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Cristina vuelve el sábado de El Calafate y tiene en agenda el conflicto del fútbol por TV

Cristina y la televisación del futbol, dos polos que ya se tocaron.

Diego Genoud

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Cristina Fernández de Kirchner pasó el Año Nuevo en un campo de la provincia de Buenos Aires y voló a El Calafate el 2 de enero. Eran las horas posteriores al estruendo de una noticia que sorprendió a todos los protagonistas del negocio del fútbol: gigantes del entretenimiento, clubes y dirigentes de la política ligados al deporte más popular del país. El 1 de enero, el anuncio de la prórroga del contrato que la Asociación del Fútbol Argentino firmó con The Walt Disney Company Latin America para transmitir hasta 2030 el 50% de los partidos del torneo local refrendó las condiciones que rigen el botín del fútbol premium desde los años de Mauricio Macri como presidente y marcó un giro después de meses de conflicto que incluyeron cartas documentos, cautelares y la rescisión del acuerdo con Fox Sports. Pasaron veinte días en los que la vicepresidenta tomó distancia de los conflictos cotidianos y evitó los pronunciamientos públicos. En ese lapso, el caso generó recelo en los competidores de Disney, sumó el elemento -hasta hoy inexplicable- de la oferta de 55 millones de dólares de Alberto Pierri que fue descartada por la AFA y escaló a lo más alto en la discusión interna de un gobierno que aparece dividido también en este tema. El acuerdo con la compañía que dirige el abogado Diego Lerner contó con la firma del presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y el presidente de la Liga de Fútbol, Marcelo Tinelli, aunque -tal como contó este diario- el conductor de Showmatch fue apartado de las negociaciones. 

Según pudo saber elDiarioAr en contacto con allegados a la vicepresidenta, CFK está al tanto de la saga de acontecimientos poco claros que terminaron con el conglomerado norteamericano como ganador y pidió detalles del tema. La vicepresidenta tiene previsto volver a Buenos Aires el sábado y en el Instituto Patria admiten que el fútbol es uno de los asuntos que tiene en agenda. Esta vez todo indica que las diferencias que se advierten en el oficialismo no cuadran en la etiqueta Alberto vs. Cristina: son las segundas líneas -¿funcionarios que no funcionan?- las que juegan al dejar hacer, dejar pasar. Flota en el aire el dictamen de la Comisión de Defensa de la Competencia de noviembre pasado que invita al pronunciamiento de la secretaria de Comercio Paula Español. También la postura de Alberto Fernández que elDiarioAR reveló la semana pasada. El Presidente considera a la fusión ESPN-FOX un “exceso enorme”, está convencido de que hace falta defender la competencia en un mercado hiperconcentrado y repite en privado que Disney tendrá que desinvertir pero, como en otros casos, dilata una definición sobre el tema. 

La historia del kirchnerismo puro registra el antecedente lejano del Fútbol Para Todos, un conflicto que tuvo como actor protagónico a Néstor Kirchner y sacudió un esquema que hasta entonces parecía inexpugnable y estaba gobernado por el Grupo Clarín. En ese entonces, la productora La Corte -que acompañó ahora la oferta de Telecentro- era dueña de la producción televisiva y se encargaba de transmitir en exclusividad todos los actos de gobierno. El 20 de agosto de 2009, en el mismo predio de la AFA de Ezeiza en el que ahora Tapia abrochó el contrato con Disney, Cristina anunció el inicio del convenio para difundir en la Televisión Pública todos los partidos del torneo local. Acompañada por Julio Grondona y Diego Maradona, la presidenta cuestionó a TyC e inmortalizó la frase de los “goles secuestrados”.

Hoy los actores más relevantes son otros, el Estado pancristinista está asfixiado por las restricciones y nadie espera tanto como hace una década. La Corte fue apartada en 2017 del negocio del fútbol, aunque siguió transmitiendo las presentaciones de “Sinceramente” que Cristina hizo en todo el país durante su campaña previa a la constitución del Frente de Todos. Sin embargo, la memoria está intacta en el grupo de nostálgicos que todavía militan cerca de Cristina. Los Fernández enfrentan una lista larga de problemas para resolver que demandan urgente solución y entrar en un conflicto en un negocio que mueve millones de dólares es un pasaporte a lo desconocido. Pero entre las empresas que reclaman una intervención estatal figuran pesos pesados como Telefónica, DirecTV y Tele Red Imagen S.A. (TRISA), cuya propiedad pertenece en un 50% al Grupo Clarín. Por lo demás, existen en el ancho oficialismo los que piensan que el año electoral le abre una oportunidad a la alianza para intervenir en un contexto que no ofrece demasiado margen para la épica.

Tan cierto como eso es que abundan en el Frente de Todos los que consideran que el gobierno no se tiene que meter, sostienen que el oficialismo no puede hacer nada y hasta promueven un acercamiento con Disney para que Fernández cumpla su deseo de ver cuatro partidos a cambio de no impugnar la megafusión ESPN-FOX. En ese pelotón se destacan tres actores que tienen incidencia en el mundo del fútbol y tuvieron a cargo la negociación con los clubes para televisar los partidos. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de fina sintonía con Lerner y llegada indudable a Pablo Toviggino, la mano derecha de Tapia en la AFA; el secretario de Medios, Francisco “Pancho” Meritello, y el dirigente de La Cámpora Santiago Carreras. En ese mismo grupo, algunos ubican al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y al ministro de Deportes, Matías Lammens. 

La vicepresidenta quiere conocer de primera mano la trama del fútbol. Quienes tienen trato habitual con ella afirman que le sobran motivos para impulsar un pronunciamiento de Paula Español que vaya en el mismo sentido que el dictamen de Defensa de la Competencia y termine en la impugnación del capítulo local de una megafusión global. Dicen que Cristina sigue reivindicando lo que fue el Fútbol de Todos y no piensa quedar en una postura más conservadora que su Presidente. Además, la elocuente cercanía de Lerner con Macri irrita en su entorno y es lo que lleva a la conclusión de que empresarios ligados a la experiencia de Cambiemos en el gobierno conservan todavía hoy un poder envidiable. Curiosamente, Carreras, el representante de Máximo Kirchner en el ámbito del fútbol, es señalado como parte de los promotores más entusiastas de un acuerdo con Disney. Nadie puede creer que la vicepresidenta y el jefe de la bancada oficialista en Diputados tengan diferencias en este tema. Continuará.

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