El reclamo de los médicos residentes porteños: cobran 300 pesos la hora y trabajan más de 90 a la semana

“Recomposición salarial ¡YA!”, se lee en el cartel que se extiende por la Avenida 9 de Julio a la altura del Obelisco. Lo sostienen médicos y médicas que en la mañana calurosa del último viernes de octubre ya llevan más de doce paros y movilizaciones. Son residentes y concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires que desde hace siete semanas le reclaman al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta aumento de sueldos, además de salario y ART para los concurrentes que hacen sus tareas de manera gratuita. 

“Estamos en una situación medio extrema donde el salario está apretando muy fuerte el bolsillo”, dice Sebastián Goin, residente de la subespecialidad Cuidados Paliativos en el Hospital Tornú. En promedio, un residente de primer año gana alrededor de 110.000 pesos y trabaja 360 horas mensuales, se calcula que percibe entre 280 y 300 pesos por hora. “No solo es poco sino que es insostenible, un residente está haciendo entre 8 y 10 guardias por mes y está laburando 90 horas semanales. En el tema salarial hemos quedado muy por debajo, no solo en la canasta básica sino también con respecto a otras jurisdicciones.en donde ganan mucho más que nosotros”, agrega el médico.

Ante el reclamo, el Gobierno porteño anunció que ofreció una remuneración bruta de $197.281 para el 1 de noviembre para residentes de primer año, solteros y sin hijos. Sin embargo, desde la Asamblea indicaron que se trata de una maniobra para disuadir porque en los hechos significa un aumento de 15.000 pesos, por lo que la hora pasaría a 440 pesos. A principios de semana, el ministro de Salud, Fernán Quirós, les ofreció un aumento de 17.000 pesos en tres cuotas hasta diciembre, algo que la asamblea consideró como  un “acto de provocación y desvalorización del trabajo diario”. Piden una recomposición salarial del 100% con un sueldo de 250.000 pesos en mano y el reconocimiento de los derechos laborales para concurrentes que no solo no tienen salario sino que tampoco tienen obra social ni ART.  Según el Ministerio de Salud, hay unos 3.043 residentes que trabajaban en el sector público.

Como publicó este diario semanas atrás, el Estado Nacional destina por cada residente de primer año de una institución nacional, $184 mil pesos, mientras que por cada residente de primer año de instituciones provinciales, desembolsa $58 mil pesos. El resto, lo debe cubrir la provincia o jurisdicción lo que genera diferentes realidades según el territorio. Desde la Asamblea sostienen que las condiciones salariales y laborales en los hospitales porteños quedaron desfasadas con respecto a otras provincias. Por ejemplo, en territorio bonaerense se sancionó recientemente un nuevo reglamento con mejoras en la cantidad de horas y jornadas laborales.  

En la Ciudad de Buenos Aires está vigente la Ordenanza 40.977 del año 1985 y sus modificaciones posteriores que regulan los sueldos de acuerdo a los ingresos de un médico de planta. Sin embargo, los residentes denuncian que en la práctica deben trabajar muchas más horas. Sostienen que hay especialidades como las quirúrgicas donde se llegan a hacer 48 horas seguidas de guardia. “Es muy extremo todo, las condiciones de trabajo en ese caso son las peores: los hacen entrar a las 5 de la mañana y se van a las 10 de la noche”, cuenta Goin.

Es muy difícil vivir hoy en día laburando gratis”

La Asamblea de Residentes y Concurrentes tomó fuerza en 2019 cuando la Legislatura porteña sancionó la Ley 2828 que precarizaba aún más las condiciones laborales. Ese día hubo una manifestación y represión a médicos y médicas que la rechazaron fuera del recinto. A partir de allí, alrededor de 3500 residentes y 100 concurrentes de casi 27 hospitales y Centros de Atención Primaria de la Salud de la Ciudad de Buenos Aires (Cesac) comenzaron un plan de lucha que derivó en la derogación de la ley. “Se reagudizó el conflicto por el tema salarial, venimos sosteniendo la lucha desde el 2019, pero hasta con una pandemia en el medio, la situación no solo no ha mejorado sino que ha empeorado. En el contexto de pandemia se nos solicitó hacer cualquier tarea a cualquier costo y, además, cada vez hay más usuarios en el sistema público de salud. A los concurrentes se los obligó a trabajar con un seguro médico que no les cubría Covid, trabajando en el contexto hospitalario. Es insólito”, agregó el médico.

En el caso de los concurrentes, la situación empeora. Trabajan 20 horas semanales y no reciben ningún sueldo. Además, a diferencia de los residentes, tienen que cumplir con cinco años de formación de posgrado y no cuatro. No tienen obra social ni ART, pero en los hospitales realizan los mismos trabajos que sus colegas.

Concurrencias

“Es muy difícil vivir hoy en día laburando gratis”, dice Florencia Delgado, concurrente de cuarto año de Psicología en el Hospital Argerich. Para poder vivir trabaja de manera privada, da clases particulares y recibe ayuda económica de su familia. “Con lo que me queda del día después de la concurrencia laburo un montón, también los fines de semana. No me podría mantener sola, hay veces que terminás a las 9 de la noche. Hay mucha gente que no puede sostener cinco años gratis y empieza a renunciar al segundo o tercer año y son cargos que se pierden. a pesar de que somos gartuitos empezaron a recortar las concurrencias”, cuenta.

Según datos del Ministerio de Salud porteño aportados a elDiarioAR, en el año 2018 se registraron 448 ingresantes, mientras que en el 2021 se abrieron solo 177 cupos para las áreas de dermatología, oftalmología y salud mental. En el 2022 se abrieron 143 y solo para salud mental. Las concurrencias solo existen en la Ciudad de Buenos Aires y se obtienen con el puntaje del exámen de residencia. Una vez que se completaron los espacios de residencia, quedan los de concurrencias. “Esta esa idea de que sos el que no llegó. Hay hospitales donde no te permiten entrar al comedor, con carteles que dicen: ”Concurrentes y alumnos  no pueden subir al comedor’. Te hacen sentir como que sos el que no alcanzó y yo veo el puntaje de mi examen y es igual al que entró como residente en Pediatría. Por ejemplo. que hay 500 puestos para esa área y Psicología hay 31 y yo que tuve un puntaje de 83 sobre 100, pero no entré“, explica la psicóloga.

El pedido de los concurrentes es tener las mismas condiciones que los residentes, algo que parece no entrar en los planes del Gobierno porteño. “En una de las reuniones, el ministro de Salud Quirós nos dijo que éramos profesionales mal formados, que no deberíamos atender pacientes. Y nosotros trabajamos codo a codo con los residentes, yo que soy concurrente de cuarto año superviso a los residentes de primero y segundo año. Todos somos profesionales”, cierra.

Ante esta situación, la asamblea decidió continuar con el paro por tiempo indeterminado.

CDB/MG