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DESDE LEJOS, CERCA

¿Son más diversas las parejas que se conocen en las aplicaciones de citas?

Aumentar las posibilidades de conocer pareja online puede, también, generar un problema: el exceso de opciones.

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¿Cómo te conociste con tu pareja, o con la última persona con la que saliste?, ¿Es un amigo de un amigo tuyo, un conocido del laburo o se cruzaron en una aplicación de citas, como Tinder, Bumble o Happn? A medida que pasa el tiempo, se vuelve más probable que haya sido a través de una aplicación. Hasta hay encuestas que muestran que ya es la forma más común de conocer a tu pareja en algunos lugares. Y salir con alguien a quien conociste a través del celular, sin haberlo visto antes y sin otros vínculos en el medio, puede cambiar mucho el tipo de relaciones que armamos. 

En general, las parejas tienden a ser bastantes parecidas entre sí. Si, ya sé que se dice que los opuestos se atraen, pero en términos generales, buscamos a personas bastante parecidas a nosotros, al menos en términos de clase social y nivel educativo. Hay varias razones para esto, pero una es que históricamente nos emparejamos con personas de nuestro círculo, compañeros del colegio o de la facultad, colegas o amigos de ellos, que se tienden a parecerse a nosotros. Pero entran las aplicaciones y abren todo un mundo. Dan la posibilidad de salir con personas que no tienen nada que ver con nuestro círculo. ¿Eso vuelve más diversas a las parejas?

Algunos estudios señalan que sí. Un análisis en profundidad de datos de los Estados Unidos mostró que las parejas heterosexuales que se conocieron on line tenían más probabilidad de tener distintos niveles educativos que las que se conocieron de otra manera, algo que también identificaron en otros países, como Suiza. Además, había más chances de que fueran interraciales, algo que otros estudios también señalan. No encontraron, por otro lado, diferencias en la diversidad política, las parejas seguían igual de homogéneas en eso independientemente de cómo se conocieron y vieron que quienes se conocieron on line tienen edades más cercanas. 

El hecho de poder ampliar el círculo para conocer a otras personas pareciera ayudar a generar conexiones con gente menos parecida a nosotros. Aunque esta idea no convence a todo el mundo. “Las aplicaciones pueden dar más diversidad de vínculos superficiales, de salir a tomar algo con alguien diferente. Pero después las parejas se siguen formando por afinidad de clase, política y cultural, entre otras cosas”, explicó Joaquín Linne, investigador del Conicet y autor de “No sos vos, es Tinder: gamificación, consumo, gestión cotidiana y performance en aplicaciones de 'levante'”.

El conocerse on line también puede tener otras consecuencias. Varias investigaciones muestran que el hecho de aumentar las posibilidades que tenemos puede también generar un problema: el exceso de opciones. Este es un fenómeno que se ha estudiado mucho en otros contextos, y parece también afectar al mundo de las citas. En un estudio en el que veían cómo el hecho de tener más candidatos bajaba la probabilidad de elegir a uno. A medida que las personas pasaban más fotos de potenciales citas, aumentaba el número de rechazos, especialmente entre las mujeres. 

Es imposible saber cómo va a evolucionar la forma de conocernos o de generar vínculos. ¿Volverá a ser más preponderante el mundo físico?, ¿Habrá otras formas virtuales de conocerse? ¿Buscaremos otro tipos de relaciones?

Y algunos investigadores creen que esta sensación de exceso de opciones, puede también afectar en algunos casos la formación de parejas a más largo plazo. “Al volverse un campo más dinámico puede hacer que sea más difícil que se forme una pareja, establecerse en una relación cuando hay tantas otras opciones disponibles”, explicó Linne. 

Por otro lado, conocer a alguien fuera de su contexto, no tener vínculos en común, puede también generar cierta insensibilidad. No es lo mismo dejar plantado al amigo de tu primo que a un desconocido total con el que no tenés ningún contacto en común, y hay algunas muestras de que las aplicaciones pueden fomentar algunas actitudes negativas. Puede que estos factores estén detrás de la caída que están empezando a ver las aplicaciones de citas. Aunque probablemente hayan llegado para quedarse, ya no son un fenómeno en crecimiento como lo fueron durante los últimos 10 años, y pareciera que los más jóvenes no están interesados en esa forma de conocerse. 

Y hay otras tendencias que emergen. ChatGPT Store -la tienda de aplicaciones donde se pueden ofrecer desarrollos más específicos en base a la tecnología de ChatGPT- se llenó de “novias virtuales” generadas con inteligencia artificial, a pesar de que estaba prohibido en sus políticas de uso, mostrando que hay todo un mundo de personas que buscan este tipo de relaciones (al mejor estilo de la película Her).

Es imposible saber cómo va a evolucionar la forma de conocernos o de generar vínculos. ¿Volverá a ser más preponderante el mundo físico?, ¿Habrá otras formas virtuales de conocerse? ¿Buscaremos otro tipos de relaciones? Lo que sí sabemos, es que las formas que elegimos para conocernos, en persona, mediadas por la tecnología o lo que venga en el futuro, tiene efectos sobre los tipos de parejas que formamos, y cuánto y cómo nos mezclamos con otros. 

OS/MF

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