La sonda Solar Orbiter muestra las primeras imágenes de los polos del Sol y abre “una nueva era en la ciencia solar”

La Agencia Espacial Europea (ESA) puede presumir este miércoles de mostrarnos el Sol como nunca lo habíamos visto sin ser acusada de hacer clickbait. Porque acaba de publicar las primeras imágenes de uno de los polos del Sol tomadas por la sonda Solar Orbiter, colocada en un ángulo desde el que la humanidad nunca había mirado a nuestra estrella.
Todas las imágenes del Sol que habíamos visto hasta ahora se tomaron desde el plano eclíptico en el que orbitan los planetas. Solar Orbiter nos ofrece una visión desde un ángulo de 17° por debajo del ecuador solar, lo que nos permite ver directamente su polo sur por primera vez. Y esto es solo el principio de la nueva perspectiva, anuncia la ESA, dado que la nave espacial irá inclinando más su órbita y nos ofrecerá mejores vistas y más información sobre el campo magnético.
“Hoy revelamos las primeras imágenes jamás obtenidas del polo solar”, afirma la profesora Carole Mundell, directora científica de la ESA. “El Sol es nuestra estrella más cercana, fuente de vida y un potencial disruptor de los sistemas energéticos espaciales y terrestres modernos, por lo que es fundamental que comprendamos su funcionamiento y aprendamos a predecir su comportamiento. Estas nuevas imágenes únicas de nuestra misión Solar Orbiter marcan el comienzo de una nueva era en la ciencia solar”.

La utilidad de los nuevos ángulos
La sonda va equipada con una serie de instrumentos de observación que monitorizan la estrella en diferentes rangos de energía. Estos datos son clave para comprender por qué el campo magnético cambia aproximadamente cada 11 años, coincidiendo con un pico de actividad solar, ya que los modelos actuales no logran predecir con exactitud cuándo y con qué intensidad el Sol alcanzará su estado más activo. Por otro lado, la observación de Solar Orbiter de la parte de atrás del Sol será fundamental para prever con anticipación posibles tormentas solares.

“Como científico, siento la satisfacción y el orgullo de haber contribuido al instrumento que nos está ofreciendo estas imágenes por primera vez y como ser humano me siento privilegiado por haber vivido en esta época”, asegura José Carlos del Toro, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el S3PC (Spanish Space Solar Physics Consortium) y coordinador de la contribución española al instrumento SO/PHI. La nave da una vuelta alrededor del Sol cada seis meses y en sucesivas aproximaciones nos mostrará un polo u otro, recuerda.
¿Por qué es tan importante ver los polos desde arriba? Los ciclos de actividad solar consisten en una transición gradual de los campos magnéticos más concentrados en el ecuador que van migrando hacia los polos. “Cada 11 años cambian de polaridad, el polo norte pasa a ser el sur y viceversa, pero no sabemos cómo se produce eso”, explica Del Toro. “Necesitamos medir los campos magnéticos del polo con la suficiente precisión para entender lo que pasa y cómo pasa”. Por el momento, lo que están viendo es que la mezcla de polaridades no es tan distinta a la del resto del Sol. “No hay una reordenación de polaridades a nivel de la fotosfera”, apunta, aunque advierte de que se necesitan muchas más observaciones.
Cada 11 años cambian de polaridad, el polo norte pasa a ser polo sur y viceversa, pero no sabemos cómo se produce eso en el polo
“Cuando estás en máximo de actividad solar, el campo magnético está estructurado en una especie de anillo alrededor del ecuador”, explica Héctor Socas, experto en física solar y director de la European Solar Telescope Foundation. Poco a poco ese anillo se va deshilachando y el campo magnético se va transportando hacia los polos, y allí se produce esa nueva configuración que es como la del campo magnético de la Tierra, con un polo norte y un polo sur. “Así que observar los polos nos permitirá por primera vez ver cómo ocurre ese cambio de configuración a un campo magnético polar”, asegura.

“El campo magnético que está viendo ahora Solar Orbiter en el polo es muy caótico y muy residual, es el vestigio del ciclo anterior”, continúa Socas. “Pero poco a poco esa región polar se irá llenando con el campo magnético que las circulaciones meridionales irán trayendo desde el ecuador. O sea, iremos viendo cómo ahí se va acumulando una polaridad del campo magnético y se va construyendo paulatinamente el campo magnético polar global que dominará en la próxima fase del ciclo”.
Mirar el Sol por atrás
Sobre las tormentas solares, será determinante otro aspecto de la Solar Orbiter, que es su capacidad de ver el sol por atrás. “El Sol rota cada 27 días, y lo que vemos ahora dentro de 13,5 días estará por detrás”, explica Del Toro. “Nuestros cálculos teóricos nos permiten, con la actividad magnética que vemos, predecir lo que hay en la parte trasera, pero no lo habíamos podido comprobar jamás. Saber lo que nos va a venir dentro de 13,5 días nos da un tiempo preciosísimo de previsión”.
El campo magnético que está viendo ahora Solar Orbiter en el polo es muy caótico y muy residual, es el vestigio del ciclo anterior
Otra novedad interesante para Solar Orbiter proviene del instrumento SPICE, un espectrógrafo de imágenes que mide la luz emitida por los elementos químicos de la fotosfera. El instrumento logró medir la velocidad de movimiento de las acumulaciones de material solar y trazar un mapa de cómo se mueve el material solar dentro de una capa específica del Sol. Esta información puede revelar cómo las partículas son expulsadas desde el Sol en forma de viento solar y comprender mejor las tormentas que después llegan a la Tierra.
La ESA espera que el conjunto de datos del primer vuelo completo de polo a polo de Solar Orbiter cerca del Sol llegue a la Tierra en octubre de 2025. Los diez instrumentos científicos de la misión recopilarán datos sin precedentes en los próximos años. “Este es solo el primer paso en la escalera al cielo de Solar Orbiter”, asegura Daniel Müller, científico del proyecto. “Estos datos transformarán nuestra comprensión del campo magnético del Sol, el viento solar y la actividad solar”. “Y lo que va a ser un bombazo es la próxima misión de la ESA, llamada Vigil”, anuncia Del Toro. “Esta sonda nos va a permitir estar continuamente viendo el Sol, como si fuera un satélite Meteosat, y medir el campo magnético cada media hora con su instrumento PMI”.
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