Planes sociales en la Iglesia: no sabe cuántos son ni qué hacen los beneficiarios

¿Cuántos programas sociales maneja la Iglesia Católica en Argentina? En los análisis sobre el Potenciar Trabajo, cuando aparecen las críticas, siempre son hacia las organizaciones sociales que lo gestionan. Sin embargo, la iglesia también los administra. No hay cifras concretas sobre la cantidad ni los trabajos que desarrollan las personas beneficiarias. elDiarioAR hizo un pedido de información pública al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que indicó que no tiene “información relativa a la pertenencia de titulares o entidades a instituciones de origen eclesiástico”. 

Según la información recolectada por este diario, hay programas de transferencia condicionada que maneja Cáritas y otros algunas parroquias que realizan convenios con organizaciones sociales o municipios para que las personas que tienen un Potenciar Trabajo puedan cumplir con las jornadas laborales en esos establecimientos.También hay casos de fundaciones de origen católico que, al constituirse como Unidades de Gestión o Certificación, hacen convenios con el ministerio. La contraprestación, en su mayoría, está relacionada con tareas de cocina y limpieza en comedores y merenderos. 

Ante el pedido de información pública, desde la cartera dirigida por la ministra Victoria Tolosa Paz respondieron: “no existe en nuestras bases de datos información relativa a la pertenencia de titulares o entidades a instituciones de origen eclesiástico, ya que la misma constituye un dato sensible y no es relevante en relación al objeto del programa. Por lo tanto, no es pertinente registrarla en concordancia con la Ley 25.326 de protección de datos personales”. 

La respuesta lleva firma de Emilio Pérsico, secretario de Economía Social y líder del Movimiento Evita que también es beneficiario de planes sociales.

“De acuerdo al código civil la Iglesia Católica es persona jurídica de carácter público. En este sentido, 3 instituciones que suscribieron convenios con esta Secretaría son entidades vinculadas a esta autoridad eclesiástica”, agrega la respuesta oficial sin especificar los nombres de las instituciones. Sin embargo, fuentes eclesiásticas indicaron que desde el año 2021, Cáritas Argentina también gestiona el Potenciar Trabajo, que en mayo fue de 40.171 pesos. Actualmente hay alrededor de 6000 personas bajo ese programa que trabajan en 35 de las 66 diócesis que hay en el país. Se trata de gente que ya era voluntaria y que fue dada de alta en los registros de Desarrollo Social. 

Generalmente son mujeres adultas de entre 45 y 65 años que pertenecen al Programa de Centros de encuentro y cuidado comunitario, que trabajan en comedores y merenderos o en talleres terminalidad educativa o de oficios. Si bien la organización aplica otras políticas públicas de asistencia social, es la primera vez que gestiona un plan social como el Potenciar Trabajo. Se trata de un vínculo que inició el exministro Daniel Arroyo, creció durante la presencia de “Juanchi” Zabaleta  y que continúa con Tolosa Paz. El porcentaje de colaboradores que fueron dados de alta es menor en comparación con los 80.000 que hay en todo el país.

También existen beneficiarios y beneficiarias del Potenciar Trabajo en algunas parroquias que tiene personería jurídica y se pueden constituir como Unidades de Gestión para hacer convenios con el Estado. Es el caso de la Fundación Isla Maciel, dirigida por el Padre “Paco” Olveira. “Sin ellas hay muchas cosas que no se podrían hacer. Lamentablemente todos necesitamos comer  y solo con voluntariado hay muchas cosas que en los barrios no se pueden mantener. La inmensa mayoría de las personas que reciben Potenciar Trabajo están compenetradas con la tarea que hacemos y es como un voluntariado o una entrega que tiene una pequeña contraprestación económica”, le dijo el cura a elDiarioAR. En la Fundación, que tiene base en la Isla Maciel y en el asentamiento Eva Perón de Libertad, Merlo, trabajan alrededor de 50 beneficiarios del plan social. A cambio trabajan en centros de salud, de acceso a la justicia, comedores, merenderos y espacios de atención a las infancias. “La contraprestación en principio es lo que manda como exigencia el Estado, que son cuatro horas diarias de lunes a viernes. Nosotros lo vemos según la situación de cada familia”, agrega.

“Desde la Fundación lo que hacemos es sumar de nuestra parte para completar lo que ellas reciben porque realmente es muy poco.  Por eso te da tanta bronca cuando quieren estigmatizar. Yo por eso ya no le digo ni ‘plan’, han estigmatizado tanto a la palabra que ahora ‘plan suena a ‘planero’ y eso a ‘vago que vive del Estado”, cuenta Paco.

Según los datos Desarrollo Social publicados por Chequeado, el programa Potenciar Trabajo cuenta con 1.268.044 titulares al 15 de febrero de este año. Las cifras fueron aumentando a lo largo de los años. En diciembre de 2020 se registraron 780.722 titulares, una cifra que ascendió a 1.364.479 personas en 2021. Mientras que en diciembre de 2022  fueron 1.4747.51.

Incluso en las parroquias que no son unidades de gestión hay beneficiarios del programa. Se trata de convenios informales que hacen los párrocos directamente con organizaciones sociales y municipios. Generalmente, vecinos y vecinas del barrio nucleados en algunas de las agrupaciones que cumplen las contraprestaciones en las capillas. En la parroquia San Juan Bautista de Bernal Oeste, Quilmes, Ricardo Carrizo consiguió que varias beneficiarias completen su trabajo en los tres comedores que organiza durante los siete días de la semana.“Sin ellas yo no podría darle de comer a la gente”, le dice a elDiarioAR.

“Yo lo único que hago es hacer cosas de proveedor. Salgo, me peleo con medio planeta y con funcionarios, desgasto la camioneta yendo y viniendo buscando mercadería pero las que la laburan al fuego, pelando, cocinando, lavando, son ellas. No es solo poner el fueguito, hay que lavar, dejar todo listo para el día siguiente. Es una tarea cocinar todos los días”, agrega.

Jorgelina, Celeste, Florencia, Andrea, Aurelia y Carmen cocinan para 80 familias de, en promedio, 4 personas cada una. Además, limpian y acondicionan los espacios. “Acá se amasa pan todos los días. Son ollas de cien litros, hay que pelar bolsas de papas, cebollas, zanahorias, cajones de verdura. Lleva mucho tiempo, desde muy temprano”, agrega el diácono del grupo de Curas en Opción por los Pobres. Los datos oficiales indican que las mujeres son los dos tercios del total de las personas beneficiarias, representan el 65,3%.

“Cuando hablan de cambiar planes por trabajo, realmente les falta pisar el barro. En todo caso será cambiar los planes por empleo formal, que es algo distinto. Todas estas personas trabajan y trabajan mucho por un sueldo ínfimo. No se crean el verso de los planeros. Si hay alguien que roba al Estado no son precisamente los pobres”, cierra Paco. 

CDB/MG