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Entrevista

Juan Cuattromo, presidente del Banco Provincia: “Guzmán está haciendo un trabajo de reconstruir los equilibrios macroeconómicos. Esto no está exento de discusiones”

Juan Cuattromo, presidente del Banco Provincia de Buenos Aires.

Alejandro Rebossio

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El Banco Provincia de Buenos Aires es el cuarto del país por cantidad de activos, sólo por detrás del Nación, el Santander y el Galicia. Y su presidente, Juan Cattromo, integra el pelotón de economistas que su colega y gobernador Axel Kicillof puso al frente de la administración bonaerense.  

¿Cómo está reaccionando el banco ante la segunda ola de Covid-19?

Estamos construyendo sobre lo que vimos que funcionó el año pasado en la pandemia, que tuvo mucho que ver con opciones de financiamiento al sector productivo. Fue particularmente complicado en los primeros meses de la pandemia. La asistencia a las empresas tenía una fuerte impronta presencial y hoy uno está trabajando con turnos, equipos que rotan en una atención acotada. Además, con una priorización grande a lo que es el pago de servicios de ANSES y el Instituto de Previsión Social de la provincia. En mayo del año pasado vimos que la asistencia al sector productivo había tenido problemas y entonces trabajamos fuerte para la disponibilidad del financiamiento productivo a través del home banking, a través del eCheq. Ahora estamos avanzando con los préstamos de capital de trabajo. Estamos en pruebas piloto para que las empresas puedan financiarse con factura de crédito electrónico, que es una política que está impulsando el gobierno nacional. Todo además con tasas que estamos empezando a recortar en la medida de nuestras posibilidades: la de capital de trabajo empieza en 28,5%; las de descuento de eCheq, 25%. Con estos niveles de inflación, entendemos que son una asistencia importante al sector productivo. Hemos lanzado el financiamiento a la cosecha fina. Siempre estamos presentes en el financiamiento de la compra de maquinaria. En breve también vamos a terminar de firmar un convenio con Augusto Costa, ministerio Desarrollo Productivo de la provincia. ¿Viste que está la línea de inversión productiva del Banco Central al 30%? Nosotros vamos a firmar un convenio para unas líneas de Provincia Marcha para tener un subsidio de tasa de 8 puntos, o sea que va a ser financiamiento al 22%, y para agrupamientos de parques industriales el subsidio de tasa va a ser de 10%. Eso financiado por la provincia.

¿Y qué hizo el banco mejorar para la atención de las personas?

La pandemia generó dos demandas: una demanda de atención presencial y de abastecimiento de efectivo muy grande, fundamentalmente en las zonas de alta concentración. Llevar la atención bancaria a lugares de la provincia donde no había presencia de ningún banco, ni siquiera del Provincia. Pero a la par de eso también relanzamos la cuenta DNI, que era un producto que el banco ya tenía pero con otras características. Lo convertimos en una billetera integral y ya supera los 3,1 millones de usuarios. Te permite una verdadera política de inclusión. Donde podemos, lo complementamos con una política de descuentos en comercios de barrio. Tenemos, como siempre, campañas con grandes cadenas, pero también queríamos llegar al comercio de barrio con promociones para acompañar de este modo en este tiempo. Este año también vamos a lanzar pronto una nueva aplicación para que los comercios puedan cobrar y vincularse a toda esta nueva agenda de medios de pago.

La Cuenta DNI creció mucho con la gente no bancarizada que debía cobrar el IFE, ¿no?

Sí, totalmente. Hubo un crecimiento inicial muy fuerte vinculado al Ingreso Familiar de Emergencia. A medida que el IFE no siguió, todo el crecimiento que vino después fue más de la mano de clientes del banco como nuevos clientes que tampoco estaban bancarizados. Por más que la bajaron por el IFE, luego la siguen utilizando porque ven que sirve, resuelve cosas y es muy sencilla de usar. Nuestro desafío era generar una billetera que permita una rápida inclusión: casi 1,4 millones de IFE en la provincia de Buenos Aires. De otro modo habría que haber buscado alguna atención presencial. La gente pudo bajarse la aplicación y darse de alta desde su celular en un proceso que podía parecer engorroso. Implicaba poner el documento, sacarse la foto. Pero funcionó muy bien. Hemos trabajado mucho para minimizar los errores. Ya sin IFE, con niveles más bajos de fondos en las cuentas, pero el uso se mantiene en el tiempo. Por eso, la transaccionalidad de Cuenta DNI va creciendo mes a mes, sea por transferencia en comercios o la recarga de celulares.

Los bancos reaccionaron ante Mercado Pago creando la app Modo, pero no parece muy exitosa.

Nosotros estuvimos siempre en diálogo y lo seguimos estando con todos los bancos. Y fuimos parte de las conversaciones preliminares de Modo. Pero entendíamos que nuestra billetera tenía un nivel de desarrollo consolidado. Modo era una experiencia novedosa que no nos generaba un valor agregado. La decisión fue no sumarnos. Pero seguimos en diálogo. Todo lo que es medios de pago es dinámico. También hay una agenda del Banco Central con las transferencias 3.0, en la cual estamos participando, apuntamos al mayor nivel de transacción de calidad posible. Vamos a seguir apostando a las billeteras integradas para que en un comercio que venda con Modo se puede pagar con Cuenta DNI y viceversa.

¿Cómo piensan resolver la situación de los deudores hipotecarios UVA?

El banco ya instrumentó hace un tiempo un tope de 35% en la relación cuota-ingreso para familias con vivienda única. O sea, si la cuota supera el 35% del ingreso familiar demostrable, el banco subsidia la diferencia. Esto lo quiero aclarar: el subsidio lo pone el banco, no recibimos nada del Gobierno. Es parte del principio de esfuerzo compartido.

En los últimos tiempos hubo bancos que perdieron plata y otros que cerraron sucursales. ¿Cómo le fue al Provincia?

Es importante contextualizar: el Banco Provincia desde la crisis de 2001 está en un plan de encuadramiento con el Banco Central porque tenía déficit de capitales y problemas de liquidez estructurales y de largo tiempo. A partir del año pasado, a los fines normativos, estamos excedidos en todos los requisitos de capital. Los niveles de liquidez del banco hoy son acordes a los que tiene todo el sistema. El año pasado cerramos el año con un balance positivo. O sea que en un año de muchos desafíos y con una inversión muy grande, tanto en tecnología como en presencia territorial, pudimos alcanzar un balance opuesto a la situación. Hay que ir monitoreando todos los meses. Eso nos da margen para para seguir esta coyuntura y seguir redoblando esfuerzos. En muchísimos distritos de la provincia somos la única presencia bancaria. Entendemos que hay un valor y un servicio en esa presencia. Somos un banco público y, por lo tanto no, no tenemos ninguna agenda de cierre de sucursales. Sí estamos permanentemente pensando cómo podemos seguir manteniendo nuestro oferta y ampliando nuestros servicios sin perder la esencia de ser un banco de cercanía.

¿Cómo ve la situación económica del país?

Desde fin del año pasado, la pandemia empezó a dar algún respiro y se ve una perspectiva de recuperación, con una heterogeneidad muy grande. Hoy el nivel de actividad agregado probablemente esté en los niveles prepandemia. Hay sectores que están evidentemente operando en niveles de muy alta actividad y otros que están sufriendo mucho. Y eso tiene que ver con las particularidades de la pandemia y su impacto epidemiológico. En la provincia hay impactos regionales distintos. Hoy las fases epidemiológicas no son las mismas dentro del territorio provincial. Hay actividades que quizás en un municipio se puedan desarrollar con protocolos, pero en otros lugares de la provincia están más afectadas. A medida que la vacunación se vaya consolidando, hay condiciones de crecimiento.

¿Y el problema de la inflación?

Lo importante es contextualizarlo. En el último año, el indicador de materias primas del Banco Central aumentó casi un 75% y está en nivel récord. Estamos en un proceso de shock, una perturbación muy grande de precios relativos que tiene que ver con tendencias en el mercado global, las respuestas que se fueron dando a la pandemia a nivel de liquidez y cómo eso fue repercutiendo en la demanda de alimentos. Si bien en toda la región pasamos a un escenario de aceleración en la inflación, hay una discusión mucho más profunda sobre Argentina y por qué a nosotros nos pega en niveles más elevados. Fundamentalmente, en el primer cuatrimestre el nivel de inflación fue más elevado de lo que esperábamos. Entendemos que a lo largo del año, a medida que que se vayan desarrollando las políticas del gobierno nacional, debería ir descendiendo la tasa de inflación mensual.

¿Cómo califica la gestión del ministro de Economía, Martín Guzmán?

Entendemos que el ministro está llevando adelante una agenda muy compleja, tiene desafíos muy grandes, tanto en términos de administración de deuda, de la cuestión fiscal, todo lo que tiene que ver con las políticas productivas y la actividad. Martín está haciendo un trabajo sobre los temas que implica la gestión de la deuda y de reconstruir los equilibrios macroeconómicos. Por supuesto que esto no está exento de discusiones y de algunas expresiones que son públicas, ¿no? Pero me parece que son naturales para una realidad que es muy compleja. Y como dijo Axel hace un tiempo, no hay manuales de administración macroeconómica en pandemia. Entonces tampoco podemos pretender que no se van a generar algunas fricciones en las discusiones económicas cuando estamos ante un evento de naturaleza inusual. Me parece que Martín junto al Presidente están haciendo una tarea muy comprometida en administrar todas las tensiones propias de esta pandemia.

Justamente se mencionan visiones distintas entre Guzmán y Kicillof…

Intento ser cuidadoso con las palabras porque a veces el exceso de exégesis produce resultados no deseados. Lo hablaba con Augusto (Costa) hace poco. Él, hablando de tarifas, dijo: “Nuestra política tarifaria no puede ser la del macrismo”. Seguramente estamos de acuerdo con el Presidente y Martín. No podemos hacer una política como la del macrismo porque básicamente somos otra cosa. Lo que pasa es que después sobre eso se hace una serie de exégesis, como que eso era una crítica velada a la política de Martín, pero yo no he visto que el ministro en ningún momento haya reivindicado el macrismo. Todo lo que se dice aparentemente posee una doble lectura. Nosotros entendemos que los objetivos son los mismos. Apuntamos a estabilizar. Veníamos de cuatro años del macrismo que habían sido particularmente duros, con el país endeudado y en crisis. Y sobre eso vino la pandemia. Y me parece que el objetivo de todos apunta en el mismo sentido: tener una Argentina productiva, con un desarrollo del mercado interno que tenga una plataforma de exportación y que permita sostener un proceso de crecimiento en el tiempo. En eso no veo ninguna diferencia.

¿Debería impulsar el gasto con los ingresos extra de la soja y del aporte solidario?

No tengo todos los números ni toda la botonera. Hay ingresos extra vinculados a ciclos de precios altos, el impuesto solidario. Nuestra preocupación, y lo dijo el Presidente el otro día, es que una parte importante de nuestro pueblo y en la provincia Buenos Aires está pasando una situación realmente difícil en una situación socioeconómica complicada, veníamos de años de un ajuste duro sobre las condiciones de vida y sobre eso la pandemia evidentemente genera una disrupción. Entiendo que el objetivo de todos es apuntalar a los que peor la estén pasando, que tengan todas las herramientas para transitar este tiempo y al mismo tiempo cumplir los objetivos epidemiológicos. En ese sentido, el otro día el Presidente anunció una batería de medidas (en referencia al aumento de la tarjeta Alimentar).

AR

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