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El empleo registrado recupera los niveles prepandemia, pero con puestos de peor calidad

El empleo asalariado privado recuperó el 75% del volumen que tenía en febrero de 2020

Delfina Torres Cabreros

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La portavoz del Gobierno lo celebró en la última conferencia de prensa: en términos absolutos, el empleo registrado ya está por encima de los niveles de la prepandemia. Podría decirse que se recuperaron todos los puestos perdidos durante la crisis desatada por el Covid-19, pero si se miran los datos con mayor detenimiento se advierte que la composición de ese trabajo es diferente. Para decirlo rápido: es más precario.

La comparación de los últimos registros oficiales, correspondientes a septiembre de 2021, con los de febrero de 2020, muestra que la ocupación registrada total creció 1,2%. De acuerdo con el procesamiento de los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que hizo Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, el mayor impulso está dado por los monotributistas, que en ese período aumentaron 6,9%. Los monotributistas sociales —figura en la que se inscriben, sobre todo, trabajadoras y trabajadores de la economía popular— también crecieron, 9,8%. Asimismo, la evolución es positiva en lo que respecta a los asalariados del sector público, donde los puestos de trabajo ascendieron 3%.  

En cambio, en el sector de asalariados registrados privados, que suele tomarse como el parámetro del “empleo genuino”, los datos continúan en rojo. En la comparación septiembre de 2021- febrero de 2020 se advierte una caída de puestos de 0,8%. De todos modos, este sector viene de 11 meses consecutivos de crecimiento y ya recuperó, según precisan los reportes oficiales, el 75% de los puestos destruidos en la pandemia. Todavía faltan 47.000 trabajadores para recuperar el mismo nivel previo a la pandemia, número que se agranda si se piensa en mantener el nivel pero ajustado al crecimiento de la población.

Los puestos autónomos también cayeron, 5,6%. De todos modos, la baja más profunda estuvo en el sector de las trabajadoras de casas particulares, que se retrajo 5,7%. Si se compara el último reporte con febrero de 2020 se advierte que se destruyeron 28.900 puestos formales de empleadas domésticas. Sin embargo, dado que es el sector con mayor nivel de informalidad de toda la economía, el dato real es mucho peor. Un documento oficial señala que en el segundo trimestre de 2020 más de 460.600 trabajadoras perdieron el trabajo (entre formales e informales) y todavía 350.000 no lo recuperaron. 

Para intentar revertir la caída e incentivar la contratación formal, a fines de septiembre la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género lanzó junto con AFIP el programa Registradas, mediante el cual se hace cargo por seis meses de hasta el 50% del salario de las trabajadoras que sean contratadas por personas con ingresos brutos mensuales menores a $175.000. El impacto podría empezar a verse a partir de los datos de octubre. 

“La preguntas que surgen es cuánto hay de crecimiento y cuánto de rebote y qué pasa que, a pesar de que la actividad volvió a los niveles prepandemia, el empleo todavía está lejos. Y, fundamentalmente, qué escenario están previendo para cuando la economía deje de crecer al 10% y pase a crecer, con suerte, al 3%”, dice Campos a elDiarioAR.

El empleo industrial, por otra parte, sostiene la recuperación y se ubica en los niveles de comienzos de 2019. Si se compara septiembre de 2021 con el inicio de la gestión de gobierno, , los sectores industriales que más crecieron fueron servicios informáticos (registró un crecimiento del 13,3%, con 15.000 trabajadores más), química y petroquímica (5,5% de crecimiento, con 8.000 trabajadores adicionales), metalmecánica (4,2% y 9.000 trabajadores adicionales) y automotores (3,1% y 2.400 trabajadores adicionales). 

“Hay un aumento del empleo registrado (de 0,7% entre septiembre de 2019 y el mismo mes de 2021), pero aún es claramente inferior al crecimiento de la población en edad activa”, apunta Rafael Rofman, director de Director de Protección Social de Cippec. Además, señala que la “calidad” del empleo es distinta. “Sabemos que la categoría de empleo asalariado registrado privado es la más productiva, con mejores salarios y que más aporta a la creación de riqueza, por lo que diría que los problemas del mercado de trabajo siguen siendo muy serios”, añade.

Según repasa el especialista, el empleo asalariado registrado en septiembre 2021 está por debajo de cualquier registro desde 2012 en términos absolutos, “y muy por debajo si se considera el crecimiento de la población”. El problema de fondo, considera, es que la economía no crece y por lo tanto no genera demanda de empleo de calidad. “En los últimos 9 años el empleo registrado creció un 11% —apunta—, pero el asalariado privado cayo un 1,7%, mientras que el empleo publico crecía un 26%, los monotributistas un 28% y los monotributistas sociales un 120%”.

Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (Ceped-UBA), explica que el crecimiento fuerte del monotributo se ve en ciertos períodos, como en el último año, pero no en el largo plazo. “Si miramos la última década, vemos que el crecimiento estuvo a cargo del sector público. También vemos la profunda caida del privado, reforzada en la crisis 2018-19 y profundizada con la pandemia”, dice el economista. “De ese pozo se está saliendo apenas”.

DT

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