A principios de agosto, este era el paisaje del noroeste de la península
ibérica que se podía ver desde el espacio. Tras las abundantes lluvias de primavera, el color
verde predominaba.
En pocos días, una oleada de incendios cambiaría la foto a negro en este territorio
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Con el calor extremo, empezaron los incendios más devastadores. El día 11
de agosto ya se puede ver una columna de humo al norte de Molezuelas de la Carballeda, del fuego
que acabaría cruzando de Zamora a León.
Más humo también sale de Chandrexa de Queixa, en Ourense, donde el fuego
lleva tres días ardiendo y ya se observa el terreno quemado.
Dos días más tarde, los fuegos se multiplican por la zona. Al sur de
Ourense se aprecia el humo de dos nuevos incendios: en A Mezquita y en Oímbra.
En el incendio de Zamora-León, las llamas avanzan a toda velocidad y
arrasan más de 30.000 hectáreas en apenas dos días. Este incendio acabará siendo el segundo que
más hectáreas ha quemado desde que
tenemos registros...
El récord, sin embargo, lo tendrá el incendio de A Rúa, que prendió el 14
de agosto y ha rozado las 45.000 hectáreas quemadas.
En esta imagen satelital, tomada dos días más tarde del inicio del fuego, se observa la gran
columna de humo de este incendio, así como el de A Veiga, en la misma provincia, que se inició
el
día 15.
Este día coinciden fuegos ardiendo a la vez en toda la zona.
Dos semanas después del inicio de esta oleada de grandes incendios
forestales, los satélites captan una imagen muy cambiada del territorio.
Una decena de grandes incendios en la zona acumulan 250.000
hectáreas quemadas en estas
fatídicas semanas de agosto, dejando, por ahora, la peor temporada de incendios de los últimos
30 años.
Desde el espacio ya se aprecian las grandes extensiones de territorio
calcinado. Las huellas del fuego dejan un paisaje lleno de ceniza en el noroeste
peninsular.
La última imagen muestra de nuevo el paisaje previo a los incendios, un
recordatorio gráfico de la magnitud del desastre vivido en estas semanas.
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