Desde la cárcel

Máximo Thomsen sobre Fernando Báez Sosa: “Yo estuve ahí, participé, le pegué, pero nunca quise que terminara así”

elDiarioAR

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“Yo estuve ahí, participé, le pegué, pero nunca quise que terminara así”, dijo este martes Máximo Thomsen, uno de los condenados a prisión perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, durante su primera entrevista televisiva. El joven habló con el periodista Rolando Barbano para Telenoche y entre lágrimas rogó: “Que nos culpen por lo que pasó, no por lo que dicen que pasó”.

En una extensa conversación, Thomsen rememoró cómo era su vida antes del asesinato de Fernando, qué pasó la noche del homicidio y cómo vive sus días en la cárcel. “Yo hacía la escuela en Zárate, jugaba al rugby, entrenaba dos veces por semana. Y nada, entrenaba, había arrancado la facultad: profesorado de educación física, que iba todos los días a la mañana, de lunes a viernes. Los martes y los jueves a la tarde viajaba a entrenar en colectivo y también en el verano era mi momento donde yo no entrenaba, no cursaba y aprovechaba para trabajar con mi papá. Hacía riegos”, recordó.

“Mi día a día era ir a cursar. Me gustaba mucho la educación física. Siempre fue lo que más me gustó en el colegio. (Jugaba) rugby en el Club Atlético San Isidro”, dijo y despegó a ese deporte del estigma de la violencia. “Jugué ocho años al rugby y nunca tuve ni una tarjeta amarilla. La violencia en rugby es cero. Tiene muchos valores hermosos. Esto no tiene nada que ver con el rugby, es una cuestión social. Vos salís a la calle y hay violencia, y la violencia siempre trae más violencia”, afirmó.

Sobre cómo se gestaron aquellas fatídicas vacaciones relató: “El grupo con el que fuimos a Villa Gesell era un grupo que teníamos sólo para irnos de vacaciones porque era ocasional. Yo tengo muchos grupos de amigos: los del colegio, la facultad... y con este grupo nos íbamos de vacaciones nomás”.

Consultado sobre si habitualmente participaba de peleas respondió: “Sí, ocasionaba. Sí. Pasaba que salías al boliche, en Zárate, y era muy normal salir afuera y dos o tres peleas había seguro. Con baldosas, cuchillos, armas, era una cuestión difícil. Me he peleado, sí. No es algo de lo que estoy orgulloso. Es más, es algo que traté con psicólogos, todo, que no es lindo, pero es lo que pasa hoy en día, que vos salís al boliche y hay muchas peleas afuera y en ese momento uno piensa 'bueno, o aprendés o te van a pasar por arriba'”.

Pese a esto, Thomsen jamás imaginó que alguien podía perder la vida en una situación así. “Nunca lo tuve ni siquiera presente. Yo capaz que veía las peleas que había con baldosas y eso sí era chocante, llamativo, porque uno cree que necesita algo para terminar con la vida de alguien, uno no siente que con las manos o con el cuerpo puede llegar a ciertos extremos. No es algo que tuve presente en algún momento”.

Alcohol, descontrol y crimen en Villa Gesell

“Ya habíamos ido dos años anteriores y siempre era tomar a la tarde, a la noche y salir. Era el plan inicial, siempre. Íbamos y nos divertíamos. Tomar alcohol en la playa, hacer la previa y salir. La noche del crimen fue la segunda que estuvimos en Villa Gesell”, repasó y confesó que la noche del homicidio de Fernando llegó borracho al boliche Le Brique. Aquella tarde él y sus amigos habían llevado a la playa diez botellas de bebidas alcohólicas, precisamente de fernet y vodka. Ellos también eran diez. No sobró nada.

Sobre lo que pasó dentro de la discoteca, antes de que junto a los suyos comenzara a patear y golpear a la víctima, contó: “Lo que me acuerdo es que yo estaba agarrado de la barra, de espaldas a la pista y siento...ya no era un choque, si no que alguien se me había caído encima y cuando me doy vuelta era Matías (Benicelli), que se estaba agarrando la cara y yo me doy vuelta sorprendido y digo '¿qué te paso?'. Dice 'me pegaron' y ahí, al toque que me dice 'me pegaron' lo agarra un seguridad, lo agarra del cuello y lo levanta. Yo le digo 'por favor, bajalo que lo vas a matar y me dice ¿¿qué sos, el amigo?'. Yo le digo 'sí, sí, es mi amigo' y dice 'bueno, sáquenlo a él también'”.

“En ese momento desconocía quién le había pegado (a Matías Benicelli). Después me enteré que había sido Fernando porque Matías estaba separando a él con otra persona que nunca supe quién era. No me enteré, no lo vi. Le estaba pegando y cuando le puso la mano en el pecho, se ve que se había sentido amenazado o algo y le pegó una piña en la frente. Yo nunca tuve ni contacto visual con Fernando”, agregó.

Una vez afuera, Thomsen increpó a la seguridad de Le Brique. Mientras tanto sus amigos se enredaron en una pelea con un grupo de jóvenes, ajenos a Báez Sosa, que estaban a metros de él. “Surge otra pelea con otro grupo. Inmediatamente que terminan de pelear me dicen 'ya fue, vamos' y yo me doy vuelta y atino a cruzar la calle. Cuando estoy cruzando escucho que había uno que le había pegado que le estaba haciendo como burla, no sé, y dicen 'sí es ese'. Ahi veo que van corriendo. Un amigo metiéndose en una ronda de ocho personas, yo me metí”, relató.

“El que le pega la primera piña a Fernando fue Enzo (Comelli) porque era el que le había pegado a Matías. Le pegó y yo fui atrás a meterme en el grupo de personas. Me acuerdo que siento que me pegan una piña en el mentón y empiezo a tirar patadas al aire. Después me enteré que yo sí le había pegado a Fernando y es algo que pasó y yo no me voy a esconder de algo que pasó. Yo desde el primer día quise contar todo, pero a mí no me dieron nunca una oportunidad de poder contar lo que había pasado”, añadió.

Es difícil porque también es un cargo de conciencia importante porque cuando uno no lo busca, no se lo espera. (Fernando) es una persona igual que nosotros, con las mismas ideas, joven y cargar con la conciencia de que fue por culpa de nosotros... Nadie lo quiso así ni yo, ni mis amigos. Nadie quiso que esto pasara, pero no por estar acá adentro sino porque es una vida y nadie es quien para quitarle la vida a otra persona”, expresó Thomsen que quiere que se revea su condena.

MM