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Elecciones 2023

“No queremos un Papá Estado”: qué piensan las mujeres libertarias que encontraron en Milei “una luz de esperanza”

Nicole, Alicia, Delfina y Yamila están afiliadas al Partido Libertario.

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Viamonte, casi esquina Paraná, ciudad de Buenos Aires. Doble puerta de vidrio, unos escalones y una rampa antes de que empiece la escalera caracol de mármol, ampulosa, que se retuerce y termina tres pisos arriba. Las puertas dan al pasillo circular. Son blancas, algunas espejadas. Esta es la sede “madre” del Partido Libertario (PL) y en una de las oficinas hay cuatro mujeres, todas afiliadas a la organización política más nueva de la historia argentina. El Partido Libertario se fundó en 2018 y su presidente honorífico es Javier Milei, precandidato a presidente por La Libertad Avanza, un partido que contiene al PL. 

Dentro de La Libertad Avanza reconocen que “faltan minas”, mujeres que asuman candidaturas en el armado para llegar a las PASO y mujeres que militen sus consignas. Sin embargo aquí en la sede del PL, hay cuatro: cuatro mujeres de tres generaciones diferentes que dicen “yo soy liberal”, que dicen “el techo de cristal no existe”, que dicen “que con esta inflación no se puede progresar”, que dicen “Papá Estado”

Y que también tienen diferencias entre ellas, quizás generacionales. Una cuestionará, por ejemplo, el tratamiento de hormonación para personas trans durante la adolescencia y otras, las más jóvenes, afirman que son bienvenidas todas las personas, independientemente de cómo se identifiquen en términos de identidad u orientación sexual. Unas dirán que no acuerdan con el derecho al aborto; otras, las más jóvenes, dirán que no son quiénes para juzgar las decisiones individuales pero sí cuestionan que sea el sistema de salud público el que financie la interrupción. Para algunas es necesario reconocer a “las otras víctimas del terrorismo de Estado”. Para las más jóvenes no tiene sentido alguno: “No nos cambia el futuro”, dicen.

Alicia Chediack tiene 66 años, egresó de la carrera de Letras de la UBA; fundó y dirigió una escuela secundaria, y ahora trabaja en su propia consultora dedicada a temas de educación. Integró la Lista de Milei en las últimas legislativas: estaba sexta, no entró. Delfina Ezeiza tiene 19 años, es estudiante de Economía y trabaja en negro como empleada administrativa. Es vicepresidenta de Juventud Libertaria, que incluye un área de Mujeres. Yamila Fernández tiene 37 años, es abogada recibida en la UADE -donde también hace un máster en Derecho Empresarial- y lleva adelante una empresa familiar de importación. Nicole Cárdenas tiene 20 años, estudia Derecho en UBA y trabaja en una concesionaria de autos donde es team leader de un equipo de ventas. Es referente de Juventud de la Comuna 6.

Por qué estamos acá

-¿Qué las convocó a formar parte del Partido Libertario?

-Yamila: Javier nos despertó un luz de esperanza. En mi caso, me quise involucrar porque adhería complicaciones que él planteaba en cuestiones de la vida cotidiana. Para los trabajadores independientes es muy complicado conseguir clientes, poder cobrar y si llegas a cobrar tenés que pagarle al Estado una gran cantidad de impuestos. Y uno quiere hacer con su plata lo que le gusta: darse gustos, progresar, pero cuando perdés esa plata, dije “no, acá hay que hacer un cambio”. Y me involucré, en 2021.

-Alicia: Cuando lo cuento me agarra ira y dolor. En ese momento, Moreno (se refiere al ex secretario de Comercio, Guillermo) pone un aumento retroactivo para docentes. Cada vez iba a estar más ahogada y con todo el dolor del alma decido cerrar la escuela. Yo había votado siempre a los radicales y en ese momento, aunque siempre tuve una aversión por la política, quise fiscalizar a cualquier cosa no fuera el kirchnerismo. Me anoté para fiscalizar para el PRO. El día de las elecciones entró en la escuela un malón de chicos muy enojados, que querían entrar al cuarto oscuro. Eran kirchneristas. Ahí me doy cuenta de que había un fenómeno social nuevo, que yo desconocía. Y quise volver a estudiar. Me anoté en el postgrado de  Políticas Públicas en la Di Tella. Conocí a una compañera, tucumana, que hacía gestos, como que lo que estaban explicando estaba mal. En el recreo me explicó que ella era liberal y me invitó a una charla en la que estarían Alberto Benegas Lynch, Ricardo López Murphy, (el periodista) Pablo Rossi… Y ahí me empecé a interesar. Después hice un postgrado en Economía Liberal. Y me afilié en pandemia, durante uno de los banderazos organizados por Patricia Bullrich. Y hoy estoy acá.

-Nicole: Me afilié en 2021 cuando empecé a pensar en las preocupaciones de mi generación. ¿Me voy a poder comprar una casa? ¿Podré mantenerme? ¿Qué trabajo voy a encontrar? ¿Será un trabajo de calidad? Las ideas que representa el Partido Libertario, sobre todo en lo que tiene que ver con cómo el Estado interviene en nuestra vida, me hicieron querer apostar a un futuro económico que valga la pena. 

-Delfina: Hace cuatro años, cuando tenía 16 y podía votar por primera vez, me encontré con que todo estaba dividido entre la “supuesta grieta” entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Desde que nací escucho los mismos problemas: inflación, inseguridad, salarios bajos, mala calidad de vida. Lo escuché durante el kirchnerismo y el macrismo, ninguno de los dos escucharon los problemas de los ciudadanos. Y me pregunté por qué hablaban tan mal de los liberales, me puse a estudiar. Y me di cuenta de que ninguno de los partidos tradicionales me daban una solución y a los liberales nadie los escucha. En esa elección voté a Espert. Hoy voto a Milei.

-¿Es lo mismo ser liberal y ser libertario?

-Yamila: No. La diferencia radica en la cantidad de injerencia estatal sobre el ciudadano. El liberal sigue propiciando lo público, el libertario quiere una reducción más drástica del Estado. Pero se trata de la libertad, de la libertad que vos tengas sobre tus recursos. El libertario quiere que progreses por tus recursos, no con respaldo estatal

-Alicia: Los liberales y los libertarios comparten la concepción de que el hombre por ser hombre tiene tres derechos: la vida, la libertad y la propiedad, propiedad de su cuerpo, de la ganancia que genera y de lo que hereda. Esos derechos son anteriores a la existencia de la noción de “Estado”. Hablamos de liberar los aspectos comerciales, económicos y de contratación y no nos metemos en la cama de los demás. Si querés ser casto o promiscuo, en tanto sean adultos, no nos importa.

Sobre el derecho a interrumpir un embarazo

-Milei se pronunció en contra del derecho a abortar. ¿Ustedes qué piensan?

-Delfina: Yo estoy en contra del aborto, pero porque creo que las mujeres mueren por desnutrición, malas condiciones edilicias, cáncer de mama. Hay otras prioridades. Pero no importa, podés estar en contra o a favor, lo que sí el Estado no debería financiar la interrupción del embarazo. El Estado trasviste con la palabra “derechos”, necesidades. Y los humanos tenemos millones de necesidades, básicas y secundarias. Y los recursos son escasos, por eso no creo que “Papá Estado” tenga que hacerse cargo de eso. No queremos un Papá Estado.

-Nicole: Si bien Javier se pronunció en contra, hoy no hay una idea unificada en el Partido. Yo estoy a favor de que cada mujer decida qué hacer con su cuerpo. Estoy en contra de que el Estado intervenga. ¿Cómo sacar al Estado del medio? Habría que pensarlo. La verdad es que ahora no es prioridad debatir sobre el aborto. Hoy es legal y no lo discutimos

No hay una idea unificada en el Partido Libertario respecto al aborto. Yo estoy a favor de que cada mujer decida qué hacer con su cuerpo. Estoy en contra de que el Estado intervenga. Hoy es legal y no lo discutimos

Nicole Cárdenas. Afiliada al Partido Libertario, referente de Juventud de la Comuna 6.

Alicia cree en la educación sexual para prevenir abusos sexuales y embarazos no deseados, y que no hay que hacer del aborto “un River-Boca”. No acordaba, incluso con la división pañuelo celeste - pañuelo verde. Para Yamila, no era necesario ampliar derechos porque ya estaba tipificado en el Código Penal, y que si se llega a un embarazo no deseado es porque “la educación fracasó antes”, que no está de acuerdo con la gratuidad y que antes hay que “educar correctamente”. Sobre educar, hay un problema. El punto 7 del capítulo de Educación incluida en la plataforma electoral de La Libertad Avanza es contundente: “Eliminar la obligatoriedad de la Educación Sexual Integral en todos los niveles de enseñanza”.

La elegida: Victoria Villarruel y la manía de contar vulvas

-Dentro de La Libertad Avanza reconocen que faltan mujeres. ¿Dónde están las mujeres liberal-libertarias?

-Nicole: Hay muchas mujeres que piensan que por seguir a Milei van a perder derechos. Todo lo contrario: nosotras peleamos por la igualdad. Es un proceso que se va a ir dando. 

-Alicia: En este tiempo se acercaban varones, de 12 años a 25. Una vez, en Cabildo y Juramento, estábamos con Javier y vi lo carismático que resulta Javier para los chicos. O un abuelo que le pedía una foto para su nieto. Yo estaba sola. Mis amigas, con las que habíamos ido a fiscalizar para Juntos por el Cambio, me reprochaban que me haya acercado a “ese hombre”. Y yo les decía “ustedes no entienden las ideas, que son contraintuitivas”. Pero de a poco esas mismas amigas me comentaban que sus hijos le decían “escuchalo”. Una vez que empezás a escuchar y a entender pasás la barrera de “el tipo con el pelo así”.

-Delfina: El adoctrinamiento en escuelas públicas y privadas, a todos los estudiantes, varones y mujeres, dice que “Milei es un antiderechos, es un facho”. Pero, ¿por qué una mina no puede ser capaz de sentarse a estudiar su plan de gobierno? ¿Por qué quieren pensar por nosotras? Siento que hay muchos mitos que se instalaron. Hoy las mujeres acceden a lugares de poder. Hay sectores que nos victimizan. Proponen la ley de cupo (N. de la R.: se refiere a la confección de listas) como una herramienta pero en realidad las están violentando.

-Nicole: En línea con lo que dice Delfina, creo que la ley de cupo es una forma de discriminación hacia las mujeres porque las quieren imponer por una ley y no por sus capacidades para acceder a un cargo público.

-Yamila: Como todo partido que recién empieza a construirse con los recursos que tiene, que son pocos. Yo acá me siento útil. Jamás me había dedicado al Derecho Electoral y me dieron espacio. Me siento reconocida y ¿por qué no darle mi tiempo a un proyecto joven? Y además es mentira que no hay mujeres. Acá estamos desde la ama de casa hasta la empresaria, desde la empleada estatal hasta la trabajadora independiente. Eso hizo una unión que en otros partidos no se ve. 

-¿Se sienten representadas por el discurso de Victoria Villarruel?

-Alicia: Era terrible vivir en esas violencias. En las dos. Se reconoce la violencia del Estado pero no se reconoce qué pasó antes. En democracia se cometieron actos terroristas. Victoria (Villarruel) lo que está diciendo es “veamos el contexto completo”, reconozcamos a esas personas también como víctimas.

-Nicole, Delfina, ustedes que tienen 20 y 19 años, ¿creen que es necesario hacer una revisión de la etapa anterior al Golpe Cívico Militar?

-Delfina: No. No va a afectar nuestro futuro. Para discutirlo filosóficamente está bien, pero no me resuelve mi calidad de vida.

-Nicole: Hoy tenemos un presente que nos preocupa, hay conflictos para solucionar ahora. Volver al pasado… Victoria integra la alianza pero a nosotras no nos representa una sola persona.

-Delfina: No tenemos que seguir sí o sí lo que dice un referente.

-¿Y vos, Yamila?

-Yamila: Para mí tiene una garra para hablar de un tema que está escondido debajo de la alfombra que es formidable. Traer a colación este tema implica poder sanar heridas, fue una parte invisibilizada. A mi no me cambia mi presente hablar de ese tema. No me resuelve la inflación. Si vas manejando y todo el tiempo miras el espejo retrovisor, y… vas a chocar. Pero entiendo que quiera sanar. Y a Javier le da fuerza tener al lado una mujer con coraje.

VDM/MF

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