrez, coincide con Gentile: “Las medidas, tanto de Nación como las aperturas que anunció Ciudad, son aceptables. Estamos debajo de la meseta de los 3.000 casos diarios. La mayoría de las personas que están internadas en terapia intensiva no están ahí por CoVid-19. Eso hace que sean medidas aceptables”. Enseguida, también, matiza: “Son procesos muy dinámicos. Si aumenta el número de casos de manera significativa, es decir, un 20% o 25%, o si se empiezan a ocupar las UTIs, hay que revisar enseguida las medidas. Hay que seguir testeando y también secuenciando: la ministra señaló durante los anuncios que la circulación de Delta representa entre el 5% y el 10% del total; si eso crece también habrá que revisar las medidas”.

“En un contexto epidemiológico como el de ahora, con varias semanas de descenso de casos en todas las jurisdicciones y grupos de edad, es esperable y aceptable hacer algunas aperturas. Hay que ser muy cuidadoso respecto del cambio del uso de barbijo: la no obligatoriedad es cuando uno va caminando solo o con su burbuja, pero hay que tener en cuenta que cuando hay mucha gente alrededor, como una plaza o una parada de colectivo, hay que colocárselo. Va a ser todo un desafío porque tiene que ver con la responsabilidad individual: hay que llevar el barbijo para usarlo cuando sea necesario”, explica la médica Florencia Cahn, otra integrante del comité de expertos y presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología.

Para Gentile “convivir con el coronavirus implica flexibilidad, por lo que habrá subidas y bajadas en los casos y cambios en las medidas”. “Debe haber cada vez más vacunados con dos dosis. Al menos un 80% de los mayores de 18 años y empezar a discutir e implementar la vacuna pediátrica. A la vez, debe mantenerse a raya la internación y sobre todo la complicación de casos de CoVid-19: el indicador más rápido siempre es el pase a terapia intensiva y las neumonías. A eso hay que prestarle especial atención, y por supuesto al número de casos”.

Hasta este momento, según el Monitor Público de Vacunación, unas 20,3 millones de personas recibieron su esquema completo de vacunación: es alrededor del 46% del total de la población. “En medio de estas aperturas, hay que seguir vigilando muy atentamente lo que ocurre con los casos graves y las muertes porque es, además, la forma más efectiva de monitorear el impacto que va teniendo la vacunación de la población”, explica Cahn.

“Es importante que se respeten las medidas tal como fueron dictadas: que el barbijo se use donde se tenga que usar y que eso sea monitoreado. Por ejemplo, en la cancha, ahí hay que tener barbijo, o en las reuniones eventuales donde la gente no es toda conocida. A la vez, los aforos deben desparramarse, no estar concentrados por ejemplo en una platea, y sobre eso debe haber seguimiento. En ese contexto, estas medidas pueden mantenerse siempre que no crezcan los indicadores y mientras se siga testeando, secuenciando y también vacunando: hay que completar muchos esquemas con la segunda dosis”, sostiene López.

“En la Argentina, mayoritariamente, hubo aceptación social del uso del barbijo, del distanciamiento y del lavado de manos. Son tres medidas que se metieron mucho en la gente. Si el cuadro general nos hace volver atrás con las medidas, esperemos que haya la madurez para hacerlo: todos hemos aprendido de esta pandemia. Dolorosamente. Pero, cuando la situación está dada, no podemos dejar de flexibilizar. Es una manera de tener en cuenta también la salud emocional y mental”, destaca Gentile.

JR

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