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España: chau al barbijo en la mayor parte de los interiores

Varias personas con barbijo observan las estanterías de una zapatería en Madrid.

Sofía Pérez Mendoza

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Llegó el día. El Consejo de Ministros del Gobierno español aprobó el decreto que elimina la obligación de llevar barbijo en la mayor parte de los lugares interiores a partir de este miércoles. La retirada del gran icono de la pandemia no es completa: el cubrebocas debe continuar usándose en todos los transportes públicos, en los centros sanitarios, establecimientos como las farmacias y en las residencias de mayores. “Es un día importante, seguimos sumando etapas”, dijo la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en la conferencia de prensa posterior, donde recordó que la “filosofía” del decreto es relajar el uso, salvo excepciones.

Con esta decisión, España culmina el proceso de normalizar la convivencia con el virus. El barbijo era la única medida frente al coronavirus aún vigente en todo el territorio nacional. El decreto al que dio luz verde este martes el Gobierno de Pedro Sánchez es el quinto redactado por el Ejecutivo desde que empezó la pandemia relacionado con los tapabocas.

El Gobierno considera que era una medida “demandada” y por eso la consensuó con las comunidades autónomas, además de seguir “la propuesta de las personas expertas”. “Va en la línea de lo que han hecho otros países del entorno europeo y en todos ellos hemos visto que no ha tenido un efecto en las hospitalizaciones”, aseguró la ministra, quien enumeró los alcances del decreto del que ya se conocían la mayoría de detalles.

El transporte colectivo permanece, dos años después, como un espacio que todavía está sujeto al uso de la mascarilla. Afectará a todos, sin excepciones: metro, autobús, barco, avión, tren... También taxis y las aplicaciones de movilidad. En los andenes o accesos a las estaciones no se aplica esta obligación, precisó Darias.

Los centros de salud y hospitales continuarán exigiendo un uso estricto, salvo para las personas ingresadas, quienes podrán retirarse este elemento de protección siempre que estén en sus habitaciones. Las trabajadoras de las residencias de mayores deben seguir llevando barbijo en sus jornadas laborales, así como las visitas. Los mayores quedan liberados de esta obligación porque el centro es como su casa.

El Ministerio extiende la obligación, asimismo, a todos los establecimientos y servicios sanitarios, como las farmacias o los centros de transfusión. El listado de centros incluidos en esta clasificación quedan detallados en la norma que se publicará mañana en el Boletín Oficial, dijo la ministra.

El decreto, en todo caso, solo recogerá las situaciones y espacios donde el barbijo tiene que seguir usándose. Al margen de la norma, Sanidad ha destacado un “vector” importante del decreto: el “uso responsable” de las mascarillas con el fin de evitar en la medida de lo posible situaciones de peligro. Este uso responsable concierne, sobre todo, a la población vulnerable (mayores, inmunodeprimidos o embarazadas) para quien se recomienda mantener la utilización de esta medida de protección. Darias también puso el ejemplo de eventos multitudinarios y de entornos familiares “cuando estemos con personas que tengan algún factor de riesgo”.

Los entornos de trabajo y las escuelas

El entorno laboral es el terreno más resbaladizo y el que más dudas ha suscitado. Darias aclaró que “con carácter general no es obligatorio” pero si los servicios de prevención de riesgos hacen una evaluación del riesgo y determinan el uso de esta medida sí lo será.

El Gobierno recuerda que los centros escolares no pueden obligar a los alumnos a usar barbijo a partir de este miércoles. “No se puede establecer la obligatoriedad”, señaló la ministra, que no obstante matizó que se puede hacer un “uso responsable” pero en este ámbito no está recomendado en ningún caso. “Si hay un ámbito donde está claro es el escolar por el menor impacto del virus en los niños y niñas”, precisó.

Quien quiera continuar usando el tapabocas en los espacios interiores podrá hacerlo. Incluso es recomendable en muchos de ellos, según el documento en el que se ha apoyado el Ministerio para tomar la decisión. La ministra llamó a “disfrutar” de este nuevo paso “con prudencia y uso responsable” y confió en que el “comportamiento ejemplar de la ciudadanía” se va a mantener en este caso también. “Es un signo más de la cultura de cuidados”, finalizó.

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