Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Opinión - Panorama de las Américas

Cuba sin santos, Salem sin brujas, Brasil sin macumba y Haití sin vudú

Alfredo Grieco y Bavio Panorama de las Américas rojo

0

Los ultrajes favoritos en las fantasías que estremecen a gobiernos y electorados progresistas occidentales requieren de cuerpos con masa suficiente como para sufrir los escarnios lacerantes del supremacismo blanco y el racismo sistémico, la desigualdad patriarcal y la violencia de género, la misoginia y el arrebatamiento del derecho a la salud sexual y reproductiva, los binarismos repelentes y la transfobia asesina, los hostigamientos cotidianos entre los polos esquizofrénicos de la invisibilización de las diferencias y la crueldad del bullying gordofóbico, el negacionismo del cambio climático o de los beneficios científicos de barbijos y campañas estatales de inmunización triple en tiempos de pandemia. Apenas anoticiado Occidente de la caída de Kabul en manos de los íntegros talibanes, es justo que en Occidente los primeros ayes y las primeras palabras hayan vibrado por el destino de las mujeres urbanas, por el fin de sus estudios, sus aspiraciones a la paridad, a disponer de su albedrío, a elegir con quién casarse. Si no fuera por las fuerzas militares de EEUU y de la OTAN, que invadieron Afganistán en 2001, nunca habrían sido alentadas a quebrantar los mandatos de la versión sunita local de la Sharia, que les negaba de plano esas posibilidades de desarrollo. El parapeto y las almenas de miles de millones de dólares en gastos de defensa y armamentos (ahora en poder de los talibanes), decenas de años de corrupción de gobiernos clientelares (de EEUU), las habían defendido, a pesar de que la resistencia islámica  y los ataques con bombas nunca se habían interrumpido.

Recibí nuestro newsletter El mundo es azul como una naranja
Un resumen semanal de política internacional en mil palabras. Por Alfredo Grieco y Bavio.

Es gratuito y podés darte de baja en cualquier momento.

La severidad del septuagenario presidente demócrata Joe Biden, tan irrefragablemente austero y duro con el mundo ultramarino o transfronterizo como inflexiblemente despilfarrador y definitivamente enternecido por el sentimentalismo plurimulticulturalista en casa, interrumpió esos veinte años de bonanzas espurias. No han faltado voces que sostuvieran, con más optimismo sádico que hipocresía o cinismo, que esas dos décadas fueron, en sí y de por sí, justificación de invasión, permanencia, y retirada: si no fuera por el ocupante, nunca habrían conocido esos niveles de vida y cultura y democracia, nunca se habría abierto el horizonte del feminismo en ese país montañoso sin salida al mar.

Hay que reconocerle una verdad a esa autocomplacencia: no son pocos los países que hoy sufren por obra del gobierno de EEUU, sin haber recibido siquiera esos beneficios temporarios y tramposos. Cuba advierte con lucidez que es escasamente razonable esperar, no ya el levantamiento del embargo del general presidente Dwight Eisenhower, sino la pronta revocación de las prolijas sevicias añadidas por el también republicano Donald Trump, a satisfacción sartorial del voto exiliado, que en 2020 le devolvió leal y abrumador el favor. 

Cantata a Satanás

El protagonismo atribuido a Afganistán e Irak el en eje del Mal como santuarios o partidarios de Osama bin Laden les valió millones de muertes y miles de millones de dólares. A Cuba, muertes, penurias, noche y miserias. Hoy la isla registra una curva ascendente en la emigración no autorizada a EEUU, movida por la crisis económica derivada de la pandemia que priva de divisas a la industria del turismo, al inmovilizar en sus países a la clientela habitual. En las últimas semanas, el presidente Miguel Diaz- Canel ha autorizado una expansión de la pequeña y mediana empresa privada, una de las respuestas del Partido Comunista en el gobierno a las grandes manifestaciones de protesta del domingo 11 de julio.

La Guardia Costera de EEUU ha interceptado a 595 migrantes de Cuba en lo que va del año fiscal. Pero se presume que son muchos más los que se han embarcado para atravesar en balsa el estrecho de la Florida, en aguas infestadas de tiburones y agitadas por imprevisibles corrientes marina. Muy lejos del éxodo en masa de 2016, cuando se frenó a 5400 balseros, o de las dramáticas crisis de 1994 y1995, y antes de 1980, cuando el gobierno cubano suspendió el control de la migración, y miles de personas murieron tragadas por el océano, pero se teme la repetición de un cuadro similar, a pesar de la antipatía declarada sin matices por una Casa Blanca que dice a Cuba y Haití: ‘No vengan’. Hay un fenómeno nuevo en su vigor, y es el del crecimiento del número de migrantes que de Cuba buscan ingresar por vía terrestre a EEUU: 26.196 es el número de quienes fueron interceptados en la frontera sur en este año. No son tantos como los de otro país desatendido: sólo en julio, 17.314 migrantes llegaron de Ecuador para ser aprisionados por las patrullas migratorias de EEUU. La nación andina sudamericana que gobernó el católico izquierdista Rafael Correa, y que gobierna el católico derechista Guillermo Lasso, se ha vuelto el mayor exportador singular de migrantes a EEUU, con números más elevados que los de Centroamérica que alarman al católico Biden. Por detrás de este caudal hay una triple, larga crisis ecuatoriana: crisis económica general, crisis sanitaria, y crisis especial del campo y del sector rural, donde ha caído la inversión, y no se recupera.

Las mujeres cubanas gozan de derechos ni siquiera rozados por las afganas, ganados por una Revolución socialista. Les pueden faltar medicamentos, o alimentos: corren más riesgo de morir antes de enfermedades curables que de femicidio. Tampoco corren el riesgo de ser procesadas por su religión, o por su irreligión. En estos días, EEUU está completando la rehabilitación de las 'brujas de Salem', mujeres juzgadas y condenadas por hechicería en el siglo XVII cerril y puritano: el origen de la expresión 'caza de brujas' que después reverdecería con el macartismo. Veinte personas de Salem y pueblos vecinos en el estado atlántico de Massachusetts sufrieron la pena capital y cientas más fueron acusadas ​​durante un frenesí de injusticia fundamentalista que comenzó en 1692, avivado por la superstición, el miedo a las enfermedades y los extraños, la búsqueda (y hallazgo) de chivos expiatorios y los celos locales mezquinos. “Es importante que trabajemos para corregir a la historia”, dice la senadora demócrata Diana DiZoglio, una de las abanderadas de la iniciativa. “Nunca podremos cambiar lo que les pasó a las víctimas, pero por lo menos podemos cambiar el relato”.

Un gurú vudú

En la isla caribeña de Haití, no hay negacionismo de las vacunas. Sencillamente, no hay una persona vacunada contra el coronavirus. No hay negacionismo del cambio climático, sólo sufren terremotos, huracanes, ciclones, tormentas tropicales, miles de muertes, ninguna ayuda eficaz. La crisis política demora sus propias catástrofes, embotada por las fuerzas de la naturaleza, y el racismo sistémico de la comunidad internacional.

El país que clásicamente más se parece en el hemisferio a EEUU, sin esfuerzo se parece cada día más. En Brasil hay negacionismo pandémico presidencial, y hay vacunas y campaña penetrante de inmunización: ya superó a EEUU en el número de adultos vacunados con una primera dosis contra la covid-19. La juventud que busca retomar la normalidad se ha movilizado para doblegar, al menos en sus consecuencias prácticas, la doctrina negacionista que signó la administración federal de la crisis por Jair Bolsonaro. También en Brasil procuran, ya que no revertir la Historia, sí el relato. El proceso de rehabilitación penal de Luiz Inácio Lula da Silva, inocentado por la Justicia de sus inicuas condenas, tiene su culminación intelectual en una sentencia condenatoria, que pronuncia el propio ex presidente, para espanto de quienes no lo quieren: según el veredicto del líder del Partido de los Trabajadores (PT) y aventajado rival para las elecciones de 2022, Brasil perdió 172 mil millones de reales de inversión y cuatro millones de puestos de trabajo de resultas del operativo de lawfare que fue el Lava Jato.

Etiquetas
stats