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El presidente del Tribunal del caso Próvolo se apartó del juicio tras burlarse de una acusada

La monja japonesa Kumiko Kosaka está acusada por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión.

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El presidente del tribunal Horacio Cadile presentó este martes su inhibición para continuar a cargo del juicio que se sigue por abusos sexuales en el Instituto Próvolo, luego de que trascendieran mensajes de WhatsApp en los que se burlaba de la monja Kumiko Kosaka, una de las acusadas.

Cadile pidió disculpas y aseguró que durante la tramitación de la etapa preliminar en las causas ha sido “absolutamente objetivo e imparcial en la adopción de las distintas resoluciones, encontrándose las mismas debidamente fundadas en derecho”.

“Ello no puede ser motivo alguno de cuestionamiento y considero que lo acontecido no impacta en la imparcialidad demostrada”, expresó en un comunicado.

La acusación de los defensores sostiene que Cadile integra un grupo de chat privado en la aplicación WhatsApp y que, junto a él, interactúan varios fiscales mendocinos y, según las capturas de los mensajes intercambiados ante algunos comentarios de los fiscales, el juez habría respondido, en tono de broma: “Kumiko y yo somos amantes”.

Desde el Tribunal Penal Colegiado 2, luego de conocida la inhibición presentada por el magistrado, se procedió a suspender las audiencias en el segundo juicio de Próvolo hasta el día 31 de mayo.

Según explicó este martes, “las expresiones contenidas en el mencionado grupo de WhatsApp corresponden a un ámbito absolutamente privado y conformado por un grupo de personas consideradas amigas y que en ese contexto deben ser tales expresiones interpretadas”.

“Estimo que corresponde pedir disculpas a quienes se hayan sentido ofendidos por tales expresiones, en particular a la encartada Kumiko Kosaka y a las demás imputadas en autos, pero deseo dejar bien claro que nunca he pretendido ofender a nadie y que simplemente tales expresiones -se reitera-, han sido exteriorizadas en un ámbito de confianza”, finalizó.

La monja japonesa Kumiko Kosaka, de 46 años, está acusada por los delitos de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión, y es la única imputada que llega al juicio con prisión preventiva domiciliaria, mientras que el resto está en libertad.

Completan la nomina de imputadas la monja Asunción Martínez (53), la representante legal Graciela Pascual (65), las exdirectoras Gladys Pinacca (66), Valeska Quintana (48), Cristina Leguiza (50) y Laura Gaetán (60), la psicóloga Cecilia Raffo (43) y la cocinera Noemí Paz (63), acusadas como partícipes necesarias y/o secundarias por omisión.

Con información de agencias.

IG

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