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De la salud al realismo pos-Brexit: los temas clave olvidados en la campaña para suceder a Boris Johnson

Los candidatos al liderazgo conservador Rishi Sunak y Liz Truss durante un debate televisivo.

Heather Stewart/The Guardian

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Los candidatos tories que se disputan la sucesión de Boris Johnson, Rishi Sunak y Liz Truss, han chocado de forma vehemente en asuntos como los impuestos y el gasto, la inmigración y la postura de Reino Unido sobre China en su enconada batalla por dirigir el país, pero apenas han hablado de otras muchas cuestiones urgentes.

Estos son algunos de los temas más obviados hasta ahora:

La ética en la vida pública

A Johnson lo echaron de Downing Street cuando los diputados de su propio partido ya no pudieron defender o explicar las repetidas falsedades que emanaban del número 10. Había infringido las normativas contra la COVID, había permitido que un presunto acosador sexual en serie fuera nombrado responsable de la disciplina de su grupo parlamentario y había visto cómo dos asesores éticos dimitieron indignados.

Aun así, la limpieza de la política apenas ha aparecido en el debate. Es más: el exministro Sunak y la ministra Truss han sentido la necesidad de defender a Johnson. En el lanzamiento de su campaña, Sunak [cuya dimisión como ministro de Economía acabó precipitando la cascada de renuncias dentro del Gobierno] dijo que el primer ministro saliente tiene “buen corazón”.

Ha habido algunas señales de cambio. En su acto de campaña del pasado jueves, Truss dijo que trasladaría de vuelta al número 12 de Downing Street la oficina de los whips tories, que velan por la disciplina de su grupo parlamentario, y así facilitar un control más estrecho de la conducta de los diputados. Y Sunak ha dicho que nombrará a un nuevo asesor de ética.

Sin embargo, ninguno de los dos ha abordado realmente la necesidad de recuperar la confianza de los ciudadanos en la política tras la era Johnson.

La sanidad

Antes de que el debate televisivo de la semana pasada se viera interrumpido repentinamente el pasado martes por el desmayo de la presentadora, un paciente de cáncer llamado John puso en un brete a los candidatos cuando preguntó: “¿Por qué está destrozado el Servicio Nacional de Salud (NHS, en inglés)?”.

Fue uno de los escasos momentos durante esta campaña en los que se ha mencionado el lamentable estado del sistema sanitario. Truss dijo que le gustaría ver desaparecer niveles de gestión del NHS y Sunak mencionó la importancia de las nuevas tecnologías.

Pero ninguno de ellos tenía una solución para la crisis acuciante actual, con más de 6,6 millones de personas esperando a ser atendidas. Truss incluso admitió que el hospital de su municipio se encuentra en tal mal estado, que se sostiene apoyado sobre “pilotes”, pero apenas tuvo nada que decir sobre cómo arreglarlo.

Asistencia social

Los problemas del Servicio Nacional de Salud están estrechamente ligados con el desmoronamiento del sistema de asistencia social, que apenas ha aparecido en la campaña para elegir al nuevo líder conservador.

Truss ha dicho que seguiría adelante con los planes de Johnson de poner un tope de 86.000 libras (más de 102.000 euros) a la cantidad que los ciudadanos tendrían que pagar por su propia atención, a pesar de haber cancelado la subida de impuestos destinada a sufragarlo. Cabe suponer que Sunak haría lo mismo, teniendo en cuenta que ya se ha aprobado la legislación al respecto.

Pero ninguno de los dos se ha pronunciado demasiado sobre cómo garantizarían que el sistema ofrezca una mejor calidad en la atención.

Realismo tras el Brexit

El Brexit se ha mencionado durante la campaña, con la promesa de los candidatos de reducir la burocracia de la Unión Europea, y con Sunak burlándose de Truss por haber hecho campaña por la permanencia [en 2016].

Truss, ministra de Exteriores, ha dicho que ella seguiría presionando con su polémico proyecto de ley para un nuevo protocolo de Irlanda del Norte, con lo que se arriesga a una guerra comercial. Sunak sugirió en su acto de campaña del pasado jueves que esa normativa provocaría un “flujo libre en el comercio” sin necesidad de una frontera. Se hizo eco así de la despreocupación de Johnson cuando dijo a las empresas de Irlanda del Norte que deberían “tirar a la basura” cualquier formulario que les pidieran firmar.

Pero apenas se ha debatido con realismo sobre las colas en Dover, donde las familias esperan para que les sellen sus pasaportes, sobre el declive del comercio con la UE o sobre una ristra de otros problemas prácticos.

La pandemia

Los candidatos han hecho una retrospectiva de la pandemia durante la campaña: Sunak ha presumido de su papel para evitar un confinamiento navideño en diciembre de 2021, al tiempo que Truss ha cuestionado que se cerraran los colegios.

Apenas han hablado sobre la gestión de las olas actuales y futuras de COVID-19. Aunque ha desaparecido de los titulares, el virus sigue provocando ausencias de personal en grandes proporciones y continúa consumiendo valiosos recursos del sistema sanitario, a pesar de que ómicron y sus subvariantes sean menos peligrosas que sus predecesoras.

Con un plan de vacunas de refuerzo previsto para otoño, y la siempre presente amenaza de variantes más mortíferas, puede que el nuevo primer ministro o la nueva primera ministra tenga que tomar decisiones vitales sobre cómo combatir el virus.

Traducido por María Torrens Tillack.

HS

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