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Congreso

Discusión caliente sobre si Diputados puede o no insistir en restituir Ganancias y bajar Bienes Personales

Geraldine Chaplin (derecha), en una escena de Hable con ella, película de Pedro Almodóvar en la que encarnó a la profesora de ballet Katerina Bilova, según la cual “nada es sencillo”.

Juan José Domínguez

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—Algún día usted y yo deberíamos hablar.

—Sí, y será más sencillo de lo que cree.

—Nada es sencillo. Soy maestra de ballet y nada es sencillo.

El diálogo es entre Katerina Bilova (Geraldine Chaplin) y Marco Zuluaga (Darío Grandinetti) en el final de la película Hable con ella, de Pedro Almodóvar. Así, como en el ballet, en el Congreso argentino tampoco nada es sencillo. Y una prueba de ello será la discusión sobre cómo seguirá el trámite en la Cámara de Diputados del paquete fiscal revisado esta semana en el Senado.

La Constitución, en su artículo 81, dice textualmente que “si el proyecto fuere objeto de adiciones o correcciones por la Cámara revisora (el Senado), deberá indicarse el resultado de la votación a fin de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes o por las dos terceras partes de los presentes”.

La mayoría de las votaciones del Senado sobre ambas iniciativas fueron por mayoría simple (o bien mayoría absoluta de los presentes en la sesión). Es decir que con esa misma mayoría Diputados podría aceptar las modificaciones o insistir en la redacción original (la media sanción).

Dice el mismo artículo constitucional que “la Cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones o correcciones a las realizadas por la Cámara revisora”. Esto significa que Diputados sólo podrá aceptar los cambios o insistir en el texto aprobado inicialmente. “No puede incorporar una tercera variante o cambios de los cambios. Es votación binaria: se vota por la 'versión iniciadora' o por la 'versión revisora' del proyecto”, aclara el abogado Gustavo Arballo, en este hilo de Twitter (X).

El problema es que la Constitución nada dice sobre los artículos o capítulos que hayan sido rechazados por el Senado, como es el caso de la restitución del impuesto a las Ganancias para los trabajadores de mayores ingresos ni la baja en el impuesto a los Bienes Personales para los ricos, que forman parte de un proyecto: el paquete fiscal. Este proyecto fue aprobado pero esas dos propuestas tributarias que lo integran fueron rechazadas por mayoría simple.

“Nadie sabe qué pasa con los cambios que no se aprueban con ninguna mayoría (por ejemplo, porque se rechazaron o porque quedaron afuera del dictamen y ni siquiera llegaron al recinto). Va a ser todo un tema en Diputados”, advirtió el abogado Sebastián Guidi, habitual columnista de elDiarioAR, también en Twitter.

Diputados aliados del oficialismo sostienen que los rechazos “se leen como modificaciones al proyecto” porque “no hay cosa tal como rechazar un artículo” y que, por lo tanto, al momento de aceptar cambios o insistir en la redacción original “corre la misma lógica que a cualquier modificación”.

Sin embargo, otros razonan que “si Diputados pudiera insistir con la redacción original y sancionar definitivamente la restitución Ganancias, tendríamos un impuesto que fue aprobado por una sola cámara”.

En el radicalismo un diputado señaló que tanto el paquete fiscal —que incluye Ganancias y Bienes Personales— como el proyecto de ley de Bases “fueron aprobados en general” en el Senado y que “los rechazos en particular son modificaciones” sobre las cuales la Cámara de Diputados “puede insistir, salvo aquellos artículos que fueron aprobados o rechazados por dos tercios (los últimos del paquete fiscal)”. “El resto (inclusive los retirados del dictamen, que hace el miembro informante del despacho de mayoría) se insisten por mayoría absoluta de los presentes”, sostuvo.

Sin embargo, Fernando Carbajal, otro diputado de bloque UCR pero del sector de Facundo Manes, opositor al gobierno de Javier Milei, sostuvo en Twitter que “la Cámara de Diputados no puede insistir con moratoria previsional, Ganancias ni Bienes Personales”, porque a su criterio “lo que el Senado rechazó quedó afuera” y que “el sistema es bicameral”. “La insistencia sólo opera cuando hay una aprobación con cambios, no cuando el Senado rechaza en forma expresa”, dijo el diputado del radicalismo opositor.

Más largo se explayó el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien señaló, también en Twitter, que ambos proyectos de ley fueron “en parte con adiciones o correcciones y en parte rechazados (como sucedió con la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las Ganancias y todo el capítulo que elevaba el piso del impuesto a los Bienes Personales) por la Cámara de Senadores, que ejerció el rol de Cámara revisora”. “La aprobación con adiciones o correcciones fue concretada mediante la mayoría absoluta de los presentes. En la última etapa del trámite legislativo, la Cámara de Diputados puede aceptar el proyecto de ley tal como fue sancionado por la Cámara de Senadores o bien insistir con la mayoría absoluta de los presentes con la redacción originaria respecto de la totalidad o de algunas de las adiciones o correcciones realizadas por la Cámara de Senadores. No puede volver a tratar los títulos (con sus respectivos artículos) que fueron rechazados por la Cámara de Senadores hasta el año que viene”, sostuvo.

Respecto de esto último que dice Gil Domínguez, el artículo 81 de la Constitución empieza diciendo que “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año”. Esto significa, suponiendo que Diputados no pueda insistir en su redacción original, que el gobierno de Milei no podría ahora restituir Ganancias ni bajar Bienes Personales, como pretende, y recién podrá volver a intentarlo en 2025.

A diferencia de Gil Domínguez, la exdiputada nacional Graciela Camaño, que fue integrante de la Cámara baja 28 años, dijo a elDiarioAR: “Todos los cambios de la revisora se vuelven a considerar en la iniciadora. El rechazo es el resultado de la revisión. Los diputados tienen que considerarlo. El capítulo está en el contexto de una ley que está en revisión”.

La exlegisladora, del peronismo federal, dijo que con el criterio de no poder insistir en un texto rechazado por la cámara revisora “todas las leyes estarían flojas de papeles y eso no es así”. Y sostuvo que “no es casual” que en la materia específica de los impuestos “la cámara iniciadora sea Diputados”, que a su criterio en este caso “tiene la última palabra”.

Por su parte, el abogado Miguel Nathan Licht se preguntó en Twitter “por qué un proyecto de ley rechazado vuelve a la cámara de origen” y si “rechazar es adicionar o corregir”, como dice el texto constitucional.

“¿Cómo va imponerse entonces la voluntad de Diputados sin el acuerdo del Senado? ¿El bicamericalismo desapareció? ¿Cuando se habla de proyecto de ley es por el todo? ¿O cada artículo en un acto legislativo en sí? Si Diputados aprobase en el futuro una ley con 10.000 artículos y se aprueba en general en ambas cámaras, ¿significa entonces que una ley puede ser aprobada con una cámara? El único caso donde una ley se puede mantener con la voluntad de una sola cámara es la ley 26.122 que es una ley especial (sobre los DNU). Si alguien me corrije o me desasna, le agradeceré, confieso que puedo estar equivocadísimo, pero no lo advierto”, planteó.

Así estamos todos.

JJD

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